Rufián hunde la campaña de Maragall al despreciar un barrio clave para ERC
El alcaldable de ERC en Santa Coloma entra a valorar las problemáticas de la okupación en un distrito de Barcelona donde su partido fue primera fuerza
Oriol Junqueras y Gabriel Rufián | Europa Press
Gabriel Rufián tiene varios frentes abiertos por los «errores» de calado que está cometiendo en esta carrera hacia las elecciones municipales del 28 de mayo. En su última intervención desde el Congreso, el jefe de filas de ERC en Madrid logró indignar a una parte de los vecinos del barrio de Bonanova (Barcelona), que sufren el problema de la okupación, cuando afirmó que «los vecinos de la Bonanova necesitan de todo menos ayuda». El político independentista contestaba así a la pregunta de si se debían adoptar medidas para ayudar a los vecinos en la víspera de las grandes protestas que hubo en el barrio.
Sus palabras también han generado malestar entre los cuadros de su propio partido. En especial, entre los que trabajan para que Ernest Maragall vuelve a ser el candidato más votado a la alcaldía de Barcelona y no quieren perder apoyos en aquellos barrios cuya primera opción en los comicios de 2019 fue ERC. No es la primera vez que la condición de verso libre de Rufián ocasiona tensiones en el seno del partido, pero ahora, las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, le achacan desconocimiento de la realidad barcelonesa.
En los comicios de 2019 ERC logró ser la fuerza más votada en ambos lados de la Avenida del Tibidado, en el barrio de Bonanova y zona donde se hallan las dos casas okupadas (La Ruïna y El Kubo). Se trata del distrito 5, sección 33, de Sarrià-Sant Gervasi, donde los republicanos obtuvieron el 18,3% de los sufragios. Y la sección 35, del mismo distrito, cuyos resultados también dieron a ERC la primera plaza, con el 19% de los votos.
Cánticos contra Rufián
En la manifestación de los que se oponían a la okupación hubo, además, cánticos contra Rufián. El líder de la empresa Desokupa, Dani Esteve, también se acordó del portavoz de ERC en el Congreso por haberles llamado «nazis». Si bien es cierto que ERC no obtiene de estos sectores sociales su principal bolsa de electores, algunas voces dentro del partido consideran que le faltó sensibilidad con los vecinos que, sin adscribirse en ninguno de los dos grupos que protestaron este jueves por las calles de Bonanova, sufren el resto de días la problemática.
En la actual coyuntura, donde el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ubica a ERC como cuarta fuerza política en Barcelona, con 6-7 escaños, y por detrás de Barcelona en Comú (11-13 concejales), PSC (10-12 concejales) y Junts per Catalunya (8-9 concejales), el «error» de Rufián cuesta de pasar por alto.
Pedigrí izquierdista en Santa Coloma
Inmerso en su particular pugna con la socialista Nuria Parlón en Santa Coloma de Gramanet, donde concurre como candidato a la alcaldía, algunos temen que se le haya ido de las manos la estrategia de marcar pedigrí izquierdista.
Mientras Bonanova es un barrio acomodado de Barcelona, la ciudad donde se presenta es un tradicional feudo socialista. Rufián ha tenido en las últimas semanas discrepancias con la alcaldesa del PSC y ha protagonizado una serie de polémicas por tratar de patrimonializar algunas inversiones de la Generalitat con fines electoralistas.
El candidato de ERC en Santa Coloma de Gramanet anunció «que si los republicanos son decisivos en el próximo mandato», se crearía esta residencia pública de personas mayores. El hecho de que el conseller de Derechos Sociales, Carles Campuzano, accediera a salir en el vídeo molestó al resto de partidos Desde Carles Puigdemont al líder de los comuns en el Congreso, Jaume Asens, arremetieron contra la actitud de ambos dirigentes.
En la misma línea, Rufián aprovechó que Parlon, una entrevista en EFE , le tachó de «paracaídista» en el municipio para desacreditarle por los años que lleva en política: «Córtate un poco que yo estaba en el colegio y tú ya eras concejal de un alcalde corrupto». No obstante, la discusión no le salió cómo había planeado, ya que la alcaldesa le reprochó que hiciera campaña con Lluís Salvadó, actual director del Port de Barcelona, y quien sostuvo en unos audios filtrados que elegía a las candidatas de ERC por sus pechos.
Todos dan pocas probabilidades a Rufián en Santa Coloma -y, de hecho, él mismo ya anunció que no iba a dejar de ser portavoz en el Congreso después de las elecciones-. Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido su injerencia en la campaña de Maragall.
