BBVA hace otra limpia en Turquía con la venta de una gran cartera de impagos
La filial del banco español traspasa créditos de 33 millones tras duplicar la entrada de nuevos morosos a finales de 2023
Sede de Garanti, filial turca de BBVA. | BBVA
BBVA ha comenzado el año haciendo una nueva limpia en su filial de Turquía, Garanti, con la venta de otra gran cartera créditos impagados. La desinversión se produce en pleno proceso de saneamiento que está llevando la entidad desde hace algún tiempo, con el fin de mejorar la rentabilidad ante situación de hiperinflación que vive el país y que está dañando los retornos que está obteniendo en dicho mercado, su última apuesta estratégica de relevancia y tercero por tamaño.
El grupo presidido por Carlos Torres, ha sellado recientemente la desinversión de préstamos morosos por un valor nominal de 1.147 millones de liras turcas (unos 33 millones al cambio actual), consistentes en operaciones de tarjetas de crédito, créditos comerciales y cheques. Por la transacción, el comprador -que ha sido Dünya Varlık Yönetim- ha abonado a la franquicia de BBVA casi 526 millones de liras (unos 15 millones de euros), según ha podido saber THE OBJECTIVE.
La última venta de impagos materializada por Garanti tuvo lugar a mediados del año pasado, cuando cerró su mayor traspaso de activos dañados. Entonces, montante llegó a alcanzar los 1.300 millones de liras de valor nominal a través de la colocación de tres lotes a diferentes interesados.
La filial de BBVA pretende mantener a raya los activos dañados después de que en el último trimestre del año se haya anotado un ascenso sustancial de la entrada de nuevos morosos, debido a las dificultades de pago de sus clientes un contexto de inflación desmesurada en el país y de la vuelta a la heterodoxia financiera implementado por el Banco Central turco mediante una fulgurante subida de los tipos oficiales como consecuencia del giro de la política de Erdogan tras ganar las elecciones la pasada primavera. Con ello, la tasa de impagos de Garanti cerró 2023 en el 2,1% con un repunte de 20 puntos básicos en los últimos tres meses, volviendo a los niveles de junio.
La hiperinflación de Turquía se ha llevado por delante una ganancia de 3.400 millones de euros para BBVA. Es el montante que no ha podido registrarse en sus resultados en dos años. Torres, en una de sus recientes comparecencias públicas, se mostró muy confiado por la evolución del país y estimó una recuperación contundente en el medio plazo. Estimó que la situación podría normalizarse por completo en dos o tres años y, por tanto, el banco español podría obtener unos 2.000 millones de euros teóricos cada ejercicio.
Una de las razones de esta confianza es que la nueva política monetaria ayudará a mitigar la inflación y a que la inversión extranjera vuelva a fluir. Pero, según el presidente de BBVA, en 2024 aún será pronto para que se refleje el verdadero potencial de la franquicia, ya que la inflación caerá hasta el 40%, que en términos reales se situará por tanto en niveles más bajos a los tipos oficiales del 45%.
La vuelta al rigor económico de mayo ha dado alas a la cotización de Garanti, que se ha disparado hasta superar las 70 liras por acción, tras casi triplicarse en diez meses. Ni siquiera la incertidumbre que ha generado la pérdida de Erdogan en las elecciones municipales de este domingo ha detenido la subida en Bolsa de la filial de BBVA, que este lunes experimentó una nueva alza.
Una mejoría sustancial de la situación turca sería vital para que BBVA pudiera mantener el crecimiento de los beneficios en el medio plazo al ser su tercer mercado, una vez que en España, por ejemplo, los ingresos se resientan por la esperada bajada del precio del dinero a partir del verano próximo por parte del BCE. Por el momento, los vientos son de cara y en 2023 el grupo cosechó unos resultados históricos de 8.000 millones de euros. Una cifra que espera batir en 2024.
BBVA, pese a toda la inestabilidad, decidió apostar decididamente por Garanti a finales de 2020 en vez de lanzar un órdago para hacerse con el Sabadell, con el que estuvo en negociaciones de fusión. Entonces, el consejo del banco rompió las negociaciones con la intención de aumentar su presencia en Turquía. En mayo de 2022, el grupo español se hizo con un 36% adicional de las acciones de la filial, elevando así su posición de control hasta el 86%.
