El Yoyas, Carlota Prado y otros grandes escándalos de la historia de 'Gran Hermano'
El desaparecido reality vuelve a estar de actualidad después de la sentencia contra el agresor sexual de Carlota Prado
Jorge Javier, en 'GH VIP' | Gtres
Hace casi tres años que se hacía pública una decisión histórica: Telecinco no incluía a Gran Hermano en su parrilla televisiva tras 20 años de emisión. Era el resultado de una serie de complejas polémicas que lo acabaron sepultando para siempre.
Atrás quedaba un formato que se entendió como la génesis de los realities en España y que, por qué no decirlo, acabó convertido en historia de la pequeña pantalla de nuestro país.
El caso de Carlota Prado
En febrero de 2017, esta joven malagueña entró a formar parte de Gran Hermano Revolution. Allí conoció a José María López, con quien iniciaría un apasionado romance dentro de la casa de Guadalix de la Sierra.
El epicentro de los problemas fue la celebración de una de las fiestas que la organización del programa preparaba para los participantes. En ellas solía abundar el consumo de alcohol y una de ellas se produjo el abuso sexual por parte de López contra su pareja. Bajo las sábanas, Carlota Prado decía «no puedo».
Todo el país fue consciente de este oscuro episodio gracias a la filtración del vídeo de dicho momento. No obstante, la agredida no se dio cuenta de la gravedad de los hechos hasta que Gran Hermano le enseñó las imágenes. Entonces, sufrió un ataque de ansiedad. Según se publicó, no tuvo apoyo psicológico. Finalmente, alcanzó un pacto de silencio a cambio de 25.000 euros.
A comienzos de esta misma semana se hacía pública la resolución del último escándalo del programa. Y no era otro que la sentencia contra José María López por abusar sexualmente de Carlota Prado durante el concurso de ambos.
La Justicia falló en contra del agricultor, condenándolo a 15 meses de cárcel, una orden de alejamiento y una indemnización de 6.000 euros. Así se ponía el broche a una de las historias más truculentas de la historia de GH, pero que no ha sido la única.
La violencia machista, la lacra de ‘Gran Hermano’
El de Carlota Prado ha sido el último, pero la historia de Gran Hermano está manchada por otros casos, también con violencia machista de por medio. El germen de esto lo protagonizó El Yoyas. Carlos Navarro -es su nombre real- fue expulsado del concurso por pegar «en broma» a Fayna Bethencourt, con quien mantuvo una relación y dos hijos.
«Empujones, pisotones, patadas, golpes… Los golpes no son lo peor, sino el miedo que pasas mientras te está agrediendo y piensas que no va a parar», se quejaba ella en una entrevista. Un infierno que ha dado con El Yoyas, un prófugo de la Justicia en busca y captura.
En 2020, El Yoyas fue condenado en firme por el Juzgado de lo Penal Número 5 de Las Palmas de Gran Canaria a cinco años y ocho meses de prisión por un delito de maltrato habitual, cuatro delitos de lesiones, un delito leve de amenazas y un delito leve de vejaciones contra su exmujer y sus hijos.
Insultos, amenazas y homofobia
Anteriormente se habían visto otros casos de violencia que habitualmente se saldaban en expulsiones de Gran Hermano. En 2009, Gonzalo Rodríguez fue invitado a abandonar la casa por dirigirse de manera agresiva a una concursante: «Estoy dejando de fumar y estoy muy nervioso Pilarita. Entonces no me toques los huevos, ¿vale?».
En la misma edición, Indhira fue expulsa por echarle un vaso con hielo a otra participante, además de por faltar el respeto a sus compañeros. Dos años más tarde, la pareja formada por Chari y Rubén tuvieron que ser expulsados por una fuerte pelea, en la que llegaron incluso a las manos.
Más allá de la violencia, la concursante Argi Gastaka fue expulsada por un comentario que la organización consideraba apología a la banda terrorista ETA: «Yo solo he ido a la manifestación para que vuelva ETA», dijo. La de origen vasco sostuvo que estaba de broma, pero no se libró de ser despedida.
Tristemente, la homofobia también ha tenido cabida en Gran Hermano. En 2015, Los Chunguitos fueron expulsados por hacer un comentario de esta índole: «Prefiero un hijo deforme o con una enfermedad, antes que maricón».
El de GH ha sido un formato histórico, para bien o para mal, pero estos son solo algunos ejemplos de su parte más oscura.
