Risto Mejide habla sin filtro del dolor por su separación de Laura Escanes
El publicista ha mantenido una charla de lo más intensa con Jorge Drexler para abrir su corazón, confesar su fuerte ego y hacer autocrítica
Risto Mejide | Cuatro
Risto Mejide ha experimentado en su propia piel lo que es tener sentimientos contradictorios como pueden ser la tristeza y la ilusión. En su caso, ha tenido que acostumbrarse a vivir con dos realidades a priori antagónicas: su separación de Laura Escanes y empezar a enamorarse de su nueva (y joven) novia.
Esta dualidad ha hecho estragos en un hombre que se empeña en transmitir una imagen indestructible y de indiferencia hacia todo lo que le rodea. Pero, como la procesión va por dentro, Risto ha abrazado la sana terapia de comunicarse abiertamente para lamer sus heridas. Y lo ha hecho en su propio programa, Viajando con Chester, con Jorge Drexler como invitado.
Fue el uruguayo quien se atrevió primero a hacer una introspección balsámica. El compositor lo pasó muy mal tras separarse de su primera mujer, la cantante sueca Ana Laan, madre de su hijo Pablo, y enamorarse de la actriz madrileña Leonor Watling. «Fue un año muy duro. Estuve tomando antidepresivos y yendo a terapia… Me parece importante contarlo porque es importante pedir ayuda», dijo.
Y apuntó: «Me acababa de separar con un hijo, que es una cosa muy dura, y al poco tiempo me enamoro. Tenía que hacer compatibles esos dos mundos que están en ebullición contrapuesta».
Risto Mejide está «destrozado»
Un titular cuando menos contundente, pero es que así es como se ha sentido Risto Mejide durante mucho tiempo. Se separó el pasado mes de septiembre de Laura Escanes, en un adiós del que se ha hablado y escrito mucho. Ella encontró rápido el amor en los brazos del cantante Álvaro de Luna y, aunque él ha tardado un poco más, ahora se ha ilusionado de la mano de una valenciana, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
El publicista radiografía su estado actual de la siguiente manera: «Yo me acabo de separar con una hija. Y me siento muy identificado con tu caso, Jorge. ¿Cómo construyes algo bonito como es seducir, ser seducido o plantearte algo con alguien en un momento en que todo lo que miras dentro está destrozado?».
Risto sirve su relato crudo y como lo siente. No esconde que ha pasado un bajón considerable: «Bien no estoy. Bien he estado así que puedo diferenciar los dos estadios. La vulnerabilidad, que yo antes la disimulaba y la escondía, ahora no me importa decir que estoy mal para pedir ayuda». Asimismo, apunta que se encuentra en «esa reconstrucción en el momento en el que también te hace ilusión conocer a otra persona».
Ahora, su prioridad es la felicidad y bienestar de su hija en común con Laura Escanes: «Cuando te separas con un hijo yo hago el símil con una goma elástica: cuidado con lo que tiras porque eso tiene un retorno proporcional a la fuerza aplicada. Estás vinculado a aquella persona de por vida».
El ego de Risto
Para corregir fallos, lo primero es detectarlos. Y Risto Mejide lo hace: «Defiendo que la gente acuda a pedir ayuda, pero tengo un problema, que me creo más listo que el tipo que me está dando las herramientas. Es un problema de ego, básicamente». Una autocrítica de lo más sorprendente.
Fue en ese momento cuando Jorge Drexler quiso hacerle entrar en razón: «El problema está en creer que esto va de la inteligencia. No tiene que ver con la inteligencia, ni las palabras, ni los amigos. Creo que hay momentos que hay que pedir ayuda. No conozco tus circunstancias pero creo que las separaciones con hijos son más complicadas porque no te separas. Lo que hay que cuidar es la relación con ese hijo», argumentó.
El cantante se expresó de manera contundente con el fin de convencer a Risto: «No seas tan omnipotente, a ti, que te gusta hablar, te va a encantar. Es una oportunidad de crecimiento personal, aprender de la oscuridad es interesante, sácale jugo».
A juzgar por la reacción de Risto Mejide, parece que es cuestión de tiempo que haga propósito de enmienda: «Hay conversaciones que te cambian la vida y es lo que me pasó con esta. Después de ella me puse en manos de profesionales», reveló para finalizar la entrevista. Ciertamente, qué sano es hacer autocrítica.
