El poder terapéutico de la literatura
La doctora Mercedes Navío publica el libro «Felices los normales», en el que conjuga memoria, confesión y psiquiatría
La doctora Mercedes Navío publica el libro «Felices los normales», en el que conjuga memoria, confesión y psiquiatría
En ‘Siempre quiero ser lo que no soy’ (Milenio), la escritora reflexiona sobre la influencia de los hechos cotidianos en los grandes cambios de nuestras vidas
«¿Cómo se pone Rigoberta Bandini? ¿Cómo se pone el monstruo de la laguna? ¿Cuánto falta para que volvamos al cole? ¿A qué hora nos vendrás a buscar?»
«Es como si hablar de dinero revelara que nos preocupamos por él, o sea, que somos pobres, y no hay nada que un pobre quiera esconder más que su condición»
«Zadie Smith y Philip Roth compartían una afición: los dos nadaban. ‘Aunque él, más lejos y más rápido’, según escribió Smith. Ella le preguntó en qué pensaba cuando nadaba; él le dijo que pensaba ‘primer largo, primer largo, primer largo’. Y luego: ‘segundo largo, segundo largo, segundo largo’. Luego le dijo la verdad: elegía un año y trataba de recordar qué le había sucedido ese año»
«La abuela bis es superfuerte y puede lanzar cosas desde muy alto, desde el balcón al suelo, ¿a que sí, mamá?, dijo. Mi hijo no sabe lo que es la fuerza de la gravedad, cada martes y jueves, espera la demostración del superpoder de mi abuela»
«Photocall, cena con varios cubiertos, entrega y recepción de premios y fotos de algunos invitados sin mascarilla; hubo de todo»
«Por contaminación con el periodismo, tiene aire de ser histórico, tal vez el fin de una época; pero desde dentro todo parece apacible y hasta hay una agradable brisa»
«Dentro de la tormenta está todo tranquilo, no se percibe el desastre aún»
«Quizá después de todo esto, del confinamiento y la Covid-19, del trabajo en remoto y las videollamadas, podría salir por fin una descentralización»
«Habrá que recordar a los amigos que el fanatismo no nos va a llevar a ningún sitio»
«La película tiene un truco, un dispositivo que no puedo desvelar y que propone una reflexión sobre la relación entre realidad y ficción, o mejor dicho, una reflexión sobre cómo el cine se relaciona con la verdad»
«Ahora que han pasado seis semanas ya no sé ni lo que echo de menos: estamos todos agotados, hartos, intranquilos, llenos de angustia, económica y vital»
«Nos quedan tres entregas de Harry Potter por ver y mi hija ya ha decidido que es su mejor amigo»
«Ahora que hemos ganado una hora de luz, se ve mejor a los vecinos, antes de la epidemia prácticamente éramos invisibles los unos para los otros»
«Ahora, que sabemos que esto se prolonga al menos hasta el 11 de abril, en el mejor de los casos, parece que hay una cierta serenidad alerta: hay que seguir aunque sea a otro ritmo y de otras maneras»
«A Iglesias le ha gustado lo que a mí me ha parecido un telefilme estirado»
«El pin parental va a tener dos consecuencias: sembrar la desconfianza en la educación pública y reforzar la división entre quienes piensan diferente»
«Me acuerdo de mi tío descubriendo la lectura a raíz de su enfermedad. Me acuerdo de su boda en Ejulve, el pueblo de mis abuelos. Me acuerdo de mi tío llevándome a hombros en la Gran Vía de Zaragoza»
«Imagino que necesitamos los finales para que haya un principio, para partir el tiempo, para creer que con ese nuevo inicio podemos cambiar algo»
La política española me recuerda a las parodias de las telenovelas que hacen en Saturday Night Live, donde cada réplica es un giro de guion aún más disparatado que el anterior
«Estamos usando las redes sociales para confirmar nuestros sesgos, para aumentar la pereza intelectual y para reconocernos en el grupo de los virtuosos»
Aloma Rodríguez reflexiona en #elSubjetivo sobre la escritora francesa Annie Ernaux, premio Formentor de este año
Desde que nació mi tercera hija somos familia numerosa. Sin embargo, solo constamos en el documento que nos acredita como tal los tres niños y yo. El padre, que tuvo que entregar y firmar un documento en el que venía a decir que sabía el trámite que estaba haciendo y consentía, no consta como titular y, por tanto, es como si él no fuera familia numerosa. No es que los beneficios de las familias numerosas sean muchos: bono social para la factura de la luz y el agua, descuentos en el transporte y museos estatales, así como en matrículas en la universidad o mensualidades de actividades estatales.
«Cuando se habla del reparto de los rescatados, puede que no haya otra manera de hacerlo, pero resulta deshumanizador, y nos hace olvidar que lo que hay en ese barco son personas»
«En el salón está el libro con el que me siento más identificada, Cinco minutos de paz. La historia de una elefante madre de tres hijos que no le dejan ni desayunar tranquila ni mucho menos leer el periódico»
«La irresponsabilidad de nuestros políticos está alcanzando límites desconocidos. De eso también huyo. Y de la parálisis que acarrea.»
«La resolución del Supremo hace pensar que quizá no sea necesario tanto un cambio de ley como una buena lectura de las leyes que ya tenemos»
«Las canciones de Berrio son delicadas, atrapan la vida y la belleza, y son, aunque no sea de manera voluntaria, un plato exquisito»
Habíamos ido a pasar unos días cerca del faro de Trafalgar. Un amigo nos prestaba su casa –esos son los amigos que hay que conservar, me dijo una amiga cuando supo dónde pasaría el puente de mayo–, mi novio nunca había estado en el sur y yo quería tener un recuerdo encapsulado de una cierta felicidad a la que volver de vez en cuando ahora que mi baja de maternidad se ha acabado.
Como muchos votantes, el domingo estaba inquieta. Me había creído que era posible que Vox alcanzara muchos más escaños –hasta 60 llegué a imaginarme–. Votaba en la misma calle en la que está la sede, así que pensé que sería un caladero para ellos.
La catedral de París es un símbolo, no solo de París, de Francia, del catolicismo, sino de Europa y de la civilización europea
El feminismo, dicen, estaba dormido y despertó con la marcha de las mujeres en Washington –y luego el #MeToo y las movilizaciones del 8 de marzo–
Una de mis películas favoritas de los últimos años es Declaración de guerra (2011), de Valérie Donzelli, coescrita con Jérémie Elkaïm, y basada en su historia: a su primer hijo le detectaron un tumor en el cerebro cuando aún era un bebé.
Más que otra serie de libros del 2018, esta es una oportunidad más de reunir a una serie de mujeres maravillosas, reales e imaginarias, escritoras y lectoras, y recordarnos que nos queremos y que tenemos mucho que decirnos.
La primera vez que uno de mis alumnos –que también son mis primeros alumnos– disfrutó con un libro fue leyendo Tentativa de agotamiento de un lugar parisino, de Georges Perec. Se lo dejé después de decirle que el ejercicio que había entregado tenía algo muy perequiano. Él no supo qué quería decir. Luego, cuando les di a elegir entre la selección de libros que había preparado –breves y que tuvieran alguna particularidad estructural, son alumnos de documental y mi asignatura es sobre estructuras narrativas–, escogió Me acuerdo, de Joe Brainard. Leí algunos “me acuerdos” en clase y le interesó. Se lo llevó a casa y cuando tuvo que explicarlo al resto de sus compañeros dijo que algunas cosas le habían cansado: la insistencia en las referencias a los paquetes de sus compañeros y a cómo llenaban los pantalones, pero que entendía que era un detalle menor que le disculpaba a Brainard porque entendía que el momento era otro.
Podría ser el argumento de una novela de Milan Kundera ambientada en una democracia posmoderna: un cómico interpreta un sketch en un programa satírico de televisión.
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective