Guerra de relatos entre Díaz y Podemos: ¿quién va ganando la pugna a la izquierda del PSOE?
Los morados aseguran que la ministra de Trabajo ha cedido a sus exigencias pero desde el frente de la gallega ven a Irene Montero más débil que nunca
Una guerra de relato, una vez más. Los sectores de Yolanda Díaz y de Irene Montero llevan días frenéticos intentando describir lo ocurrido el pasado martes en el Congreso de los diputados, cuando se votó la primera tramitación de la modificación a la ‘ley del solo sí es sí’. Ambos segmentos sostienen que su contrincante está debilitado. Intentan aportar datos e interpretaciones para revalidar su tesis, aunque el caos es palpable en el grupo parlamentario de Unidas Podemos, donde muchos referentes rehuyen preguntas, muestran indecisión, y revelan que no saben exactamente lo que está pasando.
En cuanto a los hechos, hay dos versiones diferentes. El sector de Podemos sostiene que en la reunión del pasado martes que se celebró in extremis entre Díaz y Montero la ministra de Trabajo pidió a la responsable de Igualdad modificar el sentido del voto de Unidas Podemos a la reforma del sí es sí. Díaz y Enrique Santiago querían que Montero pasara del no a la abstención, pero la política madrileña se negó a ello. Según algunas fuentes, después de aquel choque, Díaz ha cedido y se ha alineado a la posición de Montero. Y agregan que después de la votación las dos han mantenido otras reuniones discretas para aclarar lo ocurrido.
Los afines a Díaz, sin embargo, matizan esta versión. Sostienen que la política gallega jamás planteó una ruptura del grupo parlamentario, a sabiendas de que eso significaría ser tachada de «traidora». Pero que también avisó a Montero de que el sector socialista y el propio presidente no tolerarán más enfrentamientos, y que la propia Díaz ha amenazado a la número dos de Podemos con dejarla sola si eso ocurre.
Miles de activistas con Montero
Las versiones e interpretaciones difieren, sobre todo, ante la pregunta de quien se está imponiendo. Los de Montero y más en general en Podemos sostienen que la ministra de Igualdad está «más fuerte» ahora que antes. Hablan de miles de activistas que han «cerrado filas» con ella, y que eso se pudo apreciar en la manifestación del 8-M, aunque acudieron a ella muchas menos personas que en las últimas marchas. Se trata de un núcleo duro, que electoralmente podría representar un 5% de votos, y que según Podemos impide a Díaz prescindir de ellos.
Los partidarios de Díaz no piensan lo mismo. Asumen que Montero ha activado una estrategia que aspira a recuperar el «victimismo» originario de Podemos, para convertirla en una «mártir» de los poderes fuertes. Pero creen que ese planteamiento es muy minoritario y que la política gallega no ha modificado su hoja de ruta ni su proyecto de superación por la vía de los hechos de Podemos. Dirigentes cercanos a Díaz de varios ámbitos territoriales se reunieron en los últimos días para reafirmar esta línea dura, marcando la pauta de seguir «adelante» con el plan de Sumar, «con o sin Podemos».
Los partidarios de Díaz prefieren no hablar de ganadores y vencidos, pero sí concluyen que Montero está más debilitada que nunca. Matizan los reproches que la propia Díaz está recibiendo por parte del PSOE, y que Podemos reivindica para destacar que también los socialistas se habrían cansados de ella. Según los afines a Díaz, los toques de atención del PSOE son pactados y sirven a la vicepresidenta segunda para seguir ofreciendo a los suyos la idea de autonomía de Sánchez.
Anuncio clave para Podemos
El pasado viernes, el Gobierno anunció el acuerdo para la reforma de las pensiones. También en ese debate Díaz se ha apresurado para reivindicar su papel pactista y pragmático, enfrentado al más radical de Montero. Acto seguido, se ha filtrado la intención de Díaz de anunciar su candidatura para las próximas elecciones generales para finales de marzo y abril. Tal y como publicó este diario, Podemos fijo la prioridad de que Díaz diera ese movimiento antes de las elecciones del 28-M, pues consideran que de esta forma se dejaría claro que los morados se están «imponiendo» en la contienda.
El razonamiento que hacen las fuentes moradas tiene que ver con la idea de que si Díaz anuncia su candidatura a las generales antes de la fecha electoral del 28-M, le será imposible desvincularse de la campaña de las autonómicas. Para Podemos se trata de una cuestión fundamental para dinamitar el relato que Díaz perfila desde hace meses y que pasa por proponerse como única alternativa a otro batacazo electoral después de muchas derrotas. Un anuncio de Díaz antes del 28-M le impediría desmarcarse de la campaña electoral de las autonómicas y municipales, afirman en Podemos.
En el frente de Yolanda Díaz, sin embargo, enfrían ese entusiasmo. Sus partidarios creen que hace falta una verdadera regeneración del espacio de la izquierda, y creen que Díaz es la única política capaz de llevarlo adelante. La reunión desvelada por ese diario de varios dirigentes territoriales de Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid y hasta Andalucía representaría un antes y un después en el planteamiento de la vicepresidenta segunda, puesto que por primera vez se puso sobre la mesa la idea de prescindir de Podemos de cara a las próximas generales. Aunque inciden en que esa no sería la intención, sino la consecuencia de la intransigencia del círculo de Galapagar.
Amenazas cruzadas
La clave de toda la negociación atañe a la redacción de las próximas listas electorales. Irene Montero quiere ser número dos por Madrid, tal y como adelantó este diario. Esa sigue siendo su prioridad. Los morados sostienen que se trata de una línea roja y aseguran que Díaz ya ha aceptado el diktat. Pero en el frente de la política gallega no lo confirman. Los referentes errejonistas, por ejemplo, llevan meses tejiendo una red de contactos y primeras estructuras de Sumar, tal y como ha ido adelantando en sendas informaciones este diario, y quieren que Díaz rompa el cordón umbilicál con Podemos.
Los cierto es que Díaz cuenta con apoyos firmes de Izquierda Unida, Compromís, los catalanes de Ada Colau y otras facciones territoriales, algunas de ellos desvinculadas de Podemos, como la canaria de Alberto Rodríguez. Según las fuentes consultadas de Díaz, la política gallega ya ha avisado a Montero de que Unidas Podemos es una «coalición». Es una manera, explican las fuentes consultadas, para amenazar a Montero con una verdadera ruptura si se estira la cuerda de la polémica interna en el Ejecutivo.
Los morados responden golpe a golpe: avisan de que en pocos días arrancará el canal de televisión de Pablo Iglesias, Canal Red, y deslizan que tienen en sus manos información comprometedora que podría afectar la proyección pública de la vicepresidenta segunda. La idea de la guerra sucia sobrevuela un enfrentamiento que, al menos de momento, no ha podido canalizarse sin que trascendiera públicamente. El choque del pasado martes suena a un antes y un después. En las filas moradas dicen que Montero irá a por todas. La novedad es que ahora también desde el frente de Díaz no ahorran reproches y palabras mayores contra sus compañeros de filas. La idea de los «dos coches en colisión» sigue vigente.