THE OBJECTIVE
David Mejía

Rajoy, Sánchez y elogio de Pablo Iglesias

«Iglesias tiene una idea estable, aunque sea mala. Las ideas de Sánchez están subordinadas a sus intereses y en Mariano hay pocas ideas, pero menos voluntad»

Opinión
9 comentarios
Rajoy, Sánchez y elogio de Pablo Iglesias

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Mariano Rajoy. | The Objective

No todos los días trae la prensa autorretratos tan finos. Leí la columnita de Rajoy y poco después escuché el discursito de Sánchez. Mariano hablando de fútbol en El Debate y Sánchez hablando de Sánchez en el homenaje a Almudena Grandes. El primero escribía: «Dije que Alemania es Alemania y creo que Alemania me ha dado la razón». El segundo decía: «Una de las cosas (sic) por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador». Sánchez y Mariano, Mariano y Sánchez, cada día más imparodiables. ¿Cómo no quererlos?

En medio de este fuego cruzado entre titanes de la política, me pregunto hasta qué punto uno no es la consecuencia -quizá la condición de posibilidad- del otro. Puede que Sánchez y Mariano sean como Federer y Nadal o como Messi y Cristiano: un binomio que se retroalimenta, solo que en lugar de fomentar la excelencia fomenta la decadencia. Tal vez Mariano escribe de fútbol como Obama inaugura bibliotecas, por filantropía o voluntad de devolver a la sociedad lo que la sociedad le ha dado. Al fin y al cabo, llegó más lejos Mariano leyendo el Marca que Errejón leyendo a Laclau, y es justo que se sienta en deuda con el periodismo deportivo. Esta es la lectura más optimista. La alternativa es pensar que la selección española le interesa más que España. Ustedes dirán; el Estado se desmorona y Mariano comenta el Mundial abusando de tautologías. 

«Mariano se parece a Iglesias en su afán de perseguir sus sueños: uno aspira a columnista deportivo, el otro a telepredicador»

Mariano se parece a Pablo Iglesias en su afán de perseguir sus sueños tras abandonar la política: uno aspira a columnista deportivo, el otro a telepredicador. Pero, si me lo permiten, mis elogios son para Pablo Iglesias. A Iglesias se le puede acusar de muchas cosas, pero no de faltar al compromiso con su idea de España. Que esa idea resulte delirante para cualquier mamífero adulto es otro tema; estamos elogiando su voluntad inquebrantable de hacer realidad una idea de país.

Iglesias no ha creado un pódcast para hablar de las series que tanto le gustan, ni ha vuelto a esas entrevistas que, por cierto, tan bien conducía. No. Iglesias está enemistándose con la media España que no le odiaba, incluyendo aquellos que lo auparon al estrellato, para imponer sus ideas. Es admirable ver que alguien tiene una idea estable, aunque sea mala. En cambio, lo único que sabemos de las ideas de Sánchez es que están subordinadas a sus intereses. Y de las ideas de Mariano… pues, sabemos que ni siquiera dependen de una voluntad de poder. Porque en Mariano hay pocas ideas, pero menos voluntad. Y en ese sentido, ha sido muy influyente en su partido.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D