
De lo crucial e inevitable
Basta ya de mentiras. Ese tiempo que se le agota a Grecia no es algo inevitable, no es una situación de orden natural imposible de manejar, es un tiempo establecido por una persona, ya sea de Bruselas, del Banco Central, del Fondo Monetario Internacional o de todos ellos juntos, y, por lo tanto, se trata de un tiempo perfectamente manipulable.

































