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Política

Voto joven, urbano y que se informa en redes: los tres ases en la manga del BNG para el 18-F

El BNG cree que el voto rural está controlado por el PP y que la baja participación puede frustrar un cambio en la Xunta

La portavoz nacional del BNG y candidata a la Presidencia en las próximas elecciones al Parlamento de Galicia, Ana Pontón | Europa Press

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que dirige José Félix Tezanos lo tiene claro. Es el principal medidor de los humores del electorado que a tan solo una semana de los comicios autonómicos gallegos apuesta claramente por un cambio de gobierno en la Xunta. Según el CIS, el partido nacionalista gallego, el BNG, será el gran protagonista de las elecciones en Galicia. El CIS vaticina entre 24 y 31 escaños para la formación que lidera Ana Pontón. Se trata de una horquilla muy amplia que, no obstante, puede permitir a los nacionalistas sustraer al PP el control del ejecutivo regional, siempre y cuando llegue a un acuerdo con los socialistas y posiblemente Sumar.

Aunque Tezanos habla de posible vuelco electoral en Galicia, los demás analistas demoscópicos plantean para el PP otra mayoría absoluta, pero reconocen que este año será el de la resurrección del BNG. El partido nacionalista afrontó una larga travesía por el desierto después de la escisión de Xosé Manuel Beiras en 2012. Entonces, el exfundador y portavoz del BNG creó una nueva marca electoral que se alió a Izquierda Unida, entonces liderada por Yolanda Díaz. Anova se convirtió en la formación que lideró la oposición al PP y sirvió de laboratorio para la propuesta política de Podemos.

12 años después, de Anova no queda nada. Beiras (y personas a él afines como Martiño Noriega) ha vuelto al redil del BNG. Podemos ha desaparecido del mapa autonómico. Y Yolanda Díaz, que aprovechó la oportunidad para dar el salto a la política nacional, afronta ahora con Sumar un difícil e incierto ciclo electoral. Los sondeos dan a Sumar entre cero y un diputado. Y en ese alambre se halla el trampolín que Díaz quiere usar para demostrar que Podemos es un fenómeno político muerto, y encarar los comicios europeos de junio. Pontón y el BNG, mientras tanto, se frotan las manos ante unas elecciones que pueden convertirse en históricas para su movimiento.

El CIS castiga al PP en Galicia y dispara al BNG, que podría gobernar solo con el PSOEEl CIS castiga al PP en Galicia y dispara al BNG, que podría gobernar solo con el PSOE

De Podemos al BNG

Tal y como publicó este diario, Pontón lleva años trabajando en un lavado de cara que la proyecta ahora como una política más moderada y presidenciable. Según fuentes del BNG afines a su candidata, el partido nacionalista cosecha apoyos inéditos en tres segmentos claros de la población gallega. En primer lugar, entre los jóvenes. En segundo lugar, en el voto urbano. Y en tercer lugar, entre aquellos que suelen informarse más en redes sociales que a través de los medios tradicionales. Los afines a Pontón ponen su diana en estos tres grupos sociales, a menudo híbridos (que se mezclan entre ellos), pero que pueden sustraer apoyos necesarios para llegar a la Xunta.

Mitin de Alfonso Rueda en la presente campaña de las elecciones gallegas

Según el BNG, los jóvenes gallegos son más proclives a votar por su partido que hace años. Después de la escisión de Beiras, muchos votantes jóvenes se decantaron por Podemos y Pablo Iglesias. La llama morada, sin embargo, duró poco. Podemos afrontó desde el comienzo algunas contradicciones en Galicia, que tardó en resolver y que tal vez nunca hizo. El alma más nacionalista chocó con la regeneracionista, que en un primer momento apadrinó Íñigo Errejón y que después se convirtió en la ecuación del orden y mando desde Madrid. La implosión de Podemos y el nacimiento de Sumar no se ha traducido en Galicia en un trasvase de votos hasta los de Díaz, sino que estos electores urbanos ahora se decantarían por el nacionalismo.

Las fuentes consultadas sostienen que el votante joven y urbano se mueve en función de promesas concretas y de muy corto plazo. Este es, por ejemplo, el caso de la rebaja de los peajes, que se puede convertir en un eje electoral. Los nacionalistas compiten con los socialistas para apadrinar esa rebaja, aunque las reticencias de Pedro Sánchez ofrecen al BNG argumentos para afirmar que sin ellos en la Xunta todo seguirá igual, y que el Ejecutivo siempre dará prioridad a catalanes y vascos.

La clave de la movilización

Es más, el BNG cree que en Galicia hay cada vez más gente que se informa a través de las redes sociales, porque cuestiona a los medios tradicionales y sus presuntos intereses editoriales. Y también en este ámbito el BNG ha sabido actualizar su propaganda. Al igual que hizo Podemos en sus comienzos, Pontón está cada vez más presente en las redes sociales, sobre todo en TikTok, donde quiere llegar a las capas más jóvenes de la población. Jóvenes y urbanos, son los segmentos sociales a los que se dirige Pontón, puesto que su equipo ya ha dado sustancialmente por perdido el voto rural, tradicionalmente más proclive a elegir el PP o el PSOE.

Las expectativas de los nacionalistas, no obstante, pueden verse frustrada por un factor concreto: la baja participación electoral. El BNG calcula que obtendrá más escaños si los gallegos van a votar el próximo 18 de febrero. Si la participación es alta, los nacionalistas podrían dar la sorpresa electoral, y pactando con el PSOE y posiblemente Sumar llegar a la Xunta. Si, en cambio, la participación es baja, será más fácil para el PP de Alfonso Rueda revalidar el ejecutivo, sostienen las fuentes consultadas.

En el BNG recuerdan que en las autonómicas la participación suele ser más baja que en las generales, por lo que el objetivo del BNG es revertir la tendencia. Hace diez días, Pontón apeló a una movilización «masiva» que permita poner en marcha «el mejor gobierno de todos los tiempos». Todo pende de un hilo, admiten desde los diferentes frentes de la política gallega. Y el voto exterior puede resultar clave. En la Moncloa cruzan los dedos para un vuelco electoral que pondría en tela de juicio el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.

4 comentarios
  1. danif

    El ejemplo de los catalanes ¿ lo vivirán los vascos o los gallegos? porque si son los mismos harán lo mismo .” Galicia no puede ir un milímetro por detrás
    de Euskadi y Cataluña” Ana Pontón BNG.
    Si la autonomía rica se ha arruinado ( ver hoy el articulo de Laura Fábregas “ Cataluña admite tener problemas de liquidez tras dos meses sin pagar a los proveedores “) está claro lo que le pasará a los pobres.
    Tiene razón Martín Seco hoy en THEOBJETIVE “ Pocas cosas más estúpidas que un gallego independentista” ( excepto que sean dirigentes del proceso gallego
    “ La independencia nos hará ricos , aunque no a todos”)

  2. danif

    Es el voto que está abandonando a los independentista después de la experiencia catalana.
    La pérdida de seguimiento social del movimiento independentista no deriva del “ inteligente proceso de pacificación de Sánchez en Cataluña” sino del fracaso del Govern y de que la población comienza a reconocer que la responsabilidad procede de que lo está dirigiendo la clase más inmadura, autoritaria, incompetente, irresponsable y extractiva de la UE . El 4 -3-2021, centenares de entidades catalanas ( La Vanguardia, el Grupo Planeta, Foment, el Círculo de Economía , CaixaBank, B Sabadell ………….) se solidarizaron con el manifiesto ¡Basta ya! contra la degradación de Cataluña. “Reclamamos un Gobierno que defienda la economía productiva, el empleo y el Estado de bienestar; que sitúe la recuperación económica y la cohesión social como su objetivo principal; que mantenga el orden, es decir, que garantice el libre y pacífico ejercicio de los derechos y libertades para todo el mundo, y el normal funcionamiento de las instituciones; y que dé seguridad jurídica “.
    Es el retrato de un “gobierno fallido” que ha fracasado en los aspectos fundamentales que interesan a los ciudadanos.

  3. Pontevedresa

    No entiendo como unos imitadores de las otras dos nacionales históricas pueden intentar emularlas y copiar sus maldades y sus intentos de encerrarse como una tribu en poner los idiomas regionales por encima del idioma común de España. Solo por eso deberían suscitar el rechazo de las personas que se siente profundamente gallegas y por ello profundamente españolas, como es mi caso.

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