Cuando vemos una serie, nos metemos en la vida de los personajes, vivimos con ellos los momentos más emotivos de sus vidas. Algunos nos hacen reír, otros nos sacan las lágrimas. Muchos nos caen bien, queremos que les pasen cosas buenas; a otros los odiamos y queremos que, pase lo que pase en la serie, no salgan beneficiados. Todos estos personajes acaban formando una historia a la que nos enganchamos sin remedio, y es por eso que cuando nos gusta tanto una serie, no queremos que acabe.
Las cadenas de televisión a veces se toman esto muy en serio, tanto que hay series que parece que no vayan a acabar nunca. Son géneros totalmente diferentes, con públicos muy variados e historias de todo tipo, pero el caso es que estas series llevan alargando su éxito desde hace años, y no parece que vaya a tener fin.