Se calcula que el proyecto estará completado en diez años y requerirá 10 millones de dólares. Cuando esté terminado permitirá a Irán ahorrar hasta 22 millones de barriles de crudo al año en la producción de energía, según el director de la Agencia Iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehi.La construcción de estas plantas es fruto de un acuerdo entre Irán y Rusia firmado en noviembre de 2014 con el fin de ampliar el complejo atómico de Bushehr, donde ya opera desde 2013 un reactor nuclear de mil megavatios de potencia también construido por empresas rusas. Ese acuerdo prevé la construcción de ocho plantas nucleares en territorio iraní y en él están incluidos asuntos como el procesamiento de uranio enriquecido y la producción de combustible nuclear. Todo el proyecto estará bajo el control del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Los planes energéticos iraníes prevén la construcción de nuevas plantas nucleares para cubrir una demanda nacional estimada en unos 20.000 megavatios y reducir su dependencia de los combustibles fósiles para producir energía.
Pese a las buenas intenciones que hay detrás de todos los proyectos nucleares que se han reactivado durante la era post Ahmadineyad, ha levantado suspicacias algunos movimientos. Como el despliegue de misiles rusos antiaéreos en la planta nuclear de Fordo, al sur de la capital iraní.