Excepción y privilegio fiscal para Cataluña
«Conceder a Cataluña un régimen fiscal a la vasca o a la navarra sería injusto –por discriminatorio-, infundado -por carecer de base histórica- y anticonstitucional»
Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. | Alejandra Svriz
Entre las varias cuestiones alarmantes de lo firmado ayer por PSOE y Junts, por razones de experiencia profesional voy a centrarme en las referidas al ámbito fiscal. Siguiendo su costumbre, el partido independentista ha sido muy claro: propugna sacar a Cataluña del constitucional régimen fiscal común para incluirla entre las excepciones previstas constitucionalmente para la Comunidad Autónoma Navarra y para las Diputaciones Forales del País Vasco. Solo así puede entenderse su pretensión relativa a que la Generalitat se responsabilice del 100% de los impuestos se pagan en Cataluña. Concederlo sería conceder un privilegio como el que tienen vascos y navarros, pero con dos diferencias sustanciales. Primera, en el caso de Cataluña no existen los antecedentes históricos en los que funda el Concierto y el Convenio aplicados en el País Vasco y en Navarra. Segunda, el régimen fiscal especial para estas dos comunidades figura en la Constitución y fue validado por todos los españoles en el referéndum constitucional de 1.978.
Conceder a Cataluña el mismo régimen fiscal especial modificando la LOFCA sería injusto –por discriminatorio-, infundado -por carecer del basamento histórico-, y anticonstitucional –por modificar mediante una ley lo que establece la Constitución-. Además, da calambre imaginar lo que supondría que la recaudación, el control y la inspección del IVA y del Impuesto sobre Sociedades recayera en poder de la Generalitat. Basta con pensar en la presión que sufrirían las empresas catalanas para apoyar las nuevas ediciones del procés si los inspectores que comprueban sus impuestos fueran funcionarios de los Gobiernos independentistas.
Es verdad que, frente a las pretensiones expuestas por Junts, en el acuerdo suscrito ayer no figura que el PSOE las acepte, pero ¡tampoco figura que las rechace! Y bien que podría figurar como sucede en el caso de la controvertida legitimidad del referéndum de 2017 que siendo afirmada por Junts, el PSOE sí afirma explícitamente que la niega ¿Por qué entonces no ha rechazado categóricamente la opción fiscal que enarbola Junts?
«Los socialistas aceptan como opción la injusta, infundada y anticonstitucional propuesta de los de Puigdemont»
Es más, exponiendo en el acuerdo los socialistas su ambigua apuesta «por la autonomía financiera y el acceso al mercado de Cataluña», en realidad están dejando literalmente la puerta abierta para que se lleva a la práctica la de Junts. Evidentemente, conceder a Cataluña un régimen fiscal a la vasca o a la navarra supone aumentar su autonomía, por lo que ambas propuestas -la del PSOE y la de Junts- son perfectamente compatibles. Aquí está lo dramático del caso, los socialistas aceptan como opción la injusta, infundada y anticonstitucional propuesta de los de Puigdemont.
Pero se llegue o no a tanto, a lo que sí ha llegado ya el PSOE y consta explícitamente en el acuerdo firmado ayer, es a discriminar a Cataluña frente al resto de comunidades de régimen fiscal común. Es así pues su apuesta por aumentar «la autonomía financiera y el acceso al mercado» va literalmente referido a Cataluña de forma exclusiva. No viene enmarcado en una modificación de la LOFCA o del Sistema de Financiación Autonómica que afectara a todas las Comunidades. No, según figura en el acuerdo, su única destinataria sería Cataluña. Una cesión más de Sánchez ante Puigdemont que, no siendo la de más gravedad, si es indiscutiblemente grave.
