La democracia y el diálogo, algo que en España muchos desconocen

Negarse a ver la realidad y manipular a los españoles, llegando a insultar, calumniar y difamar a millones de catalanes diariamente en redes sociales y en la prensa…es simplemente vergonzoso.

Un año mas, he cubierto como profesional de la comunicación audiovisual la Diada en Catalunya, destacando la masiva manifestación que llenó toda la Av. Meridiana en Barcelona. Dejando las cifras a un lado, pues ya sabemos que depende de donde sople el viento había mas de dos millones de seres humanos o solo cincuenta mil, podemos afirmar gracias a la tecnología que disponemos y al buen hacer de muchos compañeros de la prensa internacional que filman desde ángulos imposibles, que un año mas, millones de catalanes han salido a la calle. Porque no solo en Barcelona se manifiesta la gente, en la mayoría de poblaciones catalanas, (destacando Tarragona, Girona, Lleida, Olot, Vic, Ripoll, Figueres, Terrassa, Sabadell y Mataró), se organizan actos relacionados con la independencia y el soberanismo y si sumamos todas las personas que salen a la calle en ciudades, pueblos y villas catalanas, y las añadimos a los que llenaron la Meridiana, nos sale una cifra realmente interesante. Dicho esto, es importante destacar que el talante democrático de un país civilizado siempre se demuestra en su voluntad de diálogo. He cubierto muchas manifestaciones en muchos países, algunas pacíficas y otras violentas y siempre me he preguntado ¿porqué se organizan?, ¿qué es lo que mueve a tanta gente a salir a la calle?…algún motivo tendrán, digo yo.

Observo que en el gobierno de España estas preguntas tan básicas no se las formulan, y es un problema para la democracia y la convivencia. En Catalunya negar el clamor popular es absurdo y publicar portadas incendiarias como las de Libertad Digital no ayuda a la concordia, sino que avivan la llama de la violencia y el odio, algo que a muchos retrógrados nostálgicos del franquismo les hace mucha ilusión. La inteligencia de una sociedad y la de sus gobernantes se demuestra no en el campo de batalla, sino en la mesa de negociación. Ahora mas que nunca, España debe reaccionar si no quiere perder el motor del Mediterráneo, el pulmón económico que supone para ellos Catalunya. Y lo saben.

Negarse a ver la realidad y manipular a los españoles, llegando a insultar, calumniar y difamar a millones de catalanes diariamente en redes sociales y en la prensa…es simplemente vergonzoso. ¿Tanto cuesta abrir la puerta al diálogo y a la negociación para buscar una salida pactada a un problema que va in crescendo año tras año?. En una guerra fría, como la que existe en estos momentos entre Catalunya y España, lo último que necesitamos son pirómanos, necesitamos diplomacia, talante democrático y mucho diálogo. Espero que el cambio de gobierno, si llega, ayude a encontrar una salida pacífica que beneficie a ambas partes. En un divorcio, un buen abogado y el entendimiento de ambas partes, ayuda a mejorar el futuro de los hijos.

No hay mas ciego que el que no quiere ver.