El mediador a unos empresarios: «¿Vais a corromper a gente y me pedís un justificante?»
Los investigadores sospechan que los emprendedores conocían las intenciones ilícitas de la trama. Comienzan a reclamar el dinero al no obtener resultados
El mediador con el empresario Suárez Esteve y su hija en enero de 2021.
Ni facturas ni resultados. Los empresarios que negociaban con la trama Mediador comenzaron a sospechar de sus interlocutores con el paso de los meses. Las promesas se diluyeron como un azucarillo en un vaso de agua. No obstante, los investigadores sospechan que muchos de ellos conocían sus intenciones ilícitas. El propio intermediario, Antonio Navarro Tacoronte, explicó a un matrimonio de ganaderos que, en ocasiones, «hay que hacer cosas fuera de la ley». Y se molestó cuando la misma pareja le pidió facturas de las transferencias que realizaban: «¿Vais a corromper a gente y me pedís un justificante?».
La trama Mediador estuvo activa desde mediados de 2020 hasta finales de 2022. Durante ese tiempo contactó con empresarios a los que pedía mordidas a cambio de favores, entre ellos subvenciones públicas y archivar sanciones. La organización cobraba comisiones en efectivo y con transferencias de 5.000 euros a través de una asociación deportiva que presidía el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo.
El mediador le señala como el cabecilla de la red junto al general retirado de la Guardia Civil Francisco Javier Espinosa. Otra pieza angular en la trama era Taishet Fuentes Gutiérrez, sobrino del exdiputado del PSOE, al que relevó como director general de Ganadería en Canarias. El sumario, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, le señala como la persona que facilitó al mediador los contactos de ganaderos en dificultades, los más proclives a acceder a sus pretensiones.
Las promesas del mediador
El primer teléfono que obtuvo el mediador, el 6 de noviembre de 2020, es el del quesero Alberto Montesdeoca. Le contacta inmediatamente. Fuentes Gutiérrez conocía que su negocio estaba pendiente de una sanción. Le prometen revocarla a cambio de pagar diversas dádivas. El empresario también pretendía incluir su producto en una importante cadena de supermercados gracias al favor de la trama, por lo que accede a realizar varias transferencias, al menos 23.575 euros.
Montesdeoca pidió en varias ocasiones a Miguel Ángel Robayna, al que los investigadores acusan de dar apariencia legal a los pagos, que le hiciera una factura. Al obtenerla advierte que las cantidades no coinciden con las transferencias que ha realizado. El 15 de julio de 2021 el empresario envía un mensaje al mediador reclamándole el dinero: «Me has engañado. Tengo que devolverlo todo».
El ganadero vuelve a contactar con Navarro Tacoronte el 2 de diciembre para recriminarle que no hubiese atendido aún sus demandas. «Necesito que me devuelvas lo que te he prestado. Tengo que hacer frente a un montón de pagos», le reitera. Montesdeoca no fue el único que cayó en la red: hasta siete empresarios pagaron dádivas. Entre ellos el matrimonio formado por Esteban Banús e Inmaculada Roca, de Leche Sandra. Llegaron a transferir más de 16.000 euros a distintas cuentas de la trama a través de Mec Suministra.
Leche Sandra también se encontraba en un proceso sancionador. Banús y Roca pretendían que la red les ayudara a conseguir nuevos contratos comerciales y cobrar distintas subvenciones públicas, entre ellas una para instalar placas fotovoltaicas en sus instalaciones. El sumario judicial indica que otro de sus objetivos era que el mediador les consiguiera la licencia para ampliar la granja y que la ganadería, lechería y quesería estuvieran en el mismo enclave.
«Visión empresarial»
El 11 de diciembre de 2020, el mediador y el entonces director general de Ganadería canario hablan de acudir a prácticas ilícitas para conseguir los beneficios prometidos. Durante la conversación valoran chantajear al alcalde de Agüimes para que acceda a conceder la licencia urbanística que afectaría a la explotación de la pareja. Navarro Tacoronte afirma a su interlocutor que había hablado con ellos y les había comentado que, a veces, había que hacer cosas fuera de la ley.
«Ella me dijo que, si era por un propósito positivo, se puede estudiar», informa el mediador a Fuentes Gutiérrez. Ambos valoran la respuesta como «visión empresarial». Sin embargo, la licencia nunca llegó y el matrimonio empezó a impacientarse. Es entonces cuando plantean la necesidad de justificar las cantidades que habían entregado a la trama. Una petición que sorprende a Navarro Tacoronte, que expresa su malestar: «¿Vais a corromper a gente y me estáis pidiendo justificación».
Los investigadores califican de «sorprendente» el conocimiento que tenía el matrimonio del «carácter ilícito de la trama». Otro de los empresarios que establece relaciones con la trama Mediador es Raúl Gómez Rojo, con varias mercantiles dedicadas a las energías renovables. El 24 de febrero de 2021 acudió a una reunión en Las Palmas de Gran Canarias que se prorrogó varios días. Se celebró en un famoso hotel y estuvieron presentes varios empresarios y los puntales de la red.
La intención de Gómez Rojo era obtener contratos en el ámbito de la Zona Económica Canaria (ZEC), para lo que se serviría de los cargos políticos que formaban la trama. Figuran diversos pagos y facturas abonadas por el empresario, al que prometieron que el general retirado de la Guardia Civil Espinosa Navas tiraría de contactos para que consiguiera instalar placas fotovoltaicas en Perú.
La paciencia del empresario se agota al cabo de unos meses, cuando ve que las cosas no marchan. Comienza a solicitar facturas de los pagos. El 6 de mayo de 2021 envía un audio al mediador para mostrarle su preocupación porque «al día de hoy objetivamente no se ha firmado ningún contrato (…) ni se ha sacado adelante lo de la empresa». Incluso llego a sugerir a Navarro Tacoronte que se estaban sirviendo de él para el pago de ciertas sumas de dinero sin recibir ninguna contraprestación.
José Suárez Esteve, con varias mercantiles dedicadas a los drones, transfirió al menos 19.500 euros a las cuentas de la trama. El mediador le relata en diversas conversaciones en enero de 2021 cómo trabaja la red. Explica al empresario valenciano que van a abrirle las puertas en Canarias de dos maneras: «Una, que no se saque a concurso este tema. Ahí se han ido 2.500 pavos de lo que usted ingresó».
El mediador insiste al empresario: «Que no vaya a licitación ni concurso (es) importantísimo. Y ya está acordado de que no, porque todo se va a hacer por decreto». Suárez Esteve da su visto bueno: «Me está gustando la forma que lo estáis… que lo estás planteando», según revela el sumario judicial. Meses más tarde, cuando observa que no obtiene los resultados previstos, el empresario comienza a reclamar al mediador la devolución de los pagos.
Los mensajes se producen el 15 de marzo de 2021. «Bueno, Antonio, hoy ha pasado lo de siempre. El asesor me pide la factura y no puedo contarle mentiras, así que va a notificar que enviamos dinero a esas cuentas y no recibimos facturas. Yo no voy a tener problemas con Hacienda. Y respecto al negocio de Canarias veo que no hay nada, voy a hablar con Juan Bernardo (Fuentes Curbelo) y que cancele la sociedad, que cobre lo que ha hecho y me devuelve el resto del dinero».
