El sabotaje es la principal tesis sobre la fuga en los gaseoductos Nord Stream 1 y 2
Las autoridades suecas han anunciado hoy el descubrimiento de una cuarta fuga en la tubería
Imagen de la fuga del gasoducto captada por las autoridades suecas | Cover Images (Zuma Press)
En Europa han vuelto a saltar las alarmas por las tres fugas que ocurrieron el miércoles a lo largo de tan solo unas horas en los gasodocutos Nord Stream 1 y Nord Stream 2. Además, a estas hay que añadir una cuarta fuga descubierta por la Guardia Costera sueca este jueves.
El Canal 4 de la televisión de Suecia ha sido quien ha anunciado el hallazgo: «Se ha descubierto otra fuga de gas en el mar Báltico, confirma la Guardia Costera. Esto significa que se han encontrado un total de cuatro fugas en Nord Stream 1 y 2». A excepción de la Comisión Europea, que no quiere especular sobre el origen de estos hechos porque no cuenta con la información necesaria, todo apunta a que fueron acciones intencionadas.
«En nuestros instrumentos se pueden ver claramente las desviaciones desde el suelo hasta la superficie del agua», informó Björn Lund, del Instituto Sismológico Sueco (SNSN). La televisión sueca SVT, además, aseguró que «no hay duda de que se trata de explosiones».
Pero los suecos no son los únicos en apoyar esta teoría. Desde Dinamarca también habían observado las explosiones: una tuvo una magnitud de 2,3 y fue registrada por 30 estaciones de medición en Suecia. Según Lund, el primer estallido tuvo lugar a las 2:03 horas de la madrugada del lunes, y la segunda, a las 7:04 horas de la tarde.
Según ha informado el canal SVT, las coordenadas de las explosiones coinciden con las de las fugas de los dos gasoductos. El SNSN transmitió la información que habían captado a los militares suecos, quienes hasta ahora no han hecho ningún comentario sobre los incidentes.
La confirmación de la teoría del sabotaje a los gasoductos supondría que la seguridad de la infraestructura energética europea quedaría en entredicho y, además, el conflicto con Rusia entraría en una nueva dimensión. Esto es debido a que, según lo que mantienen los expertos, una rotura deliberada de las tuberías a esa profundidad necesitaría de una logística y capacidad con la que solo cuenta un Estado.
Según la responsable de la seguridad técnica en Alemania, la Oficina de Minas de Stralsund, «en el lugar del incidente, el gasoducto Nord Stream 2 se encuentra a una profundidad de 70,1 metros, y los dos gasoductos Nord Stream a una profundidad de aproximadamente 88 metros».
La Comisión Europea, por su parte, simplemente a remarcado que no hay peligro para la seguridad del suministro, ya que esos conductos no le proporcionan gas actualmente. Además, añadió que sigue de cerca el impacto climático, medioambiental y sobre la navegación que puedan tener estos sucesos.
Una de las fugas del Nord Stream 1 está en aguas danesas y la otra en aguas suecas. En cuanto al Nord Stream 2, la primera de las fugas, la detectada a inicios de semana, estaba en aguas danesas; la nueva filtración, descubierta este jueves, afecta a Suecia. Ambos países han prohibido navegar en un radio de cinco millas alrededor de las zonas de las fugas; los vuelos están restringidos en un área de un kilómetro.
Unos hechos sin precedentes
Los sucesos comenzaron la noche del domingo al lunes, cuando aviones de combate F-16 daneses detectaron una alfombra de burbujas que salían del agua en las proximidades de la isla de Bornholm. Esta es la zona por la que pasa el Nord Stream 2, un gasoducto que, a pesar de llenarse de hidrocarburo, nunca llegó a operar.
Según un portavoz de Nord Stream, los primeros daños, que ocurrieron de forma simultánea en tres hilos de gasoductos del sistema Nord Stream en alta mar y el mismo día, no tienen precedentes. Es por ello que la teoría de un sabotaje no es descartable: «Los gasoductos se han tendido de tal manera que es muy improbable que se produzcan daños simultáneos en varios gasoductos, por ejemplo, por un solo accidente de barco».
A lo largo del proceso de aprobación de las tuberías también se tuvieron en cuenta escenarios de accidentes, como uno con el ancla de un barco. De acuerdo con estas pruebas, un accidente de esta clase ocurriría menos de una vez en 100 millones de años.
Uno de los principales problemas ahora es que a Nord Stream AG le resultará muy difícil tanto investigar la causa de estas fugas, como llevar a cabo una eventual reparación. La empresa está sancionada, casi no le queda personal y los fondos están congelados. Además, en Lubmin (distrito de Vorpommern-Greifswald), donde el gasoducto llega a Alemania, no hay personal de la compañía.
Sospechas de sabotaje
Las sospechas de un posible sabotaje han «alarmado» al Kremlin y han hecho que Dinamarca declare la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico del país. Al ser preguntado por la teoría del sabotaje en su rueda de prensa telefónica diaria, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que «no se puede descartar ninguna versión». Ademas, destacó que esta es «una situación sin precedentes».
Diversos círculos de seguridad en Alemania mantienen que hay muchos indicios señalando a que los dos gasoductos fueron dañados deliberadamente en un acto de sabotaje. «Nuestra imaginación ya no puede concebir un escenario que no sea un ataque dirigido; todo habla en contra de una coincidencia», declaraba un informante al diario Tagespiegel.
El experto en política exterior de los Verdes, Jürgen Trittin, también da por hecho, en declaraciones de la cadena n-tv, que la repentina fuga de gas en el Nord Stream 2 no es un accidente.
En cuanto a quiénes podrían estar detrás de estos ataques, actualmente hay dos posibilidades sobre la mesa. La primera apunta a fuerzas ucranianas, o fuerzas relacionadas con Ucrania; la segunda, a que podría ser una operación de ‘falsa bandera’ por parte de Rusia con la que buscaría provocar más incertidumbre y subir aún más los precios del gas.
