THE OBJECTIVE
Maria Valls Roque

Es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta

Era de esperar, sólo hacía falta un par de días más para que nos confirmaran algo que ya se veía venir: lo del avión Ruso en Egipto no ha sido más que un minúsculo ataque en la guerra de Oriente Medio. Porque no nos engañemos, esta vez quien corta el bacalao no es ni EEUU ni Merkel, sino Arabia Saudí e Irán. E ISIS de por medio.

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Es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta

Era de esperar, sólo hacía falta un par de días más para que nos confirmaran algo que ya se veía venir: lo del avión Ruso en Egipto no ha sido más que un minúsculo ataque en la guerra de Oriente Medio. Porque no nos engañemos, esta vez quien corta el bacalao no es ni EEUU ni Merkel, sino Arabia Saudí e Irán. E ISIS de por medio.

Era de esperar, sólo hacía falta un par de días más para que nos confirmaran algo que ya se veía venir: lo del avión Ruso en Egipto no ha sido más que un minúsculo ataque en la guerra de Oriente Medio. Porque no nos engañemos, esta vez quien corta el bacalao no es ni EEUU ni Merkel, sino Arabia Saudí e Irán. E ISIS de por medio.

Es de ilusos pensar, por más que muchos medios de comunicación lo estén pregonando así, que aquí los Americanos son los buenos y los Rusos son los malos. Pensemos, aunque nos asuste, que ninguno de ellos está jugando por el bien de la humanidad. Ambos se juegan mucho, tanto económica como geopolíticamente. Muchos años lleva Estados Unidos intentado coger la sartén por el mango ayudando a Arabia Saudí a satisfacer su poder en la zona. ¿La Primavera Árabe? Un cuento. ¿Obama intentando derrocar a un dictador venido de un país tan lejano para él como Siria, porque América se ha autoproclamado defensora de la democracia y de la libertad? Otro cuento.

¿Quién le ha colgado el San Benito a este hombre? Es inadmisible que alguien vaya dando lecciones de moral cuando los “daños colaterales“ a la población de cada país que toca se haya convertido en su sello de identidad. Por los menos ahí tenemos a Putin, el único gallo del corral que ladra y también muerde. Si dice que apoya a Assad, lo apoya. Si dice que combate a ISIS, los combate. Los melodramas diplomáticos hace ya tiempo que no sirven. Hay que pasar a la acción. Y eso es algo que Estados Unidos y Europa no están sabiendo manejar.

¿Está América cometiendo el mismo error que llevó a cabo en Afganistán en los 80? Muchos se preguntan si es en realidad Estados Unidos el precursor del Estado Islámico, al igual que fue de Al-Qaeda por aquel entonces.

Una vez más, esta guerra va más allá de nuestras propias narices occidentales. Es una guerra civil entre Arabia Saudí e Irán. Entre suníes y chiíes en la cual, occidente como siempre quiere llevarse su trozo de pastel para relamerse los labios una vez hayan destruido ciudades y familias al completo y la guerra haya terminado. Pero, ¿quién decide que ya ha terminado? ¿Termina cuando Assad abandone el poder? ¿Termina cuando ISIS abandone el país? Que Bashar Al-Assad se mantenga férreo en su trono con ayuda de Rusia significaría un desastre para Estados Unidos, que lleva desde que el conflicto estalló señalándole como el principal enemigo. Si Al-Assad es derrocado “por el pueblo sirio”, sería una victoria para Obama y una auténtica catástrofe para Putin geopolíticamente (no olvidemos la base de Tartus). Su credibilidad y prestigio como presidente de la Gran Rusia disminuiría ante la comunidad internacional.

Hagan sus apuestas, pero el final de esta historia no va a ser nada agradable. Porque no olvidemos, al próximo que coloquen en el poder Rusia y Estados Unidos será otro hijo de puta, pero será su hijo de puta.  

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