El exdelegado de Cultura en Málaga anuncia su baja del PSOE tras la amnistía
Manuel García acusa a Sánchez de traicionar a sus votantes y militantes por «un puñado de votos»
Manuel García, exdelegado de Cultura en Málaga.
El delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga entre los años 2008 y 2012 ha presentado su baja tras el acuerdo de Pedro Sánchez con los independentistas. Manuel García, ha enviado una carta al líder del PSOE donde lo avisa de estar «conduciendo al partido por una senda populista».
La misiva remitida a la calle Ferraz sugiere que la decisión tomada por los socialistas supone un chantaje a los afines del partido político: «Hoy nos encontramos con que, por un puñado de votos de un partido liderado por un prófugo de la justicia española, un partido supremacista que representa los intereses de las élites catalanas, está dispuesto a traicionar todo lo que se defendió ante nuestro votantes y nuestros militantes».
Manuel García, quien también ocupó un cargo relevante en la Consejería de Empleo en el Gobierno de Susana Díaz, explica que la decisión de abandonar el PSOE parte de una «profunda meditación» en la que ha estado inmerso durante tres meses. El abandono del partido del que ha formado parte por más de 23 años supone para él una «dolorosa decisión», según expresa al inicio de la carta.
Las duras palabras contra Pedro Sánchez y su equipo apuntan hacia un distanciamiento con respecto a las bases democráticas que han sostenido al PSOE «desde la transición democrática en España»: «El PSOE se ha caracterizado por liderar los procesos políticos atendiendo a los ideales de la socialdemocracia europea. La defensa de los valores de la democracia liberal representativa, del Estado social y democrático de Derecho, así como de la unidad de España garantizando la solidaridad entre las autonomías que la integran, han sido nuestras banderas como fuerza constitucionalista».
El exdirigente socialista ha reflexionado sobre la incoherencia que implica iniciar un gobierno de la mano de aquellos que «tienen como objetivo romper nuestra convivencia»: «Es imposible construir un proyecto de gobierno progresista, sometiéndose al chantaje permanente de quienes no quieren compartir un presente y un futuro de convivencia fundado sobre el principio de solidaridad con el resto de los españoles».
«Bandazos de cambios de opinión»
Manuel García define un liderazgo débil y sin convicciones. La ley de amnistía anula la «responsabilidad penal, administrativa y contable» de todos aquellas personas vinculadas con la preparación, ejecución y consecuencias del proceso soberanista en Cataluña durante una década.
Este movimiento del PSOE tiene poco que ver, según el exdelegado, con lo que el partido sostenía antes del 23 de julio: «Se dijo que no habría amnistía, que Puigdemont rendiría cuentas ante la justicia, que la gobernabilidad de España no recaería sobre quienes tienen como objetivo romper nuestra convivencia. Ahora hasta se admite una velada acusación de ‘lawfare’ a nuestros jueces, a los que se sitúa al borde de la sospecha de prevaricación por una pretendida injusta persecución de la insurrección independentista contra la Constitución», añade Manuel García.
La inconsistencia de Sánchez y su equipo evidencia que el «PSOE está perdiendo a chorros con este tacticismo cortoplacista, con estos bandazos de cambios de opinión según convenga en cada momento, su credibilidad como fuerza política estructurante de la democracia española».
La misiva dirigida al Secretario General del PSOE recoge algunos ejemplos históricos en los que su partido fue capaz de llegar a acuerdos para hacer «frente al desafío independentista contra nuestra Constitución». Es el caso del apoyo a Mariano Rajoy ante la aplicación del artículo 155, así como los votos del Partido Popular para que Patxi López se convirtiera en el primer lehendakari no nacionalista de Euskadi.
«El crédito se basa en la fiabilidad del liderazgo, en la fortaleza de ser fiel a unos valores éticos y en la capacidad de buscar nuevas alianzas con quienes compartimos principios democráticos, incluso desde las legítimas discrepancias ideológicas en muchas cuestiones», añade.
El exlíder socialista concluye la carta dirigida a Pedro Sánchez reiterando que del modo en el que el Secretario General está conduciendo los acontecimientos «no es posible seguir sintiéndose militante del Partido Socialista Obrero Español».
