María Pombo le roba el protagonismo a su hermana en su despedida de soltera

María Pombo y sus hermanas han disfrutado de un divertido y a la vez emotivo fin de semana. No ha sido uno cualquiera. En sus respectivas agendas lo tenían marcado por ser el de la despedida de soltera de Lucía, la hermana mayor . Así, el viernes el grupo de amigas, en el que están incluidas Laura Matamoros o María García de Jaime, ‘secuestraron’ a la piloto. Como no podía ser de otra manera, las redes sociales de todo el grupo han sido las ventanas a través de las que han compartido cómo han transcurrido estos tres días ‘de chicas’ durante los que no han faltado las risas, la complicidad, los juegos, la bebida y por supuesto, la buena comida.

No era para menos. El grupo decidió viajar hasta el País Vasco donde tenían todo organizado con mimo incluyendo los looks, las actividades y por supuesto, la puesta en escena. Todo perfecto para seguir sumando followers en sus redes sociales y likes a cada una de las fotografías y stories que han publicado en estos días.

Las ocho amigas se lo han pasado de lo lindo. Han viajado como una auténtica tripulación, haciendo un guiño a la futura novia -piloto comercial de profesión-, han disfrutado del paisaje del norte de España, han practicado típicos deportes vascos y han puesto el broche de oro degustando un menú en el restaurante Etxebarri, el tercer mejor restaurante del mundo.

María Pombo y su gran noche

Entre actividades, risas y juegos, María le quitó el protagonismo a su hermana mayor. El sábado, Telecinco emitió el programa Mi casa es la tuya en el que la it girl fue la invitada estrella. Las chicas decidieron preparar un picnic en el salón de la casa en la que han estado alojadas y juntas vieron la entrevista de la polifacética empresaria. Hubo risas, pero también se les escapó alguna que otra lágrima. Sobre todo a la protagonista del espacio que habló sin tapujos de su pasado, sus relaciones, su trabajo como influencer y su enfermedad.

Esta era una de las entregas más esperadas por la audiencia. Ya se sabe que María Pombo mueve masas y sus seguidores esperaban como agua de mayo verla frente a frente con Bertín Osborne. Porque, aunque mantiene a sus fans al tanto de lo que hace y le pasa casi cada día, todavía tuvo tiempo que desvelar algún que otro detalle hasta ahora desconocido.

Como el que le hizo evocar su época en el colegio. Una etapa que no recuerda precisamente de una manera feliz. Tanto ella como sus hermanas eran muy malas estudiantes, al parecer y según ella, porque sus padres no eran muy estrictos ya que «priorizaban el pasar tiempo en familia, si teníamos que hacer deberes nos decían ‘bueno, luego los hacéis, vamos a dar un paseo». Pombo le reconoció a Bertín que no volvería al colegio «ni aunque me pagaran», pero eso sí, recuerda que su infancia fue feliz.

Su enfermedad

María tuvo la oportunidad de explicarle a Bertín Osborne en qué consiste exactamente su trabajo. Para ella es una actividad que le reporta, entre otras cosas, felicidad. Pero también tiene una cara B y esa no es otra que el hecho de estar pendiente permanentemente del teléfono móvil. Tiene más de 2 millones de seguidores, ha creado su propia firma de ropa y las marcas se la rifan.

La pequeña de las hermanas Pombo se ha convertido también en la cara visible de la esclerosis múltiple. Al igual que ha hecho en sus redes sociales desde que conoció el diagnóstico, le explicó al presentador jerezano cómo fue todo. «Me dio un brote que me subía por los pies, las rodillas, hasta el costado me entraba fríos, hormigueos. Fue en el confinamiento y pensé que era un pinzamiento en la espalda y no le di importancia».

La patología no era una desconocida en su familia ya que su madre también la padece y por eso desde el principio sospecharon que podía ser algo grave. «Mi hermana Lucía me dijo ‘voy a por ti’. Estábamos en mitad del confinamiento, encerrados y todo para ir a un neurólogo». Lo que más miedo le dio no fue precisamente el diagnóstico, sino el hecho de que se había quedado embarazada. Tardaron 15 días en darle los resultados y cuando lo supo, no pudo dejar de llorar. «Pensé que mi madre tiene la misma enfermedad y que no se ha perdido ninguna etapa de mi vida y no era una enfermedad fulminante».

Tardó otras dos semanas en compartirlo en sus redes sociales y cuando lo hizo le llovieron los mensajes de apoyo y de cariño. Aún así no ha querido hablar más de la esclerosis en Instagram: «Hay gente que por tener esclerosis me dice que qué hago tomando el sol, o haciendo ejercicio con mi enfermedad. Hago mi vida normal hasta que pueda. E incluso hay marcas que no te contratan por ello».

Los amores de su vida

El amor es una de las partes más importantes de la vida de María Pombo. Tiene el amor de sus padres, de sus hermanas, de sus amigas y por supuesto, de su marido y de su hijo. Y por eso no eludió las preguntas relativas a este sentimiento. Aunque ahora ya tiene un nombre propio, la primera vez que María saltó a los medios fue cuando mantuvo una relación con el futbolista Álvaro Morata. «Mi novio era famoso, yo me di a conocer por él», reconoció. Por aquel entonces vivía en Turín con el deportista y en una de sus escapadas a Madrid conoció a Pablo Castellano.

Las discusiones entonces fueron constantes entre la pareja y decidieron romper. Lo pasó mal durante un mes pero luego reapareció Pablo de una manera casual. Iba de viaje a Santander con una amigo y la escribió. A partir de ahí comenzaron los mensajes entre ellos: «Estaba apreciando cosas de mí que ninguna pareja había apreciado. Es como que mis otros novios eran los importantes y en este caso Pablo me estaba dando importancia a mí, se estaba interesando por mí en cosas súper sencillas que nunca me habían preguntado», reconoció.

El 17 de octubre de 2015 comenzaron a salir oficialmente: «Empecé a salir con Pablo y él me empezó a impulsar. Fue la primera persona que creyó en mí». Formalizaron su relación con una impresionante boda el 22 de junio de 2019, que fue un auténtico cónclave de influencers. Junto a él cumplió su sueño de ser mamá en diciembre del 2020.