Con este premio, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, reconoce la trayectoria de Ángela Molina, y recompensa la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español. El premio está dotado de 30.000 euros, pero su trascendencia va más allá de lo económico. Tenemos que remontarnos siete años atrás para encontrar a otro intérprete, en este caso a Maribel Verdú, en lo más alto del cine español. Además, Ángela Molina ya recibió otro importante premio en reconocimiento a su dilatada carrera: la Medalla de Oro de la Academia de Cine en el año 2013. El fallo del jurado ha destacado su trayectoria «desde sus primeras películas con apenas 20 años, dejando palpable la estirpe de artistas de donde proviene, trabajando fuera y dentro de nuestras fronteras», así como sus reconocimientos y «su amor y generosidad con cada uno de los actores y directores que ha trabajado. Una actriz espontánea, auténtica, arriesgada y original», ha afirmado. A destacar, entre sus múltiples papeles, el que Buñuel dirigió en su última película como director, convirtiéndola en Ese oscuro objeto del deseo, o el que desempeña en Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar.