El Gobierno dio a dedo a Globalia la ruinosa aerolínea de Correos en plena trama de Ábalos
El complot que salpica al exministro centró sus objetivos en firmas en dificultades y en un proyecto de la compañía postal
Avión de Correos gestionado por en su día por una filial de Globalia. | Correos
El Gobierno no solo rescató Air Europa en pleno funcionamiento y auge de la supuesta trama de comisiones que está salpicando al exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Meses después de rescatar Air Europa, el Consejo de Ministros autorizó una línea de salvamento para Ávoris Corporación Empresarial, una compañía que entonces –16 de marzo de 2021– estaba participada en un 49,5% por Globalia, dueña de Air Europa y propiedad de Juan José Hidalgo.
Posteriormente, en enero de 2022, Correos otorgó sin licitación pública a la compañía aérea Iberojet, perteneciente a Ávoris, la puesta en marcha una aerolínea de mercancías para la empresa postal presidida en aquellas fechas por el amigo personal y hombre de confianza del presidente Pedro Sánchez, José Manuel Serrano. Un proyecto de Correos adjudicado a una corporación que acababa de ser rescatada, que acabaría generando pérdidas millonarias y del que Globalia salió a finales de 2022, tras vender su participación en Ávoris, a cambio de tan solo un euro, al Grupo Barceló.
Pocos días después de la salida de la familia Hidalgo, paradójicamente y pese a recibir por ello una cantidad simbólica de parte de la matriz de Air Europa, Ávoris devolvió el préstamo participativo que recibió de la SEPI en plena pandemia. Durante el verano anterior y mientras fracasaba el proyecto aéreo encargado por Correos, Interjet había conseguido poner en marcha, en colaboración con Air Europa, una serie de vuelos que conectan España con distintos destinos turísticos en México, Cuba, República Dominicana y Costa Rica. Países, algunos de ellos, visitados por Koldo García junto al exministro y algunos empresarios tras su salida del Ministerio.
Correos, Aldama y Air Europa
A todos estos contratos y operaciones se suma la emisión por parte de Correos, en octubre de 2021, de un sello conmemorativo del Zamora Club de Fútbol por su 53 aniversario. Se da la circunstancia de que este equipo estaba presidido por Víctor de Aldama, uno de los empresarios clave de la trama que investiga la Fiscalía Anticorrupción y que trabajaba para Globalia. Nunca ha jugado en primera ni segunda división, y a diferencia de otros clubes de fútbol incluidos en la colección Deportes 2021, de la compañía pública postal presidida entonces por un amigo personal de Sánchez, el equipo de Aldama no cumplía ninguna fecha conmemorativa especial. Pese a su escasa relevancia futbolística, el club tuvo entre sus patrocinadores a Air Europa, a varias empresas del sector sanitario y también al gobierno regional de Oaxaca (México).
Este martes, Globalia admitía que De Aldama formaba parte de su equipo de asesores y que la relación contractual con él se extendió a lo largo de 2020. Sin embargo, como revelan las fotos publicadas por este diario, desde principios de 2019 ambas partes tenían una cierta vinculación. Aldama viajó a México junto al CEO de Air Europa, Javier Hidalgo, para negociar la apertura de nuevas rutas con el estado de Oaxaca. El grupo Globalia, no obstante, no ha cuantificado los pagos realizados a Aldama por su servicios, entre los que se incluyó al menos la intermediación con el Ministerio de Transportes para su rescate público, según ha desvelado el propio exministro Ábalos, hoy diputado del Grupo Mixto.
De acuerdo con distintas fuentes de máxima solvencia consultadas por THE OBJECTIVE, el entramado creado para delinquir a través de mordidas tenía como presunto objetivo empresas en dificultades económicas y en las que el Gobierno pudiera interceder en la búsqueda de un comprador, así como la creación de una aerolínea por parte de Correos y el cobro ilegal de comisiones gracias a las adjudicaciones de las mascarillas durante la pandemia.
Esto último, según la querella de la Fiscalía que investiga el juez Ismael Moreno en la Audiencia Nacional, se habría realizado a través de los contratos covid a dedo concedidos a la empresa zaragozana Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL. Adjudicaciones por importe de 53 millones de euros que habría generado algo más de 15 millones en comisiones ilegales a la trama conformada presuntamente por el propio Aldama, junto al que fuera máximo colaborador de Ábalos, Koldo García Izaguirre, y otros investigados por sus vínculos con el entramado societario liderado supuestamente por el empresario Juan Carlos Cueto.
El juez coloca a la mano derecha del exministro en el centro de las pesquisas por su relación con De Aldama en el denominado caso Koldo. Ambos sirvieron de presuntos facilitadores en la adjudicación de las mascarillas, por parte del Ministerio de Transportes y del Interior, a la compañía Soluciones de Gestión. Según la investigación, ambos acabaron desviando parte de las mordidas obtenidas por las mascarillas a empresas con sede en Brasil y Luxemburgo.
El papel de Ávoris y la SEPI
Ávoris, según estas fuentes, cobra una especial relevancia para el empuje de la trama. Su rescate por parte de la SEPI se produjo cuando Ábalos aún formaba parte del Gobierno. De los 320 millones concedidos, esta filial de Globalia destinó a su marca Iberojet cerca de 66 millones con el fin de sanearla, y posteriormente cobraría relevancia.
En enero de 2022 Correos anunció una alianza comercial con dicha compañía para lanzar una aerolínea de mercancías. El grupo puso en marcha entonces su servicio de transporte aéreo de paquetería y de mercancías para dar respuesta, a su juicio, al incremento del comercio electrónico. Aunque en un principio la compañía estatal se planteó la adquisición de aviones, posteriormente se inclinó por otorgar el servicio, sin un concurso público y por tanto a dedo, a Iberojet, firma de vuelos de Ávoris.
El inicio de la actividad arrancó con la ruta Madrid-Hong Kong-Madrid, pero su operativa no duró mucho tiempo. En 2023 Correos rompió su alianza con Iberojet y, según algunos medios, como ABC, el proyecto ha generado unas pérdidas de unos 25 millones de euros. Los contratos sellados supuestamente han sido investigados por la compañía que presidía Serrano hasta diciembre, cuando fue relevado por Pedro Saura.
Meses después de sellar la joint venture, Globalia se desvinculó de Ávoris y en diciembre de 2022 vendió por un euro a su socio Barceló su participación en la empresa, que había sido rescatada. Días después de que la familia Hidalgo se desprendiera de las acciones, el conglomerado al que Correos adjudicó su fracasada aerolínea de mercancías devolvió el dinero recibido por el Gobierno a la SEPI, convirtiéndose en la primera firma ayudada por la pandemia en devolver el dinero.
Pero, entretanto, en verano de dicho año Iberojet puso en marcha distintas rutas en colaboración con Air Europa para conectar las principales ciudades de España y Europa, vía Madrid, con Punta Cana (República Dominicana), Cancún y Los Cabos (México), además de Varadero y La Habana (Cuba), San José (Costa Rica) y Mauricio.
Air Europa, a diferencia de Ávoris, aún no ha devuelto ni un euro. El Gobierno no ha dado ningún detalle sobre la inyección que recibió. Y todavía Iberia –filial española del grupo británico IAG– está negociando con Bruselas las condiciones para completar la adquisición de la aerolínea comercial de la familia Hidalgo tras años de conversaciones.
El PP, en su ofensiva contra el Gobierno, ha registrado este martes en el Senado un escrito en el que solicita una copia íntegra de «los expedientes de contratación suscritos sin publicidad» con Correos, entre los que se encontraría el sellado con Ávoris para la aerolínea. También ha solicitado los acuerdos con otras empresas, como Adif, Puertos del Estado, Renfe y Soluciones de Gestión.
