María Jesús Espinosa de los Monteros
Decía el personaje de Federico Luppi en la película Lugares comunes de Adolfo Aristarain que existe algo así como “el dolor de la lucidez”, el daño y la responsabilidad que conlleva saberse dueño de una cierta verdad. En el caso de Marta Peirano hay, más bien, una “alegría de la lucidez”.