Portero se querellará contra Sortu por organizar el cumpleaños del asesino de su padre
El hijo del primer fiscal jefe del TSJA esgrime delito de enaltecimiento del terrorismo y pide a la Fiscalía que lo persiga
Zorionak Zuri. Un centenar de simpatizantes de la izquierda abertzale se concentraron el 26 de enero en Bilbao para cantar el cumpleaños feliz en vasco a dos presos etarras condenados por asesinar a cinco personas. La particular felicitación ha soliviantado a las víctimas de la banda terrorista por tratarse de un nuevo acto de enaltecimiento del terrorismo camuflado. Daniel Portero, presidente de la Asociación Dignidad y Justicia y diputado del PP en la Asamblea de Madrid, ha anunciado que se querellará contra Sortu, que organizó el evento para homenajear a Harriet Iragi, uno de los asesinos de su padre, el primer fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Portero busca que lo sucedido no quede impune. Anuncia a THE OBJECTIVE medidas legales para evitar que se continúen realizando actos de enaltecimiento del terrorismo. El organizado hace unos días por Sortu, la formación mayoritaria dentro de Bildu, no es una excepción. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) contabilizó el año pasado 466 actos de apoyo, según datos del Observatorio de la Radicalización, a través del cual documenta los homenajes explícitos a presos etarras.
«Las víctimas del terrorismo somos como un saco de boxeo. Da igual que nos humillen, que se rían en nuestra cara o que a los asesinos de tu padre le hagan homenajes. El Gobierno y el Ministerio Fiscal no actúan, no hacen absolutamente nada», lamenta el presidente de Dignidad y Justicia, la asociación que ha conseguido reabrir varias causas en la Audiencia Nacional en los últimos años. En algunas de ellas aparecen nombres relacionados con Sortu.
El homenaje de Sortu
Uno de los presos etarras homenajeados a finales de enero por Sortu es Harriet Iragi, que fue miembro del comando Andalucía de ETA. Fue condenado a casi 130 años de prisión por su implicación en los asesinatos del concejal del PP José María Martín Carpena, el médico militar Antonio Muñoz Cariñanos y el primer fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Luis Portero García. Todos los crímenes fueron perpetrados en el 2000.
El padre del presidente de Dignidad y Justicia fue asesinado el 9 de octubre en Granada, cuando contaba con 59 años. El asesinato se cometió pasadas las 14.15 horas, cuando entró al portal del edificio donde vivía y se paró para llamar al ascensor. Un etarra que lo esperaba sacó la pistola y, sin mediar palabra, le descerrajó dos tiros por la espalda antes de emprender la huida. Aunque fue trasladado al hospital, no consiguió sobrevivir a las heridas. Iragi y otro terrorista, Jon Igor Solana, fueron condenados como autores materiales y Juan Antonio Olarra Guridi como inductor del atentado.
Iragi fue uno de los etarras beneficiados en 2021 por la política de acercamiento de presos. Pasó de Castellón a Logroño. En octubre de 2022, días antes del traspaso de competencias de prisiones al País Vasco, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, anunció el acercamiento a cárceles vasca de 11 presos de ETA, entre los que figuraba. El pasado 26 de enero, un centenar de simpatizantes de la izquierda abertzale acudieron a la llamada de Sortu para cantarle el cumpleaños feliz.
El acto, que duró apenas unos minutos, estaba presidido por una fotografía suya y otra de Beatriz Echevarría, que también cumplía años ese día. Esta etarra fue condenada a 485 años de prisión por el asesinato del militar Luis Conde de la Cruz y a 45 años por el del policía Eduardo Puelles García. Además, fue procesada en 2013 por perpetrar un atentado contra la Casa-cuartel de Burgos en 2009, donde se registraron más de 60 heridos.
Legitimación de ETA
Echevarría también fue condenada en 2018 por «estragos» al colocar un artefacto explosivo en una oficina del INEM en Bilbao en 2006, donde resultó herido un ertzaina. A principios de 2021, fue trasladada de Aranjuez a la cárcel de El Dueso, en Cantabria. Covite denunció el pasado 8-M que la izquierda abertzale usó su rostro en una manifestación como símbolo feminista. Unos meses antes, en diciembre de 2022, un grupo de mujeres se concentró en Bilbao para «desear un buen año feminista» mientras desplegaba una gran imagen de la etarra.
«La legitimación pública de ETA a través de otro tipo de actos sigue muy presente en las calles», subraya Covite. La asociación de víctimas que preside Ordóñez (hermana del concejal del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por la banda terrorista en 1995 en San Sebastián) denunció hace unas semanas que el año pasado se habían producido 466 actos de apoyo a los presos etarras. La cifra supone un descenso del 21% respectos al año anterior, cuando se registraron 589 eventos.
Las víctimas se congratulan de la desaparición de los ongi etorris (festejos a su salida de prisión), ya que el pasado curso fue el primero sin que tuvieran lugar, pero siguen preocupados por la abundancia de actos de enaltecimiento del terrorismo, muchos de ellos enmascarados, como el caso del pasado viernes en Bilbao, por lo que piden a la Fiscalía que actúe. Durante 2023 se realizaron cinco homenajes en la vía pública a presos de ETA en los que se colocó su foto y se bailó un aurresku. La última pirueta de la izquierda abertzale para driblar el delito de enaltecimiento, penado de uno a tres años de prisión.