El ultraderechista Éric Zemmour anuncia su candidatura a las elecciones francesas
La candidatura de este controvertido y mediático escritor superventas, de 63 años y sin trayectoria política, era un secreto a voces
El polémico ultraderechista Éric Zemmour ha anunciado este martes su candidatura a la presidencia de Francia en 2022 para «salvar» al país de su «decadencia», en un discurso de tintes apocalípticos y nostálgicos.
«He decidido tomar nuestro destino en mano» para «salvar al país del trágico destino que le espera», ha asegurado Zemmour en un vídeo, denunciando la inmigración, el islam y los «poderosos». «Por eso he decidido presentarme a la elección».
Un secreto a voces
La candidatura de este controvertido y mediático escritor superventas, de 63 años y sin trayectoria política, era un secreto a voces, pero se produce en un momento en que su fulgurante progresión empieza a estancarse en los sondeos.
A golpe de polémicas, con sus furibundas críticas al islam, la inmmigración, al «lobby LGTBI», al feminismo y a lo políticamente correcto, Zemmour se convirtió en una cara conocida en el panorama mediático desde los años 2000, impulsado por la cadena CNews del magnate Vincent Bolloré.
Su dominio de la imagen lo ha demostrado de nuevo en este vídeo de 10 minutos, en el que traza un paralelo visual con el llamado a la resistencia del general Charles de Gaulle en 1940 y apela a las emociones de los ciudadanos.
Comprado con Donald Trump
Aunque sin un gran partido detrás, a «Z», como le llaman sus seguidores, le comparan con Donald Trump. La portada de su último libro, Francia no ha dicho su última palabra, recuerda además a otro del polémico presidente estadounidense.
«Nos ha vendido que era el Trump francés. Es un Trump encargado en Wish, esta plataforma de falsificaciones que vende cosas que no funcionan, que son falsas», ha dicho en Europe 1 el portavoz del Gobierno Gabriel Attal.
El portavoz gubernamental ha cuestionado además su «capacidad para representar» Francia después de que su abucheada visita el sábado a Marsella terminara con un intercambio de gestos obscenos –dedo de en medio levantado– con una transeúnte.
Aunque después calificó el gesto de «poco elegante», representa el colofón de una gira marcada por las polémicas, como cuando apuntó con un fusil a periodistas e indignó a los supervivientes de los atentados del 13 de noviembre de 2015.
El «gran remplazo»
Pese a que la principal preocupación de los franceses es el poder adquisitivo, sus propuestas se centran en la inmigración, a la que considera artífice de un intento de acabar, a su juicio, con la «identidad francesa», a través del «gran remplazo».
«Ustedes se sienten extranjeros en su propio país», asegura Zemmour en el vídeo, en el que entremezcla imágenes de la Francia de los «Treinta Gloriosos», los años de crecimiento económico posguerra, con vídeos de violencia y migrantes.
Amigo de Orban y del nacionalismo catalán –aunque ahora se retracte–
Este hombre, cercano a dirigentes iliberales de Europa como el húngaro Viktor Orban, ya propuso un referéndum sobre la inmigración, suprimir la reagrupación familiar y prohibir que se den nombres extranjeros a los niños.
En 2017, poco después del referéndum ilegal del 1-O, Zemmour defendió que «Cataluña no es populismo, es una vieja nación europea». Añadió, defendiendo algunos argumentos del independentismo, que «el nacionalismo catalán nació en el siglo XIX. El nacionalismo catalán se basa en una lengua, una cultura o una historia común como Alemanio o Italia que e forjaron al mismo tiempo». «Siempre que Cataluña se rebela, Madrid reprime», llegó a decir.
Estas polémicas declaraciones realizadas en la revista Equinox llegaron a España mucho más tarde. Esto provocó que Zemmour tuviera que retractarse. En octubre 2021, el intelectual rectificó y se lanzó a acusar a los federalistas europeos de apoyar al separatismo como parte de una estrategia para «debilitar» a la naciones «frente al rodillo de la Unión Europea». «No seáis ingenuos, no es por generosidad que desde Bruselas apoyan con la boca pequeña el separatismo catalán, vasco o corso. Saben que una nación dividida está debilitada frente al rodillo de la UE», aseguró.
Contra Le Pen
Zemmour consiguió, gracias a su exposición mediática, progresar en los sondeos, que auguraban incluso su paso al balotaje en detrimento de la tradicional candidata de ultraderecha, Marine Le Pen, a quien necesita quitarle la mayoría de votos posible. No obstante, el auge parece estancado y el último sondeo lo sitúa detrás del presidente Emmanuel Macron y de Le Pen.
El anuncio de su candidatura irrumpe en pleno proceso de elección del aspirante del partido otrora gobernante de la derecha tradicional, Los Republicanos, a la presidencial de abril, prevista esta semana y a la que robó el protagonismo.
Su primer mítin electoral tendrá lugar a primera hora de la tarde del domingo en la sala de espectáculos Zénith de París. Organizaciones antifascistas y de izquierda ya han convocado una manifestación para «hacer callar a Zemmour».
Tras la confirmación de su candidatura, este hombre criado en el seno de una modesta familia judía de origen argelino, debe ahora reforzarla con la búsqueda de apoyos políticos y económicos, tras perder los del financiero Charles Gave.
Condenado por discursos de odio y acusado de agresión sexual
Condenado en dos ocasiones por discursos de odio contra árabes, negros y musulmanes, testimonios de mujeres recabados por el diario Médiapart lo acusan también de agresión sexual, aunque no se ha anunciado ninguna denuncia en su contra.