La dirección de Ciudadanos critica la «desidia» de Villacís y teme su fracaso el 28-M
La Ejecutiva de Guasp y Vázquez empieza a verla «quemada» de cara a las elecciones en Madrid tras el fiasco de este miércoles con los avales
Begoña Villacís no levanta cabeza desde hace quince días, cuando se filtró que había valorado aceptar la oferta de puertas abiertas del Partido Popular y pidió libertad para pactar listas electorales con otras formaciones, y ahora en Ciudadanos empiezan a verla «quemada» de cara a las elecciones del 28-M en Madrid tras el fiasco de este miércoles con los avales.
El hecho de que la vicealcaldesa no lograse el 15% de apoyos de la militancia hizo saltar las alarmas en la dirección nacional que encabezan Patricia Guasp y Adrián Vázquez, donde se critica su «desidia» a la hora de captar apoyos, al tiempo que se percibe una «clara desmovilización» entre los afiliados de la capital tras las convulsas semanas que ha vivido la formación naranja.
Villacís necesitaba recolectar 126 avales de los 860 militantes a corriente de pago que quedan en Madrid, pero se quedó en 122. Si se da la vuelta a la tortilla, se puede decir que casi el 85% de los afiliados madrileños no la apoyó en este trámite. Además, la suma de los otros dos rivales en liza –Alberto Pulido (84 votos) y Juan Magín Mallafré (4)- no quedó lejos de la opción oficialista pese a que eran candidatos casi desconocidos entre la militancia y a que los afines a Edmundo Bal evitaron plantar batalla tras la renuncia del concejal Santiago Saura a postularse.
En el caso de la Comunidad de Madrid, donde se necesitaban 271 avales de los 1.650 militantes que quedan para pasar a las primarias, la candidata ungida de Villacís, Aruca Gómez, se quedó también muy cerca del umbral, con 264, seguida de Juan Antonio Carrera (171), Borja Soto (88), Juan Carlos Bermejo (41), Jorge Murillo y el citado Mallafré (4 cada uno), y Antonio Urbina (3).
El exceso de confianza de Villacís
Al igual que la vicealcaldesa, Gómez fue elegida a dedo por la Ejecutiva como candidata a las autonómicas con el argumento de que fue la que más apoyos recabó y se convirtió, al mismo tiempo, en la coordinadora de Cs en toda la región con menos del 15% de apoyos de la militancia. Un liderazgo que arranca debilitado de inicio.
La propia Villacís admitió un exceso de confianza, ya que desde su equipo se reconoció «un error de cálculo» en el trabajo de recolectar apoyos, que les llevó a quedarse a solo cuatro votos del umbral del 15%. En el caso de Aruca Gómez, a siete. Pero en la Ejecutiva naranja no se creen esta versión.
En este sentido, las citadas fuentes recuerdan que, en las primarias nacionales de enero, la lista oficialista de Vázquez y Guasp ya quedó por detrás de la de Bal (40% frente al 60%) en la región madrileña, la más importante en número de afiliados. Síntoma de que Villacís ya no tiene el tirón de antaño entre los militantes.
Además, en territorios como Murcia, la candidata oficialista, María José Ros, logró 147 avales cuando únicamente necesitaba 59 para superar la barrera del 15%. Por lo que su victoria fue incontestable. También está el ejemplo de Asturias, una región casi vaciada de afiliados y en la que el coordinador autonómico, Ignacio Cuesta, ha renunciado a presentarse a la espera de dar el salto al PP para ir de número dos en la lista de Oviedo. Allí, Manuel Iñarra superó con creces el umbral exigido al reunir 66 avales, muy por encima de los 45 que necesitaba.
Villacís lo tenía al alcance de la mano. Solo en los 21 distritos en los que se divide la capital hay 120 vocales vecinos que pertenecen a Ciudadanos, por lo que en la dirección nacional creen que la vicealcaldesa no tenía que esforzarse mucho para conseguir flanquear el umbral del 15% que se fijó en la última Asamblea General de enero -hasta entonces se exigía un 10%-.
«Los avales no te caen del cielo. Ha habido una bajada de brazos por parte de su equipo y es evidente que existe una importante desmovilización en Madrid», constata un dirigente naranja bajo condición de anonimato. Ahora bien, cualquier otra alternativa hubiera sido «suicida» a tres meses de los comicios locales, pues Villacís sigue siendo su «mejor activo» en la capital.