Manuel Valls: «No soporto que parte de la izquierda europea sea indulgente con Maduro»
El ex primer ministro francés subraya que Venezuela «debe ser un elemento de consenso en España»
El ex primer ministro francés subraya que Venezuela «debe ser un elemento de consenso en España»
«La intelectual francesa Barbara Loyer, valiente y resuelta en la denuncia de los obtusos retrógrados que ganarán las elecciones en Euskadi, acaba de morir»
El ex primer ministro francés conversa con David Mejía sobre su último libro, ‘El valor guiaba sus pasos’
El historiador Benoît Pellistrandi coescribe esta columna en la que critican el acuerdo del PSOE con los independentistas
«De todo lo que se puede reprochar a PSOE y PP y a sus sucursales catalanas, lo más grave es haber contribuido a agravar el axioma de que ‘Catalonia is different’»
Ambas formaciones afrontan el fiasco del 28-M con la desagradable losa de una multa electoral que ahora les reclama la Agencia Tributaria
«Como Eva Parera, muchos se dieron cuenta tarde pero ahora ya saben que el nacionalismo es el mal: tensión, injusticia, enfrentamiento, fanatismo, sumisión y conflicto»
«Todos se equivocaron con Manuel Valls. Se equivocó Albert Rivera y se siguieron equivocando los que mucho le jalearon cuando despejó el camino a Ada Colau»
El que fuera fichaje estrella de Ciudadanos para disputar la alcaldía de Barcelona ha sido el tercer candidato más votado con poco más del 15% de votos
El político figura en la lista como candidato en la quinta circunscripción en el extranjero, que aglutina a España, Portugal, Andorra y Mónaco
El debate fundamental en nuestras sociedades libres y democráticas sigue siendo la importancia de diferenciar entre hechos y opiniones
«El misterio no es que Ciudadanos esté en crisis, sino que el PSOE no lo esté»
A las pocas horas de la ruptura corrían ya rumores sobre una hipotética reuncia de Valls a la regidoría barcelonesa e incluso a la política española. Se dice que Valls habría renunciado a fundar, liderar o apoyar ningún proyecto político del espacio presuntamente huérfano del centro derecha catalanista. Es sorprendente que alguien que venía a Barcelona para quedarse, para gobernarla y para salvarla, la deje tan pronto y tan sola y tan desamparada como la encontró.
Valls acusa al partido de Albert Rivera de «haber perdido el rumbo liberal» y «esconderse» detrás del Partido Popular
El político independiente se asocia con los tres ediles de Ciudadanos que abandonaron el grupo de Valls por el apoyo del francés a Colau
Valls concurrió con una plataforma vinculada a la formación naranja a la alcaldía de la capital catalana
Jaume Collboni y Manuel Valls retiran sus candidaturas justo antes de la votación
«Es una decisión de miles de personas y mañana presentaré mi candidatura para renovar la alcaldía», ha dicho Colau
“¿Sabe qué le digo, señora Colau? De acuerdo, hablémoslo”, le ha dicho Maragall a Colau
«¿Normalidad democrática? o ¿normalización de un partido de extrema derecha?», se pregunta el candidato a las municipales de Barcelona
El plenario de Barcelona en Comú ha aprobado por amplia mayoría que Colau presente su candidatura a la investidura, con 457 votos a favor y 27 en contra
Lo único que se antojaba seguro en la sede de Cs es que su plana mayor compondría, mano sobre mano, una de esas piñas (en almíbar) que estallan en alborozo. Como a los borrachos del cántico futbolero, el resultado les daba igual. Los 7 escaños logrados en el PE (tan sólo 1 más que los que sumaron UPyD y Cs en 2014) quedaban muy lejos de las previsiones de la mayoría de sus dirigentes, pero la euforia contumaz, prescriptiva, que rige la vida pública de Cs no se para en barras.
Las Juntas Electorales corrigen los errores en el recuento electoral
«Es la hora de la responsabilidad y hacer gestos de responsabilidad: Ada Colau, Jaume Collboni y nosotros»
Nos ilusionó de Manuel Valls la carencia de demagogia arremangada y la ausencia de populismo falsario. Entre un hombre capaz de espetarle a un periodista que desconoce el precio del billete de metro porque él viaja en taxi y una mujer perejil que se desdobla y bisexualiza en indecentes exhibiciones catódicas, no había color.
La ministra plantea los comicios como una «encrucijada» entre la «esperanza» del PSOE y el «córner de la extrema derecha»
El que fuera ministro de Trabajo con José Luis Rodríguez Zapatero y exalcalde de L’Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho, será el número tres de la candidatura de Manuel Valls, «Barcelona capital europea». Corbacho se incorpora a la lista como independiente.
En el programa de sátira política de TV3, Polònia, se representa regularmente a los jueces del Tribunal Supremo como figuras casposas y con el crucifijo siempre a mano en esta suerte de nacionalcatolicismo 2.0 que es, para ellos, la democracia española.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, han cambiado la agenda que tenían prevista para este domingo y asistirán a la concentración convocada en Madrid contra la política sobre Cataluña del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informa Efe. Por su parte, el ex primer ministro francés y candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, también ha confirmado que asistirá a la protesta.
Manuel Valls no llenó el Palacio de Congresos, pero sí el área que la organización había habilitado en previsión de un pinchazo. Unas mil personas, todo lo más. Y es que además de que había más cenas que empresas y el recinto queda casi en Esplugues, no muy lejos de aquellos Tres Molinos donde el buen Lara emborrachaba a la prensa, llovía como suele llueve en Barcelona, con goterones de lunes “ennegreciendo muros y revuelto todo con las primeras letras protestadas”.
El candidato a la alcaldía de Barcelona apoyado por Ciudadanos, Manuel Valls, ha subrayado este miércoles que no puede haber ningún pacto con Vox y que lo sensato para Andalucía sería un acuerdo entre los partidos constitucionalistas, entre los que incluye a PP, Ciudadanos y PSOE.
Barcelona, vuelvo a casa (Espasa), es el libro que tenía que ser, aunque no sea el que más nos habría gustado a quienes queremos conocer a Manuel Valls y no solo al candidato a la alcaldía de Barcelona. La coyuntura para la que ha sido parida esta biografía (darse a conocer al pueblo de Barcelona) determina cada frase, cada párrafo, cada capítulo, haciendo parecer la vida de Valls una marcha inevitable hacia el número 1 de la Plaza de San Jaume, como si haber sido primer ministro francés hubiera sido solo un entrenamiento a la verdadera batalla: destronar a Ada Colau formando un frente que aglutine a Ciudadanos, PSC y PP.
Si el constitucionalismo nunca se ha unido bajo las mismas siglas es porque eso es cosa de populismos. Los que defienden la democracia liberal saben que hay que debatir entre ideas y programas, en lugar de buscar la adhesión tribal que alienta la existencia de un nosotros y un ellos.
Es entrañable con qué naturalidad ha calado la idea de que el candidato Valls va por libre y que en Ciudadanos están un poquito entre molestos y preocupados. El propio Valls va repitiendo que Ciudadanos le da un apoyo gratuito y que es de agradecer que le dejen ir tan pancho y a la suya. Se extiende la imagen de un Valls que no se deja controlar, que se rodea de gentes diversas, socialistas muchas, y que quiere recuperar el maragallismo sobre todo en lo de ser un verso suelto, que es lo fundamental. Parecería que Valls le esté haciendo una jugarreta a Ciudadanos, que son quienes lo fueron a rescatar de las sombras de la política parisina y apostaron por darle una segunda oportunidad en los temas del poder, y que pretenda aprovecharse de su generosidad para quedarse con sus votos sin importarle lo más mínimo traicionar después su discurso, sus ideas y su proyecto. Pero la jugarreta de Valls no es más que la jugada de Ciudadanos.+
«Sí, quiero ser el próximo alcalde de Barcelona. Y esto dependerá de los barceloneses», ha dicho Manuel Valls al presentar su candidatura por Barcelona para las elecciones municipales del próximo mes de mayo.
Cuando yo era niño, con el calor llegaban las medusas, los alemanes y el olor a Nivea. Es un mundo que sigue ahí, imperturbable, un verano tras otro, aunque se escurra entre mis manos como la arena de la playa.
Ni puedo ni me apetece disimular mis simpatías por Manuel Valls. El ex primer ministro francés figura entre el nutrido –pero no enorme– grupo de personas que han batallado por los valores de la ciudadanía democrática en Cataluña. Es decir, las personas que, pudiendo haberse puesto de perfil y dedicado a sus asuntos, han tomado la palabra para defender los derechos políticos de todos los españoles en esa comunidad. Personas, en fin, que han consagrado una parte sustancial de su tiempo, energía y prestigio, al ideal de una solidaridad ciudadana capaz de trascender lazos etnolingüísticos para formar una comunidad basada en los valores republicanos de la libertad, la igualdad y la fraternidad.
ETA ha pedido perdón en un comunicado histórico a parte de sus víctimas. La banda terrorista dejó más de 800 muertos y miles de heridos. Los obispos del País Vasco, Navarra y Bayona se han disculpado, a su vez, por su complicidad con la actividad de ETA.
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