THE OBJECTIVE
Política

Rosa Díez: «Hay que salir a defender la democracia cada día»

LA exlíder de UPyD acusa a Sánchez de la «indignidad» de promover el enfrentamiento entre españoles y de cambiar la Constitución «por la puerta de atrás»

La que fue fundadora de Unión Progreso y Democracia (UPyD) afirma con rotundidad que ella sigue haciendo política, pero desde otro ámbito. Hoy la hace desde la calle, con la protesta en la madrileña plaza de Cibeles. Rosa Díez, antigua militante del sindicato UGT y del PSOE, se muestra dura con el que fue su partido. Acusa a Pedro Sánchez de la «indignidad» de estar promoviendo el enfrentamiento entre españoles y de estar cambiando la Constitución «por la puerta de atrás». Habla abiertamente de un tribunal bajo sospecha cuando se refiere al Tribunal Constitucional (TC), aunque admite que hay que acatar sus sentencias. Por último, la exlíder de UPyD se muestra convencida de que todas estas políticas de Sánchez acabarán provocando sanciones de la UE que tendremos que pagar entre todos los españoles.

PREGUNTA.- ¿Cuándo y cómo surgió la idea de celebrar la manifestación en el día de hoy?

RESPUESTA.- A principios del mes de diciembre, algunas asociaciones nos fuimos poniendo en contacto entre nosotros. La iniciativa me llegó desde Foro Libertad y Alternativa. Nos mandaron una propuesta que nos pareció bien y lo abrimos a todas las asociaciones cívicas que quisieran, para sumarse a esta iniciativa en defensa de la democracia y las instituciones.

P.- Ha contado usted que les pusieron algunos problemas inicialmente, desde la Delegación del Gobierno, para poder celebrarse…

R.- Al principio iba a ser 21 de enero en la Plaza de Colón. Fuimos a la Delegación del Gobierno a comunicarlo y nos dijeron que faltaba más de un mes y que tenía que ser un mes exactamente antes de la fecha para registrar la solicitud. Tal como nos dijeron, volvimos exactamente un mes antes de la fecha elegida y entonces nos dijeron que ya había una solicitud previa de un particular. La habían hecho a las 00.01h de la madrugada y tenía prevalencia sobre nosotros.

«Es groseramente impresentable que la Delegación del Gobierno nos dijese que no podíamos manifestarnos en Colón»

P.- ¿Cree que es casualidad o mala fe?

R.- Es groseramente impresentable. Tanto que no merece ni comentario. Es una persona que representa a una asociación que no está registrada. En fin, que decidimos cambiar el lugar y celebrarla en Cibeles y anexos. Hemos fletado autobuses desde prácticamente todos los puntos de España y con espíritu festivo, que ya está bien de estar siempre cabreados.

P.- ¿La presencia de partidos políticos en la manifestación podría fomentar ese ambiente de crispación?

R.- Nosotros invitamos a los partidos PP, Vox y Cs a sumarse, pero no es una iniciativa de partidos, sino de la sociedad civil. Genéricamente, invitamos a todos los partidos constitucionalistas, pero es una invitación a los ciudadanos, que están concernidos. Hay mucha gente de muchas ideologías diversas, pero estamos todos llamados en defensa de la democracia y eso no es ni de derechas ni de izquierdas. Se trata de defender los valores de la Transición.

«Sánchez ha hecho una apuesta por enfrentarnos a los españoles»

P.- ¿Están en riesgo?

R.- Somos herederos de nuestros mayores, de esas personas que, con generosidad y altruismo fueron capaces de trabajar para unir y no dejar a sus hijos una herencia de confrontación entre hermanos, que es lo que está sucediendo ahora, con Pedro Sánchez, que ha hecho una apuesta por enfrentar a los españoles. Eso no es decente. Enfrentar a los españoles y resucitar las dos Españas es una indecencia. Para eso tenemos que salir a la calle, para unir. Lo que nos une es mucho más que lo que nos diferencia.

P.- ¿Se puede entender que es una manifestación contra Pedro Sánchez y sus políticas?

R.- Efectivamente, contra sus políticas, contra lo que hace, no contra él. Lo que hace Sánchez destruye a la sociedad. Va contra sus políticas y en defensa de las instituciones democráticas. Somos una democracia muy joven y muy poco vertebrada. No se ha hecho pedagogía ni nos explican que la democracia hay que salir a defenderla cada día.

«Sánchez quiere reformar la Constitución por la puerta de atrás»

P.- ¿Está en peligro la Constitución?

R.- Sí, está en peligro, porque Pedro Sánchez quiere reformar la Constitución por la puerta de atrás. El propio exministro de Justicia, recién ascendido a magistrado del Tribunal Constitucional, Juan Carlos Campo, dijo en el Congreso de los Diputados que «estamos en un proceso constituyente…». Pero habría que preguntarnos a los españoles si queremos reformar la Constitución. El Gobierno provoca reformas constitucionales por la puerta de atrás. Una de las reformas que quieren provocar tiene que ver con un referéndum en el que los catalanes decidirán el futuro de España en nombre de todos nosotros. Sánchez está llevando al Tribunal Constitucional a magistrados de obediencia debida, que dirán que es constitucional cualquier ley, reforma o propuesta que les llegue. Quieren cambiar la Constitución sin darnos la oportunidad de decidir que la queremos cambiar. La Constitución se puede cambiar, pero entre todos. Y hay algo sagrado: la nación es propiedad de todos nosotros, es un proindiviso. Nadie puede decidir en nombre de otro. Y la política de Sánchez va decidida a cambiar la Constitución, quitarnos buena parte de nuestros derechos de ciudadanía y que una minoría de los españoles decida en nombre de todos. Sánchez nos está robando derechos. El mero hecho de que haya una mesa de negociación, de gobierno a gobierno, entre Cataluña y España, reconociéndose mutuamente, como si estuviesen en igualdad, es un reconocimiento del robo de nuestros derechos de ciudadanía.

P.- ¿Se le ocurre bajo qué precepto constitucional podría encajar un referéndum de autodeterminación en Cataluña?

R.- A Sánchez y a los suyos ya se les está ocurriendo. Están hablando de una consulta no vinculante desde el punto de vista jurídico. Sea o no vinculante, no se puede celebrar ningún referéndum que afecte al conjunto de España. Pero eso es lo que están negociando: una consulta. No sé cómo le van a llamar, pero están negociando una consulta. Y la unidad de la nación es un elemento imprescindible para garantizar la igualdad de todos los españoles. Hay partes de la Constitución que son sagradas, en el sentido de que son derechos básicos y fundamentales, que son de todos.

«Se está cambiando de facto la Constitución»

P.- En todo caso, una modificación de la Constitución requiere mayorías reforzadas y un referéndum posterior, que refrende lo aprobado en las Cámaras… No hay posibilidad de reforma sin un gran acuerdo…

R.- Pero se cambia de facto, como se está haciendo. Por ejemplo, los niños, en Cataluña, no pueden estudiar en su lengua común. Una cosa tan elemental… que lo cuentas en cualquier otro país y te dicen que no es posible. Pues en España, lo es. Un catalán o un vasco puede ser funcionario en cualquier lugar de España y un español no puede serlo en Cataluña o el País Vasco si no domina la lengua llamada propia (lengua cooficial). Eso es un derecho básico y se ha cambiado. En Cataluña, que se estudie al menos un 25% en la lengua común, la lengua más competitiva, es un derecho y le están privando de un elemento de competitividad. a los alumnos. Eso perjudica a las clases más desfavorecidas, porque los que tienen dinero, empezando por los nacionalistas, llevan a sus hijos a colegios privados, donde estudian en inglés, en alemán o en francés y, por supuesto, en español…

P.- Ha mencionado al TC recién renovado. Su presidente, Cándido Conde-Pumpido ha hecho pública una hoja de ruta con la firme determinación de aligerar y sacar del cajón temas como el de la Ley del Aborto, que está recurrida ante el tribunal de garantías desde 2010… Trece años en un cajón

R.- Eso es un escándalo…

«Quiero que el TC se ponga al día y haga su trabajo, que para eso les pagamos»

P.- ¿Le preocupa en todo caso esa intención declarada de agilizar todas las tomas de decisión sobre leyes que llevaban años recurridas sin ser resueltas?

R.- Me parecería razonable que se hubiese dictaminado sobre ese recurso hace 12 años. Sobre ese y sobre todos los que hay. Además de los antiguos, también los modernos…El Gobierno modificó una Ley, para evitar que los miembros del CGPJ nombrasen a jueces para distintos destinos tras haber caducado su mandato. Eso fue recurrido y tampoco sabemos nada y hace casi un año. Si hubiese habido dictamen, seguramente no habríamos visto algunas de las barbaridades que se han producido después. Pero Conde-Pumpido lleva bastantes años en el TC. Ya estaba ahí. Alguna responsabilidad tendrá en que se hayan aparcado algunas leyes. Yo quiero, en todo caso, que el TC se ponga al día, que no es otra cosa que hacer su trabajo, que para eso les pagamos.

P.- ¿Le tranquiliza que Conde-Pumpido haya dicho en su primera declaración pública, tras ser nombrado presidente del TC, que la independencia de un territorio no cabe en la Constitución?

R.- Excusatio non petita, acusatio manifesta… ¿A cuenta de qué lo dice? ¿Por qué? ¿Lo dice porque quiere tranquilizar a alguien? Me alerta, porque es la misma persona que dijo, siendo fiscal General del Estado, que los jueces debían macharse las togas con el polvo del camino…

«Cada vez que habla Sánchez está mintiendo»

P.- ¿Quizás a ustedes, que salen a la calle a defender la Constitución porque piensan, entre otras cosas, que van a vulnerarla con un referéndum al que llamarán de cualquier manera, pero que solo se realizará en Cataluña?

R.- No es que lo creamos nosotros, es que lo han dicho desde el Gobierno… Miquel Iceta, Salvador Illa… Pero, sobre todo, lo dice con luz y taquígrafos Oriol Junqueras. Lo dicen aquellos que permiten sobrevivir a Sánchez en la Moncloa. Para nuestra desgracia, cada vez que esta gente dice alguna cosa de estas, se cumple. Sánchez dice justo lo contrario de lo que va a hacer: «No indultaré a nadie»… Pues ¡indultados! Pero no indultados de cualquier manera, no… ¡Amnistiados! Sánchez ha eliminado del Código Penal el delito de sedición. Dijo que los corruptos pagarán y se ha rebajado el delito de malversación, de modo que si utilizas el dinero para pagar campañas políticas, resulta que no es delito… Sánchez, cada vez que habla, está mintiendo. Sus socios, los sediciosos, en cambio, dicen las cosas que acaban sucediendo. Desde que llegó Sánchez, a través de una moción de censura negativa, ha hecho lo contrario de lo que afirmaba. Yo misma he pensado mil veces: «No se atreverá a hacerlo…». Pero lo hace. Así que hay que estar prevenidos y reactivos ante las políticas de Sánchez. Hay que actuar y no obedecer por anticipado. Tenemos que defender lo que es de todos.

«Las decisiones que tome el TC a partir de hora están bajo sospecha»

P.- ¿Quiere decir que las decisiones que tome el TC a partir de ahora están bajo sospecha?

R.- Pues sí. Desgraciadamente, sí. En España ha habido siempre una tendencia a colonizar los órganos y las instituciones, pero nunca ha habido tal descaro y tal desvergüenza al hacerlo. Sánchez y sus socios han dejado claro lo que quieren del TC. ¡Es de una soberbia! ¡De un descaro! Esa forma en la que intentaron cambiar el sistema de elección, con una enmienda incluida en la reforma del Codigó Penal… Es de un desprecio, no ya al fondo, sino a las formas… Y cuando el TC intentó parar esas formas, los llamaron «golpistas». El PSOE, no ya los demás, el PSOE les llamó golpistas… ¡Es brutal! Cómo pueden decir que el Parlamento no está sometido al Poder Judicial. No es que esté bajo sospecha, es que el PSOE se ha encargado de declarar que es una prolongación del Consejo de Ministros. Eso es muy malo para el sistema democrático.

P.- ¿Es usted de las que piensan que no habría que acatar las sentencias del TC?

R.- Habrá que acatarlas y no llamarles golpistas, como hicieron ellos. Pero si prevemos lo que va a ocurrir, tendremos que ir señalándolo. Somos parte de la UE y tenemos organismos que nos amparan. Por eso, tenemos que prevenir y avisar y, por supuesto, señalarlo cuando ocurra.

«La UE nos ha avisado muchas veces y acabará sancionando a España»

P.- La UE bloqueó a Polonia la llegada de fondos europeos para forzarla a hacer unas reformas de su legislación y de los derechos democráticos. ¿Cree que España acabará en la misma situación y será sancionada?

R.- Sin duda. Ya hay muchas voces en la UE, en el Parlamento, en las instituciones, mirándonos. Nos han hecho muchas advertencias sobre todas estas cuestiones y respecto a los órganos de la Justicia. Hay que decir que todos los partidos han entrado en esta manipulación y en este intento de meter a los de su cuerda, con su camiseta, pero el Gobierno es el que tiene una mayor responsabilidad y es el que más ha incurrido en estos males de la democracia. Nos han llamado la atención muchas veces y no me cabe duda de que nos la acabarán llamando por la vía ejecutiva. No es algo que yo quiera, pero es así. Salvo que Sánchez cambie -y ya nos ha demostrado que mientras pueda seguir  durmiendo en el colchón de la Moncloa no va a cambiar-, me temo que seremos sancionados. El problema es que el Gobierno va a romper la vajilla, pero la pagaremos todos los españoles.

P.- ¿Se ha planteado usted volver a la política?

R.- ¿A la política institucional se refiere? Porque la política también es esto…

P.- Me refiero al Congreso de los Diputados, al Parlamento Vasco…

R.- No, no.

P.- ¿Ha seguido de cerca las vicisitudes de un partido como CS, que le disputó el centro en su día, que acaba de acometer una refundación, para tratar de atajar su enorme declive?

R.- Sí, me meto la política en vena… Lo he seguido…

«El PSOE está empeñado en romper a la sociedad española, confrontarnos y reinar sobre el caos»

P.- ¿Es viable en España un partido de centro, que actúe de bisagra entre los dos grandes partidos, como los liberales en otros países de la UE?

R.- Me parece que el centro ideológico es la nada. Es viable que haya entendimiento entre las dos grandes fuerzas políticas. Pero tras la desaparición de la UCD, después estuvo el CDS y, más tarde, quedaron solas las dos grandes fuerzas políticas, que fueron claves para construir nuestra democracia. Se entendían, como ocurre con otros países de nuestro entorno. Pero ahora estamos en una política de confrontación, que no ha empezado con Sánchez, sino con Zapatero. Estamos en una dinámica de confrontación, de derecha e izquierda, y de mirar al rival como a un enemigo, siempre que te pueda desbancar del poder. Los que te pueden sacar del poder no son tus enemigos. Creo que es viable que nos entendamos y no sé si hay espacio para un partido bisagra… A priori parece que sí, pero luego los españoles han dejado claro que no. Pero insisto en que el entendimiento en las cuestiones básicas es imprescindible en democracia. Lo que ha ocurrido en la UE es que las socialdemocracias tradicionales han desparecido. Lo que sería el Partido Socialista y las organizaciones conservadoras no han desaparecido totalmente, pero se han convertido en marginales. Pero en ninguna de esas sociedades hay una visceralidad como la del PSOE, empeñado en romper a la sociedad española, en confrontarnos y en reinar sobre el caos. Zapatero, que es quien lo empezó, lo teorizaba: «Si conseguimos romper la derecha, el PSOE, con menos votos, gobernará durante más tiempo», decía… El problema viene con los socios que se encuentra por el camino. Zapatero lo hizo y Sánchez se supera.

P.- ¿El responsable de esta situación de crispación es Zapatero?

R.- Si Zapatero no hubiese sectarizado a las bases del PSOE hasta el extremo de odiar más al PP que a cualquier otra cosa en el mundo…

P.- Con Zapatero en la oposición se firmaron acuerdos de Estado con el PP…

R.- En la época en la que yo estaba en el PSOE, yo salía en una foto con Jaime Mayor Oreja, del PP, y me llamaban traidora. Salía con Otegi (Arnaldo) y te decían que ese era el futuro. Eso parece mentira, pero lo hemos vivido. Eso ocurrió.

«La Transición fue lo más luminoso que hemos hecho en los últimos 50 años»

P.- ¿Es usted defensora de una gran coalición a la alemana, entre PP y PSOE?

R.- Cada país tiene su modelo y su momento de hacer las cosas. De lo que soy partidaria es de que nos entendamos entre españoles, entre quienes defendimos el orden constitucional en el pasado y seguimos pensando que la Transición fue lo más luminoso que se ha hecho en los últimos 50 años. La Constitución del 78 la tenemos que defender entre todos. Soy partidaria del entendimiento entre distintos, en defensa de los que nos une.

PP-Vox: «Las alternativas frente a quienes han decidido destruir la Constitución me parecen muy positivas»

P.- ¿Le preocupa que la alternativa al PSOE con sus socios sea el PP con Vox?

R.- La alternativa de quienes defienden la Constitución frente a quienes han decidido  destruirla me parecen muy positivas. Todos los que podamos acordar en defensa de la Constitución me parece positivo. Ojalá hubiera socialistas entre ellos, porque no tenemos enfrente a la izquierda, sino una suma de organizaciones políticas, dirigida por el PSOE, para nuestra desgracia, que ha decidido derrocar el sistema del 78, pero sin preguntarnos a los españoles. Frente a eso, las alianzas entre distintos, desde un punto de vista clásico, más a la izquierda, más moderados, más radicales, son en legítima defensa. Tengo cosas que me diferencian con unos y otros partidos y cosas en las que estoy de acuerdo, pero tenemos que entendernos todos en la defensa de la Constitución. Eso no es de derechas ni de izquierdas. Incluso entendernos en el debate sobre las cosas que deben cambiarse en la Constitución para reforzar los derechos de ciudadanía, no para reforzar privilegios. En Alemania, que es un país con un modelo federal, se revisan cada cierto tiempo las leyes a la luz de sus consecuencias. Por ejemplo, se preguntan si las reformas de la educación han sido buenas, viendo los resultados unos años después. Eso es lo normal en un país civilizado y sin complejos. En España nunca se revisan las leyes en función de resultados, se cambian cuando llega un Gobierno de distinto color.

P.- ¿Es España un país acomplejado?

R.- Sí. Nos han hecho acomplejarnos. Estamos acomplejados y somos desconocedores de nuestra propia historia. Nos creemos todo lo negativo que dicen de nuestra historia y, cuando nos cuentan algo positivo, preguntamos. Eso tiene mucho que ver con nuestro comportamiento personal. Cuando te dicen algo muy positivo de alguien tú preguntas: «¿Tú crees?». Y si te dicen algo negativo dices: «¡Qué me dices!». Puede sonar anecdótico, pero es algo así. Tenemos por los suelos nuestra autoestima como país. Hemos perdido nuestra autoestima, o no la hemos tenido. ¡La historia negativa de España está escrita por ingleses, que eran nuestros principales adversarios! Y nos hemos creído todo lo negativo que han contado de nosotros.

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