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La periodista que vetó traducir su libro al castellano, nueva corresponsal de EFE

Júlia Bacaridt actualiza su perfil de Linkedin para anunciar su incorporación desde mayo a la corresponsalía de Bucarest, en Rumanía

La periodista que vetó traducir su libro al castellano, nueva corresponsal de EFE

Júlia Bacardit.

La escritora y periodista catalana Júlia Bacardit, que prohibió por contrato traducir su nuevo libro al castellano, ha actualizado su currículum en la plataforma laboral Linkedin para informar que trabajará como «corresponsal de EFE en Bucarest», según ha podido confirmar THE OBJECTIVE.

Este periódico contactó con la escritora después de la información avanzada por el columnista Arcadi Espada en El Mundo, pero no contestó a nuestra petición. Ahora ha decidido finalmente informar de su fichaje por la agencia estatal desde este mes de mayo con una breve definición que deja a entender que trabajará como corresponsal desde Rumanía.

Todo indica que, como es habitual en las corresponsalías de EFE, la joven periodista deberá escribir sus piezas informativas en castellano, idioma en el que prohibió publicar su nueva obra Dietari sentimental (Editorial Medusa).

Polémica prohibición

Su decisión de vetar el castellano y priorizar el catalán fue muy criticada. «No quiero contribuir a la bilingüización de la literatura catalana, también por el momento en que estamos, en un retroceso clarísimo del catalán» , afirmó en una entrevista al periódico El Nacional pese admitir que, con su libro El precio de ser madre, de tintes más periodísticos, vendió más ejemplares en castellano que en catalán.

https://twitter.com/JuliaBacardit/status/1006481540665282560

Bacardit (Barcelona, 1991) ha colaborado con distintos medios catalanes, como Núvol, La Directa, Crític, o el diario Ara, entre otros. Su posicionamiento a favor del independentismo y sus comentarios de que «España es un estado fascista» donde hay «represión» no han resultado en un impedimento para aceptar este trabajo.

La periodista ha contestado este martes a nuestra solicitud y asegura que decidió no traducir al castellano el libro porque «el catalán está en vías previsibles de extinción» y como una forma de «protegerlo». Otras de sus obras y artículos se escribieron en lengua castellana por voluntad de la autora.

Añade, además, que esta decisión de prohibir su traducción «no significa que odie el castellano» ni que tenga que «renunciar a hacer de corresponsal». Respecto al tuit de 2018 en el que considera España «un estado fascista», afirma que es un tuit viejo y que, en consecuencia, ya no se identificaría con estas palabras.

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