realidad

Solapamiento entre realidad e imaginación

Solapamiento entre realidad e imaginación

Cuando uno tiene experiencia, eso que cuando la tienes ya no te hace falta, nos damos cuenta de que todo está dicho, alumbrado, pero que parece que cae en oídos sordos. Sólo cuando la realidad te aplasta, y ya es tarde, los llantos y quejumbre parecen ser el vocabulario que si escuchamos.

La realidad virtual

La realidad virtual

«Los que trabajamos en comunicación sabemos que la anécdota siempre vale más que la generalidad, y que un caso contado con detalles y nombres tiene más valor que cien o mil sin rostro»

Técnica de gobierno

Técnica de gobierno

«De existir un gobierno dispuesto a aprovechar esta ventaja, podría inventarse comités científicos o una reunión de cien economistas; algún ejecutivo regional prometería la contratación masiva de rastreadores y, en la mente de sus votantes, esa promesa sería ya el hecho de la contratación. Existiría incluso la posibilidad de que unos dirigentes autonómicos prometiesen la independencia de España y mucha gente les creyese»

El encuentro con el héroe

El encuentro con el héroe

Los auténticos héroes están escondidos entre la multitud. Aparecen cuando menos les esperas. O cuando les necesitas, si prescindimos del siempre dudoso azar. El sábado pasado llovía sin descanso en Bilbao. Las ciudades deben visitarse en su estado natural y Bilbao merece la lluvia. Desde años atrás deseaba ascender por la ría hasta el puente colgante y atisbar, sin intentar comprender, las míticas distancias entre el margen derecho, dominado por la universidad de Deusto y por los núcleos residenciales de la burguesía y la aristocracia vasca, y el izquierdo, donde han recalado los emigrantes desde los inicios de la industrialización.

Puesta en abismo

Puesta en abismo

La política española me recuerda a las parodias de las telenovelas que hacen en Saturday Night Live, donde cada réplica es un giro de guion aún más disparatado que el anterior

Inocencio X

Inocencio X

El arte resulta troppo vero, porque si nuestros políticos se vieran en ese espejo de la humanidad herida, descubrirían algunas cosas interesantes

Tormentas de mierda

Tormentas de mierda

La diferencia entre la realidad y lo que dicen las redes sociales es que la realidad puede ser gigantesca. Lo aprendí en una librería de Granada cuando asistí —involuntariamente, pues ojeaba las novedades— a la presentación de un autor muy sonado en el enjambre digital.

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