Así como en los MTV Video Music Awards (VMA) celebrados el pasado verano no hubo quien tosiese a Beyoncé, que se alzó con cinco estatuillas, en la edición europea de estos premios su nombre sólo sonó cuando se anunciaba a los nominados. Tampoco fue la noche del canadiense por excelencia del pop. Justin Bieber, que no deleitó con su presencia a las fans de Rotterdam, se quedó con el premio a mejor canción por Sorry y sus seguidoras se llevaron el premio a Mejores fans. El premio más importante de la noche se lo llevó otro canadiense, el jovencísimo Shawn Mendes, que con tan solo 18 años es capaz de quitar protagonismo a su paisano rubio. Otros de los protagonistas de la noche de la música europea fueron Green Day, que recogía el premio a la veteranía, el Icon Award, como reconocimiento a su trayectoria y su influencia. «Es estupendo estar fuera de EEUU, aunque sea por un rato, con las horribles elecciones. Mi país está a punto de tener un ataque de corazón colectivo», dijo el trío al recoger su premio como guiño a las elecciones presidenciales que se disputan este martes en Estados Unidos.
En el apartado de actuaciones destacó por encima de todas la de un Bruno Mars enérgico y brillante que presentó su nuevo trabajo 24K Magic.