«Ciñéndose a la ley del género, A propósito de nada es un ajuste de cuentas, en este caso con Mia Farrow, precursora del catecismo pro cancelación»
«»No me da la gana de meterme en todas las gilipolleces». Aparte de la primera frase de este texto, la sentencia anterior también es la primera frase de la autobiografía de Woody Allen»
«El artista, para no morir, debe ser capaz de reírse de sus propias desdichas»
Nuestro país vive en una suerte de interinidad política desde que salió formalmente de la crisis en 2015
«Tenía que ser Woody Allen quien viniese a mostrarnos lo ridículo de esos que ahora pretenden pasar por normales y normalizadores blanqueando el terrorismo en nombre del feminismo y la protección de la infancia
«En la era de las redes y la globalización acelerada hemos reinventado la ordalía, ese mecanismo ritualizado medieval en el que se buscaba el respaldo divino a la hora de ser juzgado»
Entre las razones que arguye Chesterton en su conversión al catolicismo no se cuenta como menor el hecho de que, según el escritor inglés, “solo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo”. Degradante obligación la de vivir según la corriente de los tiempos, qué duda cabe. No obstante, los que no hemos sido tocados con la bendición de la fe divina encontrábamos cierto alivio presente en la película anual de Woody Allen, que por obra y gracia del fanatismo imperante, parece haber llegado a su fin o al menos a una pausa peligrosa. La turba alzada contra un hombre al que los tribunales han absuelto ha conseguido que se imponga la cruel censura de la corrección política.
Se han ofrecido numerosas respuestas a esta pregunta.
Sobre los ideales bienintencionados es conveniente evitarnos los valores, el asociar un valor a la idea, y preferir los contextos o la situación concreta respecto de esa idea. De no ser así, se suele incurrir en el integrismo, o en el sectarismo, o en el prejuicio. Es fácil: si yo creo que un ideal es bueno por su finalidad –sin más-, lo más probable es que no termine aceptando a quien discrepe de él como un contrario sino como un enemigo.