Argelia acusa a 'lobbies' marroquíes e israelíes de intentar reventar la opa sobre Naturgy
Aseguran que Sonatrach siempre ha cumplido sus compromisos independientemente de las consideraciones políticas
Argelia acusa a lobbies de Israel y Marruecos de querer reventar la opa sobre Naturgy por su interés en deteriorar las relaciones entre España y Argelia. La próxima semana, el brazo inversor de La Caixa, Criteria, y la empresa de Emiratos, Taqa, presentarán ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una oferta por el cien por cien del capital de Naturgy. En medio de ese proceso corporativo, se publicó una información que aseguró que el país africano ponía en jaque el contrato de gas que tiene con la compañía y que abastece a España si se consumaba esa operación.
Una noticia, adelantada por la agencia de noticias Reuters, que un asesor argelino de alto nivel y con vínculo directo en la empresa estatal argelina Sonatrach niega a THE OBJECTIVE. «Sonatrach siempre ha cumplido sus compromisos independientemente de las consideraciones políticas». Además, la misma fuente ha señalado que ciertos grupos de presión «no quieren relaciones amistosas entre España y Argelia, entre los que se incluyen Marruecos e Israel».
El principal argumento que se esgrimió sobre este supuesto veto de Argelia a la entrada de Taqa en Naturgy fue la tensa relación que atraviesan ambos países. Así, se especificó que tanto Abu Dabi como Rabat han formado parte de los estados árabes que impulsaron los vínculos con Israel, en los llamados ‘Acuerdos de Abraham’ (2020), mientras que Argel es un defensor de la causa palestina. Un relato que podría chocar con algunas contradicciones, ya que -sin ir más lejos- hoy la compañía española Cepsa (controlada por capital de Emiratos) se encuentra operando en Argelia el segundo mayor yacimiento descubierto del país, y cuyas disputas han estado habitualmente relacionadas con temas meramente corporativos.
Argelia no solo se verá afectada con la llegada del nuevo inversor por las relaciones comerciales que mantiene Naturgy, sino porque además la empresa pública Sonatrach tiene el 4,1% del capital de la compañía española. Aunque es el quinto máximo accionista, muy por detrás de los otros cuatro, no ha hecho alarde de mostrar su posicionamiento cuando ha habido cambios indirectos en el accionariado de la energética, como sí ocurrió de forma reciente cuando BlackRock compró GIP, uno de los principales socios de Naturgy y cuyo capital (el 20%) pretende vender a Taqa.
Un día después de que saliera la información acerca de un posible veto de Argelia a los Emiratos, Naturgy salió al paso para sostener que no había ninguna cláusula que se viese afectada por los cambios en su estructura accionarial. El gas argelino, que llega a España principalmente a través del gasoducto Medgaz, tiene una cuota total de cobertura, según los últimos datos de Enagás, del 36% hasta el mes de abril. Lo que le convierte en nuestro principal suministrador.
El gas argelino, y la propia empresa Naturgy, son elementos muy sensibles para el Gobierno. Por un lado, el gas argelino sigue siendo un hidrocarburo clave para huir de la dependencia del gas ruso, mientras que, por otro, la compañía que dirige Francisco Reynés está especializada en aquello que está llamado a ser la tecnología que acompañe al proceso de transición energética. Los emiratos han visto en esta compañía una oportunidad para llevar a cabo la descarbonización en un momento en el que se trata de impulsar los gases renovables, aunque el hidrógeno, en concreto, no se encuentre en su mejor momento.
La relación entre Argelia y Marruecos se rompió después de que Rabat reconociese el Sáhara Occidental como una provincia autónoma de su reino. Un territorio que es aliado histórico de los argelinos, que tratan de luchar por su independencia. Desde entonces, Argel cortó el suministro de gas y puso en jaque las relaciones con nuestro país después de que el Gobierno, tras una decisión del presidente Pedro Sánchez, decidiese apoyar la causa marroquí.
Criteria, que es el principal accionista de la energética (con el 26%), logrará consumar una de las operaciones más importantes de sus últimos años, consiguiendo además dar salida a dos fondos que habían generado situaciones incómodas para la compañía. Una de las más sonadas tuvo lugar el pasado verano, cuando cercaron a la energética con el nombramiento de un CEO que compartiese el poder que ostenta el consejero delegado, Francisco Reynés.