Ministros de Exteriores de la UE buscan relanzar la relación con Washington
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) debatieron este jueves por primera vez cómo pueden reactivar la relación con Estados Unidos, dada la oportunidad que brinda la victoria del demócrata Joe Biden para rehacer los puentes rotos durante el mandato del actual presidente de EE.UU., el republicano Donald Trump
En un encuentro por videoconferencia, el primero de los responsables de Exteriores tras las elecciones en Estados Unidos, el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, instó a los ministros a pactar una postura común sobre cómo debe ser esa nueva relación.
«Al final, tenemos que seguir un enfoque común para ver cómo implicarnos en una amistad más fuerte, en una asociación mejor con Estados Unidos, que es, al final, nuestro aliado estratégico más importante», declaró el político español en la rueda de prensa posterior el encuentro.
Expresó su deseo de que esa posición común se pueda alcanzar en la próxima reunión ministerial el 7 de diciembre, si bien reconoció que algunos Estados miembros esperaban que la discusión en la UE sobre el rumbo de las relaciones transatlánticas fuera más largo.
Borrell señaló que tanto él como la Comisión Europea (CE) trabajarán para relanzar esa amistad con Washington y adelantó que, cuando el futuro secretario de Estado estadounidense haya ocupado el cargo, le invitará a participar en un consejo de ministros de Exteriores de los Veintisiete.
El debate de la futura relación con Washington se enmarca en una reflexión más amplia entre los países de la UE, reforzada durante la pandemia de coronavirus e iniciada tras los desplantes de Trump, sobre cómo pueden los Veintisiete ser más autosuficientes y desarrollar una autonomía estratégica.
La «autonomía estratégica» para la UE «no significa que no vayamos a seguir siendo el mejor socio de Estados Unidos», dijo Borrell, «es una cuestión de ser un socio todavía mejor», completó, si bien asumió que la idea no se limita solo a los vínculos con Washington.
«La autonomía no es con respecto a un socio específico o con respecto a una cuestión específica. Autonomía significa la capacidad de actuar en muchos frentes diferentes y con respecto a muchos agentes diferentes», argumentó, un concepto que, precisó, no se debatió hoy.
Esa necesidad de ser más autosuficientes se la plantean también los Veintisiete ante los retos de un entorno regional más desestabilizado.
NUEVAS SANCIONES A BIELORRUSIA
Uno de esos retos lo representa Bielorrusia y, al respecto, los ministros de Exteriores comunitarios acordaron hoy poner en marcha los preparativos para una nueva tanda de sanciones contra el régimen del presidente Alexandr Lukashenko, quien sufre ya las medidas punitivas de la UE desde el 6 de noviembre.
«Ya hemos sancionado a más de cincuenta individuos en dos rondas de sanciones y hoy hemos acordado proceder con la preparación de la próxima ronda de sanciones en respuesta a la brutalidad de las autoridades y en apoyo de los derechos democráticos del pueblo bielorruso», declaró Borrell.
Añadió que las nuevas sanciones -que no pidieron hoy todos los Estados miembros, aunque ninguno se negó a aplicarlas- no se dirigirán solo contra personas, sino que afectarán también a empresas e instituciones.
TURQUÍA
Durante la videoconferencia, los ministros también hablaron sobre la visita que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogán, realizó el pasado fin de semana al barrio de Varosha, en la República Turca del Norte de Chipre (sólo reconocida por Ankara) y sus declaraciones de que la solución a la situación en la isla pasa por dos Estados.
Según Borrell, los ministros consideraron que las últimas acciones de Turquía en relación con Chipre fueron contrarias a las resoluciones de Naciones Unidas y avivan las tensiones.
«Es importante que Turquía entienda que este comportamiento está ampliando su separación de la UE», precisó.
No obstante, se negó a adelantar si tras estas actuaciones la UE impondrá también sanciones a Turquía en diciembre, como dijeron los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de octubre, si Ankara no cesaba en su actitud, tanto en Chipre como con las prospecciones en el Mediterráneo oriental.