La exministra Trujillo insiste en pedir la devolución de Ceuta y Melilla a Marruecos
La exministra socialista ha vuelto a expresar la necesidad de que España «cambie su posición sobre Ceuta, Melilla y las Islas Chafarinas»
La exministra socialista de Vivienda María Antonia Trujillo vuelve a la carga. A principios de septiembre, ya cuestionó la soberanía de Ceuta y Melilla asegurando que son «vestigios del pasado» que «interfieren» en las relaciones con Rabat. Unas declaraciones que llevaron a ambas ciudades autónomas a declararla ‘persona non grata‘ y que causaron un gran revuelo dentro del propio PSOE, que la desautorizó. Un movimiento que no sirvió para mucho: Trujillo ha vuelto a insistir este domingo, en una entrevista con el diario marroquí Al Alam, en la necesidad de que España «cambie su posición sobre Ceuta, Melilla y las Islas Chafarinas» y considere su «devolución a Marruecos».
«La marroquinidad de Ceuta y Melilla no debe ser puesta en cuestión por el bien de la salud colectiva de los españoles», ha asegurado, parafraseando al diplomático Máximo Cajal. «Si España cambia su posición tradicional sobre el Sáhara marroquí, ¿por qué no puede cambiar su posición sobre Ceuta y Melilla? Sí, ha llegado el momento de eso. Ya no es posible mirar en la dirección contraria: Marruecos ha reclamado estas tierras en numerosas ocasiones hasta el día de hoy, en todos los foros internacionales y nacionales, y por múltiples actores», ha insistido.
En cualquier caso, y más allá de estas palabras, la que fuera hasta su cese el pasado mayo consejera de Educación de la legación diplomática española en Rabat, donde llegó incluso a aspirar a ser embajadora, no ha ido tan lejos como en otras entrevistas a medios marroquíes, en las que ha llegado incluso a afirmar que «la libertad de expresión e información está más amparada en Marruecos que en España». Más bien, se ha limitado a repasar el estado actual de las relaciones diplomáticas entre ambos países, que ha tildado de «muy buenas», en vísperas de la cumbre internacional que reunirá a los altos cargos de Madrid y Rabat a comienzos de febrero.
«Es una nueva etapa de cooperación, trabajando más y mejor, con presencia de voluntad política. La historia, la geografía e incluso los prejuicios, bien gestionados, pueden convertirse en una base sólida para mejorar y consolidar las relaciones bilaterales. Un análisis adecuado y serio también puede transformar el desacuerdo y el conflicto en una nueva relación, basada en la honestidad, la cooperación y la necesidad de establecer un marco de entendimiento que disipe los malentendidos y las crisis recurrentes», ha asegurado la exministra.
«Más allá de las diferencias entre los dos países, es más lo que los une que lo que los divide. Marruecos es el único país árabe política y socialmente avanzado. Este es sin duda un importante punto de unión que debe invertirse y desarrollarse como un factor decisivo en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales» ha explicado.
Además, ha insistido también en desdeñar las peticiones de independencia del Sáhara Occidental, al que ha tildado de «país inexistente«. «No existe tal cosa como un pueblo del desierto, o una nación del desierto, ni un cuerpo electoral, en los campamentos de Tinduf. El desierto es muy grande, y es una gran periferia, cruzando de varios países, y contiene tribus que no guían fronteras, y hay saharauis de todos estos países, incluidos los saharauis españoles», ha sentenciado.
Trujillo, de 61 años, fue consejera de Vivienda en Extremadura. En su primera legislatura, José Luis Rodríguez Zapatero la catapultó a ministra del ramo. En octubre de de 2018, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez la nombró consejera de Educación en la Embajada española en Marruecos. Un cargo de libre designación que depende del Ministerio de Educación, entonces ocupado por Isabel Celaá, ahora embajadora ante el Vaticano.