El Gobierno usa la presidencia española de la UE para favorecer a sus principales alcaldes
Hasta 18 de los 27 municipios que acogerán reuniones europeas en el segundo semestre de 2023 están gobernados por el PSOE, mientras que del PP hay cinco
España asumirá dentro de seis meses la presidencia de turno de la Unión Europea. Durante ese periodo, se celebrarán diversas reuniones ministeriales que permitirán proyectar internacionalmente las ciudades españolas que las acojan. Y del calendario oficial previsto por el Gobierno se extrae que Pedro Sánchez ha privilegiado a sus alcaldes, pues 15 de los 27 municipios que integran esa lista están gobernados por alcaldes del PSOE, que podrán presentarse a los comicios de mayo presumiendo de ello. En otros tres consistorios (Barcelona, Valencia y San Sebastián), los socialistas cogobiernan.
Tan sólo cinco ciudades en las que la vara de mando pertenece a un regidor del Partido Popular han entrado en la lista confeccionada por el Ejecutivo central para la celebración de estas minicumbres sectoriales: Madrid, Murcia, Santander, Córdoba y Zaragoza. Pamplona (Navarra Suma), Bilbao (PNV), Tarragona (ERC) y Cádiz (Adelante Cádiz) no están regidas por ninguno de los dos principales partidos, aunque los jeltzales y los separatistas catalanes sí son socios parlamentarios del Gobierno de la Nación.
Esta desproporción en la representación no se justifica atendiendo al mapa nacional que se dibujó tras las elecciones municipales de 2019, donde el PSOE se hizo con 20 capitales de provincia, el PP con 13 y Ciudadanos con tres. Tampoco es fácil explicar la ausencia de Málaga como sede de alguna reunión, ya que es la única capital dentro del top diez por población que no figura entre los actos del semestre europeo. La no inclusión de la ciudad gobernada por Francisco de la Torre (PP) es muy llamativa, por cuanto en los últimos años se ha erigido como una gran urbe europea en sectores como el turismo, la cultura, la innovación o incluso la ciberseguridad, que son temas sobre los que versan algunas de las 30 reuniones programadas.
Por contraste, llama la atención la presencia en los fastos europeos de Alcalá de Henares, gobernada por el socialista Javier Rodríguez Palacios, que apenas tiene 200.000 habitantes. También sorprende la pertinencia de que Las Palmas de Gran Canaria, ciudad que aspira a gobernar la todavía ministra de Sanidad, Carolina Darias, vaya a albergar durante dos días un Consejo de Ministros de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO).
Granada es otra de las ciudades privilegiadas en esta importante cita. La ciudad cuya vara de mando tiene el socialista Francisco Cuenca, soliviantado contra Pedro Sánchez por la sospechosa adjudicación de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) a La Coruña, será una de las grandes protagonistas: la Alhambra recibirá el 6 de octubre a los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE. Será una cumbre informal de líderes europeos, la única en territorio español de todo el semestre, ya que el resto de reuniones tendrán rango ministerial.
El Comité Organizador de la Presidencia Española de la Unión Europea aprobó el listado de ciudades que el Gobierno propuso el pasado mes de julio. Este está presidido por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y asistido por la Oficina de la Presidencia Española de la Unión Europea. El vicesecretario general del Partido Popular, Esteban González Pons, criticó la lista por haberse centrado en España y no contener más actividades en Bruselas o Estrasburgo. Una evidencia, según el popular, de que Pedro Sánchez hará «publicidad» y no «política».
«A la gente de las provincias españolas les produce mucha satisfacción ver a ministros letones paseando por sus paseos marítimos», ironizó el vicesecretario del PP en una entrevista concedida a Onda Cero, «pero donde debería hacer reuniones es en Bruselas y donde debería estar es en Estrasburgo y donde debería liderar es desde Bruselas».
Escaparate para Sánchez
Los alcaldes que acogerán la presidencia europea en el segundo semestre, y que podrán presumir ante el electorado en la campaña previa a las elecciones de mayo, no son los únicos beneficiados. También cabe resaltar que Pedro Sánchez compaginará durante seis meses la presidencia de turno del Consejo Europeo con la presidencia del Gobierno de España. Esto, en plena precampaña electoral y a tan solo unos días de disolver el Parlamento, por cuanto los comicios generales deberían celebrarse como muy tarde el 10 de diciembre (y para ello la disolución debería producirse el 16 de octubre).
Aunque la política nacional no debería aparecer en ninguna de estas 30 reuniones, reservadas a priori a cuestiones exclusivamente europeas, no cabe duda de que Moncloa puede sacar rédito de la imagen de Pedro Sánchez con líderes como Emmanuel Macron, Olaf Scholz o Ursula von der Leyen. Máxime si se tiene en cuenta que España lleva 12 años sin tener la presidencia rotatoria de la UE.