flores

Cheever, ni flores ni visitas

Cheever, ni flores ni visitas

A su mujer, a sus hijos, a sus editores, a sus amantes, mujeres u hombres. John Cheever escribía entre diez y treinta cartas a la semana. Levantaba el teléfono y decía: “Te he enviado una carta”. Jamás escribió una mala carta, según William Maxwell, su editor en The New Yorker, con quien Cheever se escribió durante cuarenta años. En esta revista el autor desarrolló buena parte de su trayectoria, que fue reconocida en 1979 con un premio Pulitzer.

El arte de cubrir cicatrices con tatuajes

El arte de cubrir cicatrices con tatuajes

Si bien una cicatriz puede ser el recuerdo impreso en la piel de una experiencia traumática, también puede tratarse de un símbolo de fuerza y supervivencia y sobreponerse a los obstáculos. Normalmente, quien tiene una cicatriz en el cuerpo tiende a ocultarla.

Visita obligada a los cementerios para recordar a los seres queridos

Visita obligada a los cementerios para recordar a los seres queridos

Y es que el día de Todos los Santos es el más importante del año para los viveros y las floristerías. En sólo una jornada consiguen entre el 30% y el 40% de la caja que hacen durante todo el año. Además, la demanda de flores es tan alta que su precio puede llegar a duplicarse. En estos días las empresas multiplican sus ventas y llegan a vender más de 7 millones de tallos por toda España y Portugal. En el país vecino, el 1 de noviembre es también día de visita a los cementerios.

Semillas que germinaron

Semillas que germinaron

Aquellos jóvenes de hace dos décadas no nacieron pa’ semilla pero fueron fertilizante y principio, regado con el valor de los dignos que resistieron, de los que sí nacieron para serlo. Medellín se llena de flores. Las semillas han germinado.

Confusión climática

Confusión climática

Hace unos años, la aparición de tornados en el levante español provocó un estallido de indignación ecológica entre los ecoconcienciados de la España democrática en decadencia. “Es la prueba definitiva de que el cambio climático ya ha llegado”.

El apocalipsis de las abejas

Su zumbido mantiene vivo el planeta. Son las responsables de la polinización, de sembrar la vida de flor en flor. Sin embargo, parásitos y pesticidas están mermando la población mundial de abejas. El planeta no puede permitirse el lujo de vivir sin ellas. Por eso, la Unión Europea y diferentes organizaciones ecologistas luchan por garantizar su supervivencia.

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