El sector petrolero pide a Sánchez imitar a Italia para evitar ser el país del fraude del carburante
Piden adelantar el pago del IVA para frustrar que empresas fraudulentas lo recauden y se fuguen con el dinero
El sector de los hidrocarburos en España echa humo. Desde que el Gobierno aprobó a finales del pasado año una serie de medidas de choque para combatir el fraude de los carburantes (un plan medido minuciosamente por una serie de operadores y distribuidores minoristas que han creado una red entramada para eludir obligaciones —como el pago del IVA— para vender el diésel y la gasolina más barata que la de sus competidores), el número de operaciones se ha disparado aprovechando que el Gobierno ha dado un margen hasta finales de marzo para que se apliquen sus medidas.
En el sector se le conoce a las empresas que se prestan a este fraude como los truchos. «Son auténticos especialistas en materia fiscal. Y su actuación penetra en todo el mercado por la red que tiene a través de múltiples e incontables distribuidores minoritarios. Ellos tienen un depósito fiscal con el que recaudan el IVA y que más tarde deciden no trasladar al Ministerio de Hacienda, porque en ese momento hacen desparecer la compañía, quedándose con todo lo recaudado», comentan fuentes del sector. Estas compañías tienen nombres y apellidos y pueden ser fácilmente detectadas a través de la lista de morosos que publica Hacienda.
Este escenario lo están conociendo los consumidores cada vez que se acercan a una gasolinera a repostar y ven la diferencia que hay en el monolito (el panel donde aparecen los precios) entre unas estaciones y otras. El Real Decreto-ley del 28 de diciembre prohibirá que entre los distribuidores minoristas se pueda revender el combustible. Una medida que el sector aplaude, pero que cree que no es la panacea. «Habrá menos capilaridad en su red. Se le da un golpe, pero encontrarán la fórmula de seguir evadiendo». Es por ello que piden al Gobierno imitar una medida de Italia, que ya luchó contra esta situación años atrás: que se adelante el pago del IVA. Una ley incluida en sus presupuestos en el año 2018, que fue acompañada con varias circulares para su puesta en marcha.
Una medida que conoce el Ministerio de Transición Ecológica, porque así se lo han trasladado aquellas empresas que no participan del fraude, pero que el Gobierno, de momento, elude. La razón de esto es desconocida, pero puede estar relacionada con la dificultad económica de algunas de adelantar este pago y la consecuente reducción de la competencia en el sector. Un objetivo, este último, que analiza con atención la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). Una realidad que tiene contestación por parte de las empresas que cumplen con la ley. «Si no se actúa, seguirá habiendo una competencia desleal, porque hay compañías que venden su producto más barato a costa de defraudar impuestos», sentencian.
La desconfianza reina en el sector de los hidrocarburos. A primera vista, cualquiera podría poner el foco en las gasolineras low cost, que venden su producto más barato. El negocio de estas para operar y conseguir además márgenes está en las localizaciones que escogen y el tipo de combustible que compran. En los últimos días, estas han salido al paso asegurando que ellos no cometen fraude porque pagan el IVA en ese tipo de transacciones.
No obstante, fuentes del sector recuerdan que otra forma de participar es comprando a los defraudadores. «En este sector todos los precios son muy transparentes y están muy fiscalizados. Cuando un distribuidor te vende combustible por debajo del precio del mercado ya le debería hacer sospechar a uno. Otra cosa es que no quiera darse cuenta porque le conviene», apuntan desde el sector de los carburantes.
Las empresas defraudadores ahorran varios céntimos al combustible incumpliendo una serie de obligaciones, además del pago del IVA, como por ejemplo la contribución al Fondo Nacional de Eficiencia Energética o el Impuesto Especial de Hidrocarburos. Por otro lado, hay otro fraude que ocurre con los biocombustibles: por ley es necesario incluir en los combustibles un porcentaje verde mínimo que muchas empresas no cumplen, y que además no ejecutan pagos compensatorios por dicho incumplimiento. Una realidad que perjudica a las empresas, que sí introducen con los biocombustibles con los costes ‘extra’ que eso supone.
España es un país con peculiaridades: es muy costero y está lleno de depósitos para depositar el crudo que llega desde los petroleros. El sistema de distribución es abierto y muy competitivo, donde la empresa Exolum juega un papel fundamental. Aunque hoy el diésel sigue siendo el combustible más utilizado en el parque de coches, la gasolina se está erigiendo sobre este en los vehículos de nueva matriculación. No obstante, el foco está puesto sobre el diésel que es lo que principalmente se importa desde España, y que es donde radica el origen del fraude de los carburantes.