Liberalismo

Fiarse

Fiarse

«Si el confinamiento fue un experimento natural, llevamos ya unos meses metidos en otro: el del uso responsable de la libertad recobrada al abrirse las puertas de la celda»

Sobre el liberalismo en tiempos de cólera

Sobre el liberalismo en tiempos de cólera

«Antonio Maura, quizás el político más puramente liberal de nuestro siglo XX, juzgaba en un discurso en el Congreso que ‘un rasgo fisionómico del pueblo español’ es ‘la falta de fe en la legalidad, de persistencia y confianza en el uso del derecho, una propensión innata al atajo de la arbitrariedad'»

Nuestros Tiananmenes

Nuestros Tiananmenes

“El hombre del tanque” —bajo ese nombre ha pasado a la historia el héroe anónimo de Tiananmen— es el signo, a la vez, de la fragilidad y la grandeza de la persona ante la maquinaria del poder.

Vivir sin raíces

Vivir sin raíces

El liberalismo sin raíces por una parte y los vertiginosos cambios tecnológicos por otra han dado a luz sociedades sin raíces en las que la pregunta por la propia identidad es una exigencia existencial

Proteger al trabajador (y también, y sobre todo, el trabajo)

Proteger al trabajador (y también, y sobre todo, el trabajo)

Hace unos días, el diputado de Cs y portavoz económico, Toni Roldán, presentaba una propuesta de reforma del mercado laboral que ha pasado desapercibida en medio del tráfago informativo de escándalos menores. En una entrevista en Vozpópuli, el titular rezaba que «hay que dar más protección al trabajador y no al puesto de trabajo» y en el cuerpo del texto afirmaba que se trata de «un modelo de futuro con una flexibilidad imprescindible para las empresas y mayor protección del trabajador». Roldán es un político serio, y de él y de su equipo siempre salen propuestas trabajadas, independientemente de que se esté de acuerdo o no con ellas. En este caso, la propuesta se hacía eco de una recomendación bastante extendida y aplicada ya en otros sitios. La flexiseguridad es el concepto estrella para un mercado laboral del siglo XXI bajo los efectos de la disrupción tecnológica y la competición global.

La sociedad plural

La sociedad plural

Al final de su vida, en una larga conversación con el sociólogo Steven Lukes –que acaba de editar en castellano Página Indómita–, Isaiah Berlin reflexionó sobre la difícil relación entre el espíritu liberal y la tentación dogmática del fanatismo. No se trata de una controversia precisamente nueva, ya que hunde sus raíces en el proyecto democrático. «Los liberales –observa Berlin– están comprometidos con la creación de una sociedad en la que el mayor número posible de personas pueda llevar una vida libre, una vida en la que dichas personas puedan desarrollar sus potencialidades, tantas como sea posible, a condición de que no aborten las de los demás». Pero este anhelo, que viene a ser el de una vida civilizada donde se asuma como propia la riqueza de la pluralidad, choca con la intransigencia de los extremistas.

Romanticismo ciudadano

Romanticismo ciudadano

Hace años que oímos hablar de la muerte del eje izquierda-derecha como marco interpretativo de las posiciones ideológicas y políticas. Si no de su muerte, al menos sí de su pérdida de peso relativo frente a nuevos clivajes, especialmente el que enfrenta a los supuestos partidarios de un mundo abierto y cosmopolita frente a los también supuestos nostálgicos de un mundo cerrado y proteccionista.

Pocos, pero con la conciencia tranquila

Pocos, pero con la conciencia tranquila

Un día nos desayunamos descubriendo que Ciudadanos tiene ideología, y que esta es liberal, pero doceañista. Todo un hallazgo de la nueva política, anclarse en un movimiento político de hace dos siglos. Les llevan un siglo de ventaja a Podemos. Ciudadanos tiene la ventaja de que en la fina capa de memoria común sobre aquéllos liberales apenas hay algún recuerdo de que estaban contra el invasor francés, o que constituyeron unas Cortes. Acaso que reconocieron la soberanía nacional o la libertad de prensa, pero eso es ya para los muy avezados. De modo que Ciudadanos puede envolver con ese celofán casi cualquier proyecto político. Por qué no el suyo.

Ámame, soy liberal

Ámame, soy liberal

En “Ámame, soy liberal”, una versión españolizada de “Love me, I’m a liberal”, de Phil Ochs, Nacho Vegas canta “y yo que votaba a Felipe/creí en el milagro de Aznar […] yo adoro a rumanos y a negros/si están lejos de mi portal […] yo siempre me siento español/soy fan de Jiménez Losantos”

En nombre del pueblo

En nombre del pueblo

«Como en otras partes de Europa, en un contexto general de crisis del liberalismo, el concepto de pueblo se iba convirtiendo en coartada de un nuevo autoritarismo que gobernaba en su nombre». Resulta difícil no advertir en esta apreciación de Juan Francisco Fuentes (Diccionario político y social del siglo XX español) una alta dosis de actualidad, bien que el autor habla de los años 20.

Salvados por la misantropía

Salvados por la misantropía

Un rasgo del rebrote populista, bien conocido pero no suficientemente señalado, es la repersonalización de la política, que se cifra en nuestro renovado interés por saberlo todo de la personalidad de nuestros gobernantes. Nos interesamos así por las prendas morales que los adornan o las máculas en su carácter, por su visión del mundo y por cómo la adquirieron, por su disposición a la templanza o su  temperamento impulsivo, por saber, en suma, si impera en su vida el método o el desorden, la razón o el deseo, el vicio o la virtud. El caso más espectacular de líder sometido a retrato psicológico constante es Donald Trump y, por extensión, todo su gabinete. Últimamente, al lector de periódicos le asalta un nombre tras otro, seguido siempre de su prolijo perfil personal: Bannon, Sessions, Mattis, De Vos, Kushner. Nombres de personas cuyas motivaciones y convicciones íntimas nos es de pronto muy importante conocer y evaluar.

Un negro y un sudamericano

Un negro y un sudamericano

«El Papa y Obama se reúnen bajo un impresionante despliegue de seguridad». Me hace ilusión ver cómo, poco a poco, el mundo va ampliando fronteras. Dos de los hombres más poderosos del mundo son un negro y un sudamericano.

Más diálogo ¡por favor!

Más diálogo ¡por favor!

Partir de lo que nos une, no de lo que nos divide. Es la estrategia que sigue el papa Francisco. Y con el presidente Obama no iba a ser distinto. Han reído, han bromeado, pero sobre todo han hablado de inmigración y de lucha contra la desigualdad.

Portada

Portada

Es inquietante este momento de la historia, en el que el Papa Francisco es el payo más popular e influyente de la actualidad, portada de la revista “Time” y la revista “Rolling Stone”, que lo declara “personaje del año”.

Liberalismo es mercado y es ley

Liberalismo es mercado y es ley

El Papa Francisco se ha pronunciado sobre el capitalismo y la globalización, y algunos cristianos –que ya suponíamos lo que se avecinaba– no podemos estar de acuerdo con la simplificación inherente en esas palabras que, como hacía aquella teología de la liberación, tan americana como el Pontífice, buscan en la libertad económica la explicación de las desigualdades que reinan por doquier.

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