La Guardia Civil teme una avalancha de pateras en Andalucía tras el terremoto en Marruecos
La AUGC reclama apoyo material y sanitario al delegado del Gobierno ante las dudas con la actitud de Rabat
Un guardia civil observa una patera con inmigrantes. | AUGC
La tensión aumenta en las costas andaluzas tras el terremoto en Marruecos del pasado 8 de septiembre. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) apunta que, aunque no siempre una situación así se traduce en una avalancha de inmigración inmediata, la tensión sube, y sobre todo, «cuando no se han hecho los deberes a nivel gubernamental». Los guardias civiles en Almería llevan años solicitando un refuerzo y apoyo a nivel humano, material y sanitario. Pero hasta el momento no han obtenido respuesta.
Las miradas también se ponen en Lampedusa, donde la llegada de inmigrantes a la isla italiana ya ha superado al de los habitantes del lugar. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen, presentó un plan de acción en el que se incluye un apoyo a Italia de la Agencia de Asilo de la Unión Europea y la Guardia de Fronteras y Costas Europeas.
Las medidas restrictivas podrían provocar un reflujo migratorio hacia las costas españolas: «Las personas bien gestionadas podrían ser muy beneficiosas en un país demandante de empleo. Lo que observamos es que las personas tienen que esperar dos años en la clandestinidad antes de obtener la residencia o la autorización de vivir en un país, en condiciones de vida y trabajo lamentables», asegura Víctor Vega, secretario provincial de Almería de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, a THE OBJECTIVE.
Ante esta situación, la AUGC se siente desprotegida en la costa almeriense. Los guardias civiles han solicitado reiteradamente al delegado de Gobierno la reforma del modelo policial, la mejora de medios tanto en el servicio marítimo como en las unidades territoriales, vehículos mampara, autobuses de traslado y medios humanos.
El delegado del Gobierno alaba a la Guardia Civil
El delegado del Gobierno de Andalucía, Pedro Fernández, alabó públicamente la pasada semana a la Guardia Civil de Almería por su trabajo. Concretamente por la labor que están desempeñando en el punto de la costa andaluza «al que más están llegando pateras».
El delegado del Gobierno en Andalucía subrayó hace unos días que «la atención que se está prestando y la buena organización permite que no haya situaciones ni de colapso ni situaciones lógicamente indignas con respecto al trato a los inmigrantes».
Las palabras del delegado del Gobierno suponen un «escándalo», a juicio de la citada asociación de guardias civiles, que recuerda que ha solicitado en reiteradas ocasiones reuniones con la Subdelegación del Gobierno de Almería, así como con la Delegación del Gobierno de Andalucía, y no ha obtenido respuesta. Vega advierte de que la plantilla se encuentra «sin esperanzas» después de tres años de lucha por ofrecer un trato digno a los inmigrantes y a los guardias civiles.
Además, considera que España debería afrontar este tema al estar al frente de la presidencia de la Unión Europea: «Nosotros en Europa vamos a dar lecciones sobre inmigración cuando no se está haciendo nada en nuestro propio país», hace hincapié el responsable de AUGC.
Como adelantó THE OBJECTIVE, la forma de actuar de las pateras ha cambiado en los últimos años. En la actualidad, los traficantes de seres humanos esperan tener un gran número de personas dispuestas a cruzar el Mediterráneo para poder arribar a la costa española entre cuatro y ocho pateras. De esta forma, las pateras llegan al mismo tiempo a las playas y no hay efectivos suficientes de la Guardia Civil para interceptar la llegada masiva.
Además, las embarcaciones utilizadas para el tráfico de seres humanos son las mismas que se dedican para el narcotráfico. Las ‘narcopateras’ pueden alcanzar una velocidad de 60 nudos (unos 110 km/h), lo que impide a la Guardia Civil interceptar en muchas ocasiones a los patrones de estas embarcaciones con los medios que actualmente tienen.
Las continuas mejoras por parte de las mafias de tráfico de personas contrastan con la escasez de efectivos por parte de la Guardia Civil. A pesar de que el delegado del Gobierno en Andalucía aseguró que se «está mejorando permanentemente los sistemas» para la «persecución» de esta mafias, la AUGC lo desmiente y asegura que es hora, al menos, de ser escuchados por la clase política.
La AUGC considera que la ausencia de medios humanos está provocando una falta de control sanitario que podría tener consecuencias. En opinión de Vega, los inmigrantes recién llegados a las costas y no interceptados acuden a los negocios locales a comprar o toman autobuses, en muchas ocasiones con destino a Francia, sin ningún tipo de control sanitario previo: «Es algo que lleva pasando años pero hemos normalizado», subraya.
El alcalde de El Ejido también reflejó la situación actual de sus costas en Onda Cero: «Hace falta evidentemente una política diplomática, que los diferentes ministerios hagan su trabajo también con los países de origen. Hace falta incrementar las plazas en centros internamiento, agilizar los expedientes de expulsión y repatriación, porque solo así vamos a poder ir frenando y apostando por una inmigración legal y ordenada vinculada a la empleabilidad, que es lo que dista nuestro ordenamiento jurídico y es lo razonable».
Por su parte, la presidenta de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán, apuntó en Europa Press que el impacto del terremoto puede influir «en el aumento de llegadas» de inmigrantes a España «en un futuro próximo». En este sentido, Vega incide en que la gestión de Marruecos con respecto a la situación es un «interrogante».
El terremoto en Marruecos ya deja unas cifras que superan los 3.000 muertos. El Ministerio de Interior marroquí confirmó más de 5.500 heridos tras el terremoto de una magnitud de 6,8 en la escala de Richter el pasado 8 de septiembre. Según Víctor Vega, la situación en Libia también podría tener su reflejo en un éxodo migratorio: «Podríamos ver los efectos migratorios de esta catástrofe en los próximos meses». Como ha informado THE OBJECTIVE, los muertos en Derna, Libia, superan los 11.300 por las inundaciones.
