El Gobierno avala que en febrero puede haber otro susto en la nómina de rentas bajas y becarios
El Gobierno sigue sin aprobar el real decreto que eleva el mínimo exento para el IRPF
El próximo mes de febrero, la nómina podría traer otro nuevo susto a la mayoría de contribuyentes. Muy especialmente a rentas bajas, perceptores del salario mínimo (SMI), pensionistas y becarios, incorporados ya, estos últimos, a la cotización de la Seguridad Social. En definitiva, ciudadanos que se han encontrado con la desagradable sorpresa de que su sueldo o prestación se ha encogido en el primer mes del año, sin saber realmente por qué. Detrás de ello -explican expertos consultados- está el impacto de las cotizaciones y también la no deflactación del IRPF, que se deriva en buena medida, porque muchas empresas han aplicado ya la subida del SMI, y por tanto el consiguiente incremento de las cotizaciones, pero el Gobierno ni ha aprobado aún el SMI en Consejo de Ministros ni tampoco ha deflactado los tramos bajos, como se había comprometido. *(No en vano, como publica este diario, y en el mismo día en que sale a la luz esta noticia, el presidente del Gobierno ha anunciado hoy en plena campaña gallega que el próximo martes aprobará el SMI).
En efecto, el motivo de ese susto no solo viene por la aplicación sobre los salarios del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), medida inventada por el ministro José Luis Escrivá para lograr fondos ante la UE, promoviendo la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones. Se trata de un mecanismo, el MEI, que supone una cotización adicional a la Seguridad Social, este año del 0,6% al 0,7% (un 0,58% a cargo del empresario y un 0,12% a cargo del trabajador), lo que acaba afectando a los contribuyentes.
El gran problema, por tanto, podría venir de la no deflactación a tiempo del IRPF sobre el nuevo mínimo exento, que alcanza al salario mínimo interprofesional y que no ha entrado en vigor, lo que en sí habría dado lugar a la rebaja de la nómina de enero. Y paradójicamente, lo hace sobre las personas más vulnerables, con una subida del 5% que sigue sin haber pasado aún por el Consejo de Ministros, como fuentes del Ministerio de Hacienda confirman a THE OBJECTIVE.
En este punto, todo parece indicar —señalan estas fuentes— que el Gobierno de Pedro Sánchez hará coincidir la aprobación del SMI con la modificación en el IRPF, subiendo el mínimo exento para, de este modo, evitar que la rebaja en la cuantía de la retención derivada del nuevo marco reglamentario no se consolide en la declaración anual en caso de estar obligado a su presentación. Cabe señalar que la subida del salario mínimo interprofesional está estipulado que se quede en 15.875 euros anuales, es decir, 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas.
Los deberes sin hacer
La tardanza por parte del Gobierno en acometer la exención del IRPF que, de no hacerlo grava el SMI —tampoco lo ha hecho sobre las rentas por debajo de 21.000 euros—, para que no afecte este incremento a los trabajadores, ha sido un elemento de discordia que ya quedó patente cuando el Partido Popular apercibió al Ejecutivo por presumir de la subida del salario mínimo, sin haber hecho los deberes.
Y es que, cuando el Ejecutivo modificó la Ley de Renta no tocó en ese momento el artículo 96 para cambiar el mínimo exento. Una eventualidad de extraordinaria importancia, que hoy habría ahorrado muchos problemas —comenta el catedrático de Derecho Financiero y Tributario en la Universidad de Santiago de Compostela, César García Novoa—. Es una circunstancia ante la cual reaccionó después Pedro Sánchez, anunciando ipso facto otro proyecto de real decreto para modificar el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Lo cierto es que ese real decreto —que no tiene ni fecha, como se puede ver en la imagen de arriba con esas ‘xx’, si bien es cierto que esta es una práctica habitual, señalan fuentes gubernamentales— no solo no está aprobado ni elevado al BOE, sino que tampoco lo está el SMI, firmado bilateralmente entre los sindicatos y el Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz. Ahora Pedro Sánchez dice que aprobará el SMI este martes.
Pero, y según ha podido constatar este diario, el real decreto apenas está desde el 16 de enero de 2024 en trámite de información pública, por lo que, al menos, su aprobación queda pendiente. Por consiguiente, las nóminas de rentas más bajas, pensionistas, perceptores y becarios, que ya han experimentado un primer hachazo fiscal en enero —en el caso de los becarios hasta un 9% entre cotizaciones, y en menor medida en retenciones, explican expertos fiscalistas a THE OBJECTIVE—, quizá podrían tener que soportar otro mes más el efecto de que el Gobierno no haya deflactado hasta ahora el IRPF en esos tramos. Lo que ha sucedido en enero es algo que, por otra parte, ya anticipó el Partido Popular que pasaría. Eso sí, Hacienda mantiene a este diario que ambas cuestiones tendrán carácter retroactivo para que se apliquen a partir del 1 de enero de 2024, de modo que se pueda revertir el perjuicio económico.
El caos en las nóminas
La rebaja de los sueldos netos no solo ha traído dolores de cabeza a los trabajadores. Según ha podido saber TO, los gestores administrativos también se han visto afectados por este disloque normativo. Fernando Santiago, presidente de los Gestores Administrativos, así lo explica a nuestros lectores.
Santiago confirma el aluvión de llamadas de empresas, de pymes, de autónomos, que no cesan de preguntar por qué sus trabajadores se han encontrado en 2024 con unos pocos euros menos en sus nóminas y, sobre todo —sin obviar la pérdida de tiempo—, qué hacer ante una legislación que no está clara, mientras el Gobierno sigue sin informar ni contar a estos trabajadores por qué les ha subido los impuestos.
En opinión de Santiago, el susto de enero tiene su origen en tres principales fuentes: en la subida de las cotizaciones a través del MEI, aunque esta no es todavía muy elevada; y en el SMI, cuyo nuevo mínimo exento no está en vigor. Por eso se produce ese salto de tramo, con consecuencias sobre las retenciones y la no deflactación, por parte del Estado, del IRPF, en términos generales. En este sentido, la crisis de inflación lo ha trastocado todo y el bolsillo de los españoles se ha visto afectado, al tiempo que la recaudación ha ido creciendo.
Comparten este diagnóstico García Novoa y el vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, quien considera que lo que tendría que hacer Hacienda sobre este punto es plantear un impuesto nuevo, más sencillo, donde las deflactaciones sean automáticas, se bajen los tipos y el impuesto quede limpio.
Pagar el SMI antes de que entre en vigor
Entretanto, según cuentan fuentes empresariales a este medio, muchas empresas lo que están haciendo es «pagar ya desde enero el SMI anunciado, con el correspondiente incremento de cotizaciones», porque de otra forma, «si no aplicas la subida ahora, la Seguridad Social te va a reclamar la cotización en enero».
Por lo tanto —recomiendan—, «es mejor regularizarla desde el principio, aunque el Gobierno no haya aprobado todavía ni el nuevo SMI ni el decreto que modifica el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que suba el mínimo exento para que no afecte a estos trabajadores y a los más próximos al SMI y a los tramos más bajos».