Gracias a esta base de datos mundial, los investigadores analizan millones de imágenes detectadas en ordenadores de sospechosos o divulgadas en internet. Complejos programas de comparación de imágenes y vídeos permiten establecer relaciones entre las víctimas, los autores de los delitos y los lugares de los hechos. «Cada vez que se visualiza o comparte una secuencia de vídeo, el niño vuelve a ser víctima del delito», declaró Stock para quien «es una gran satisfacción para nosotros haber ayudado a las fuerzas del orden de todo el mundo a identificar y rescatar a 10.000 niños víctimas de delitos sexuales, pero esto no es más que la punta del iceberg».
Analizando el contenido digital, visual y de audio de los videos y las fotografías, los especialistas en identificación de víctimas pueden recabar pistas, detectar cualquier solapamiento que se produzca entre varios casos y aunar sus esfuerzos para localizar a las víctimas. Los servicios de policía de 49 de los 190 países miembro de Interpol están conectados de forma permanente a esta base de datos. En junio de 2015, un hombre de unos 40 años fue detenido en la ciudad de Ariege, en el sur de Francia, después de haber difundido en internet fotografías pornográficas de su sobrina de 10 años. La investigación que terminaría con su arresto se inició al otro lado del planeta, en Nueva Zelanda, cuando la policía de este país detectó las imágenes en un foro. Los servicios de seguridad franceses pudieron establecer el mismo día que las imágenes procedían de Ariege porque detectaron, en el fondo, un uniforme de bombero de esta municipio.
«Aún se puede hacer más», añadió el responsable de la Interpol, instando a gobiernos, y a la sociedad en general, a trabajar con más empeño para perseguir a estos criminales. El tráfico de pornografía infantil, que existe desde mucho antes que internet, se disparó de forma exponencial en los años 1990 con la expansión de la red virtual, según una investigadora francesa de Interpol. «En más de 95% de los casos, el agresor pertenece al entorno de la víctima», señaló la especialista encargada de la investigación en declaraciones a la agencia AFP. «A veces vemos a los niños que van creciendo en las imágenes, sin conseguir encontrarlos. Pero a veces los detectamos en menos de 24 horas», explicó.