THE OBJECTIVE
Álvaro del Castaño

Deseos para el 2024

«El cambio de ciclo político es mucho más posible de lo que nos imaginamos. Solo necesitamos que una de las muchísimas bolas que maneja en el aire el malabarista de la Moncloa se estrelle contra el suelo»

Opinión
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Deseos para el 2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Ilustración: Alejandra Svriz

Estas navidades he reflexionado en profundidad sobre mi lista de deseos para el nuevo año, porque mi intención era la de compartirla con todos mis lectores. He realizado una valiente labor de análisis exhaustivo e introspectivo antes de embarcarme en esta misión.

El objetivo de este ejercicio anual es el de hacer un examen de conciencia, rebuscando en la profundidad del alma los factores que pueden contribuir a ser mejor persona. Hay que hacer del nuevo año un periodo de crecimiento personal exento absolutamente de egoísmo.

Como columnista y escritor me siento regularmente psicoanalizado por las miles de personas que me leen mensualmente. Por lo tanto, animo a mis lectores a que dejen sus comentarios y recomendaciones sobre mi lista de ‘Deseos para el 2024’ al final de este artículo, por si acaso me hubiera olvidado de algo relevante. 

Ante el valor sociológico de este ejercicio, a continuación paso a compartir humildemente con todos ustedes esta lista (ordenada por orden de relevancia):

1. Que Pedro Sánchez abandone la Presidencia del Gobierno de manera estrepitosa.

2. Que Perro Sanxe cambie de trabajo y pase a engrosar las listas del paro, de donde nunca debió salir, dadas sus escasas cualificaciones personales.

3. Que el Fraudillo tenga la oportunidad de trabajar en un gran puesto de responsabilidad fuera de la Moncloa, quizá como organizador de homenajes a etarras excarcelados y a separatistas amnistiados.

4. Que la nariz de Pinocho Sánchez se deslocalice y vuelva a su residencia personal en Pozuelo de Alarcón.

5. Que Falconetti siga volando en avión muy frecuentemente, pero que lo haga en aerolíneas de bajo coste, ya sin hacerlo a coste del Tesoro.

6. Que Pretty Sánchez continue ilusionando a sus admiradores con sus trajes eléctricos fuera de los aledaños del palacio de la Presidencia del Gobierno.

7. Que Felón Sánchez siga traicionando, y abonado a la mentira, pero que lo haga ahora exclusivamente en el ámbito estrictamente socialista y familiar. Así todo queda en casa.

8. Que su Sanchidad, se mantenga henchido de sí mismo y encantado de conocerse, pero que acabe explotando de manera exquisita como el tiburón asesino de Jaws (Spielberg), la Estrella de la Muerte de Star Wars (Lucas), o como la cabeza humana de Scanners (Cronenberg), pero que lo haga fuera del perímetro monclovita.

9. Que el doctor Sánchezstein, el creador del gobierno monstruo a base de retazos de radicales, extremistas, comunistas e independentistas, consiga mantener su frenético laboratorio político, pero ya muy alejado del distrito madrileño de Moncloa-Aravaca.

10. Que PsicoSánchez mantenga su obsesión por el poder, pero al margen de la política nacional, quizá como presidente de su propio club de fans.

11. Que Doctor Cum Fraude siga acumulando doctorados pseudo fraudulentos, y escribiendo libros no escritos por él (todos realmente escritos por un tercero), pero ya como actividad profesional permanente y única.

12. Que Sanchinflas continue con sus patéticas actuaciones, pero que lo haga en otra productora que no sea la de España S.A.

13. Que al modernillo acrónimo SNCHZ se le añada otro, el de  “ALAPCALLE”. 

14. Que Bizcochito, siga mojando su ser en dulce chocolate caliente, pero que lo haga en exclusiva para su compañera Begoña.

15. Que al que le vota Txapote, ya no le vote ni el hidepu en cuestión.

Sé que tras leer lista tan diversa y ambiciosa pensaran que lograr el reto de alcanzar todas estas metas es misión imposible. Pero yo me conformo nada más con que uno de los quince deseos en cuestión se convierta en realidad.

Fuera de bromas sobre los múltiples motes del presidente, afirmo sin complejos que el cambio de ciclo político es mucho más posible y cercano de lo que nos imaginamos. Solo necesitamos que una de las muchísimas bolas que maneja en el aire el malabarista de la Moncloa se estrelle estrepitosamente contra el suelo, haciéndose añicos. Ese será su fin, porque, no lo duden, le están esperando un gran número de francotiradores políticos con muchas ganas, localizados a ambos flancos del espectro político, los cuales no tendrán ningún reparo en neutralizarle de inmediato.

«A Sánchez le están esperando un gran número de francotiradores políticos con muchas ganas, localizados a ambos flancos del espectro político»

(Aclaro que este artículo está escrito en clave de humor. Las referencias a que “explote” Sánchez y a un “francotirador” son metáforas humorísticas sin ánimo de causar daño, ni de empujar a nadie a la violencia. Hago esta aclaración tan innecesaria porque nuestro hipersensible gobierno, con su presidente a la cabeza, pese a querer despenalizar la quema de banderas, las injurias al Rey, a la Corona y a los símbolos, o amnistiar a terroristas callejeros, podría pensar en demandarme por incitación a la violencia) 

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