THE OBJECTIVE
El purgatorio

Pedro Baños: «Putin no es tonto, y malvado a esos niveles lo son todos»

El coronel en la reserva y afamado analista geopolítico presenta en ‘El purgatorio’ su nuevo libro: ‘La encrucijada mundial: un manual del mañana’

Uno, virgen de conocimientos militares, espera encontrarse en un coronel a un ser rudo, de modales toscos, carente de emociones humanas, una especie de T-1000, aquel androide de la saga de Terminator. Ejecutar y cumplir, su lema. Sonreír, un verbo que no conjuga. ¿Navidad?, «no sabes que sobre el mundo se ciernen graves amenazas, chico». La imaginación de un periodista, que nunca pisó un cuartel ni hizo la mili, hace cabriolas imposibles.

Pedro Baños (León, 1960) sonríe, tampoco estalla en él una carcajada, es una sonrisa, más que risa, de oficio pero amable. Es cortés, atento en el trato, nunca eleva la voz, responde encadenando ideas sin apenas dudar. Viste traje y corbata. Sobre su rostro, limpio, rasurado, unas gafas de montura invisible. Un gesto muy suyo, lo repite a lo largo de la entrevista, es juntar las yemas de los dedos de ambas manos. Según expertos en comunicación no verbal, se trata de una muestra de confianza. Espero me lo perdonen, pero me recuerda al gesto del señor Burns en Los Simpson

Baños, coronel en la reserva, de infantería del ejército de tierra, analista geopolítico, experto en terrorismo, colaborador habitual de Iker Jiménez, acaba de publicar La encrucijada mundial: un manual del mañana (Ariel). Cosecha cientos de seguidores y otros tantos detractores. Muchos le han acusado de rusófilo y de estar a sueldo del Kremlin, otros ven en él a un alma libre, entre tanto adoctrinado. 

P.- ¿Puede existir un militar que no ame a su país, que no sea un patriota?

R.- No debe existir. Hay que tener en cuenta que juramos la bandera, y esto es muy importante, ya que lo que juramos en el caso de los militares españoles, como los de cualquier otro país del mundo, es defender nuestra patria, defender a España y a los españoles. Esto es muy importante porque muchas veces estamos viendo como parece ser que queremos defender intereses de fuera, y a veces a lo mejor no prestamos la suficiente atención a nuestro propio país y a nuestros verdaderos intereses. Mira, es muy curioso porque más allá de los militares, recordemos que todo español, según la constitución, tiene también el derecho y el deber de defender a su patria, que no se nos olvide.

Muchas veces hablamos de la constitución como algo que debemos cumplir imperiosamente, como debería ser y hay otros aspectos que cuando no nos interesan, nos olvidamos de ellos. Fíjate que ha habido algunas encuestas recientemente realizadas en España donde no llegaba al 25%, el número de personas encuestadas que decían que estarían dispuestas a defender por las armas a su país, en caso de que se produjera una invasión, incluyendo Ceuta y Melilla. Todo esto es muy importante porque enfrente tenemos otros países, que en cierto modo además de vecinos y que debemos llevarnos bien, también son rivales, como el caso de Marruecos, que resulta que es todo lo contrario, prácticamente sale que el 100% de los marroquíes estarían dispuestos a defender por las armas a su país. Para qué veamos que más allá de los militares esto también es una cuestión nacional. 

P.- La eliminación de la mili obligatoria en España, ¿le pareció una buena decisión? 

R.- No, es más, en aquel momento recordemos que quien lleva a cabo esa supresión del servicio militar obligatorio es el Partido Popular, y recuerdo en ese momento haber hablado con socialistas de muy alto nivel que también estaban en contra porque en cierto modo, el servicio militar obligatorio tiene muchas ventajas. Uno de esas ventajas es también la sociabilización, es decir, que tú llegas allí y tú eres exactamente igual que todos los demás, vas a comer el mismo rancho, vas a vestir el mismo uniforme, vas a realizar los mismos ejercicios, es decir, que es una manera de igualar y, además, lo pongo en el libro, abogo por volver a reincorporar o tener un servicio militar diferente, evidentemente adaptado a nuestros tiempos. No se trata de arruinar la vida a nadie ni muchísimo menos, pero la mili tiene grandísimos valores a la hora de conformar país, porque con independencia de que nosotros tenemos la suerte de tener un país muy rico en diversidad, en todos los órdenes, desde el gastronómico hasta el geográfico, pasando por el climático, histórico, lingüístico, que nos debe servir como un factor de aglutinamiento, debemos tener otros elementos que nos cohesionen y el servicio militar era uno de ellos. Además de todas las cosas, el joven que iba a realizar el servicio militar obligatorio, no lo hacía en su plaza, habitualmente lo hacía en otra parte del país, eso también significa que conoces otras partes de tu país, y de hecho luego de ahí, se producían muchos matrimonios, porque evidentemente, era la edad de hacerse novios y, por lo tanto, eso también es hacer patria. 

P.- Cruz y Raya se conocieron en la mili, Juan Muñoz y José Mota.

R.- (Sonríe) Y matrimonios, muchísimos, porque era la edad, evidentemente, y además lo bueno es que te permitía conocer, por ejemplo, los ríos más allá de tu autonomía, ahora mismo con este sistema de educación de las autonomías, tenemos alumnos que estudian prácticamente la parte de su autonomía y poco más. Esto contribuía a que muchas personas visitaran y conocieran lugares que no hubieran visitado de otra forma. Eso también es hacer patria.

P.- Tenemos una ley de secretos oficiales que nació en 1968, con Franco en el poder, y aún sigue vigente, ¿Hay quien tiene miedo en este país a que se sepa la verdad sobre determinados hechos?

R.- Empezando por muchos periodistas. Esa ley es muy curiosa, yo la he analizado en detalle, las partes principales se gestaron en verano, en agosto, sin contar ni con el beneplácito general de la ciudadanía ni del espectro político. En esa ley hay cosas que llaman poderosamente la atención, como por ejemplo la capacidad de que las autonomías también puedan calificar, es decir, marcar documentos, esto puede significar que se quiera ocultar o que se quiera tapar durante un determinado tiempo algo que interese ya no solamente en el plano nacional sino también incluso en el plano autonómico, esto puede ser peligroso sobre todo, teniendo en cuenta que los plazos de desclasificación se amplían bastante, con lo cual a alguien le puede interesar, como digo, silenciar ciertas cosas. Creo que deberíamos darle otro repaso. Es cierto, todos los países tienen sus secretos oficiales, absolutamente todos, hay cosas que no pueden o no deben trascender, pero, simplemente con que fuera restringido, ya tendría una protección y unos plazos de descalificación. 

P.- Pregunta un tanto imposible, ¿Si el famoso proyecto Islero, nacido en época franquista y enterrado en democracia, la intentona patria de tener una bomba nuclear propia, se hubiese logrado, esto habría cambiado mucho la posición geopolítica de España en el mundo?

R.- Es muy curioso, ¿Sabes lo qué dice Corea del Norte?, ¿Lo que alegan ellos para seguir desarrollando su programa nuclear? Dicen, «es que los países no se invaden porque tengan armas de destrucción masiva si no porque no tienen armas de destrucción masiva», lo que pasó, por ejemplo, en Irak. Obviamente un arma nuclear nos daría una fuerza diferente. Pero, piensa en que los países que tienen armas nucleares, que son los cinco miembros permanentes del Consejo Superior de Naciones Unidas, son los que se consideran a sí mismos como los garantes de la paz mundial y, fíjate si es hipocresía, porque al mismo tiempo son los principales productores y exportadores de armamento en todo el mundo. También es verdad, que luego hay otra serie de países que no están dentro del acuerdo nuclear, el caso de India o de Pakistán, países que entienden que deben disponer de esas armas como forma de proteger, a través de la disuasión, su territorio. Pero, estos países que ya las tienen, no van a dejar que ninguno más lo tenga. Es lo que yo llamo la patada a la escalera, ya han subido a la cima, a través de esa escalera, y le dan una patada para que nadie más suba por ella. Y ser ellos los que tengan el poder, no van a permitir que entre ninguno más. 

P.- Ya que estamos entrando en ‘El purgatorio’, Pedro, ¿cuál es el peor pecado que puede cometer un ser humano?

R.- Probablemente, sea el no reconocer los pecados que habitualmente comete, porque todos cometemos pecados.

P.- Este es un pecado nuevo. El no reconocimiento del pecado.

R.- Claro, es que lo estamos viendo en unos políticos nacionales e internacionales que están permanentemente pecando de soberbia y, en cambio, luego son incapaces de reconocer sus propios pecados o lo vemos, hablo mucho en el libro de ello, de la mentira política que en cierto modo se ha institucionalizado, y parece que nadie quiere reconocerlo. Para evitar ese pecado, debemos reconocer que nos equivocamos, que somos humanos, que tenemos emociones, sentimientos, debilidades y que todos cometemos pecados, que no pasa nada por reconocerlo y por pedir perdón. Efectivamente, creo que el principal pecado es esa soberbia, esa prepotencia que nos impide, primero reconocer que estamos pecando y, lo siguiente, no ser capaces de pedir perdón al prójimo. 

«Empezamos a perder libertad tras los atentados del 11-S de 2001»

P.- Pedro Baños, bienvenido a ‘El purgatorio’ de THE OBJECTIVE. Es usted, coronel en reserva del ejército de tierra, diplomado de Estado mayor, fue jefe de contrainteligencia y seguridad del ejército europeo en Estrasburgo, domina francés e inglés, ¿Alguna otra lengua más?

R.- No.

P.- Con esas ya va usted bien, la verdad. 

R.- No, pero fíjate que estos días me han hecho entrevistas en Barcelona, en las televisiones en catalán y lo entiendo perfectamente. Es que también tenemos que hacer un esfuerzo por entendernos.

P.- Con el euskera ya es más complicado. (ríe)

R.- Efectivamente, es mucho más complicado, aunque sabes que hay muchas palabras que son recientes. Creo, de verdad, que eso es parte de ese esfuerzo que tenemos que hacer, no solamente por nuestro contexto nacional, sino incluso internacional, para comprendernos mejor los unos a los otros y, que una vez más, esta riqueza, esta diversidad sirva para unirnos en lugar de para dividirnos.

P.- Además, Pedro es uno de los mayores expertos españoles en geopolítica, defensa , terrorismo, relaciones internacionales y acaba de publicar La encrucijada mundial.- Un manual del mañana (Ariel). Es, ahora me van a matar los publicistas, lo que se conoce como un tocho de libro.

R.- (ríe)

P.- Es un libro enorme pero muy interesante. ¿Cuántas páginas son?

R.- 605, exactamente.

P.- Hay que ser valiente para escribirlo y publicarlo. ¿Le dijeron desde la editorial, «Pedro, rebaja, quita páginas»?

R.- Fíjate, quité 125 de Word que hubieran sido otras 200 páginas. Si el libro tiene éxito, para Sant Jordi le harán un librillo adicional. Lamentablemente, había algunos temas muy interesantes que tuve que suprimir o reducir, porque tampoco queríamos que fuera un libro que pesara demasiado, que fuera casi incómodo de leer y, también, por otra cosa muy importante, porque el precio del papel se ha duplicado en pocos meses, dado este contexto de guerra, que ha encarecido muchas más cosas, más allá de la energía. No solamente hay problemática para el precio de papel, sino que la hay para conseguir papel. 

El coronel en la reserva y analista geopolítico Pedro Baños. | Carmen Suárez

P.- Habrá gente que miré el libro y piense, ¿por qué me voy a fiar de los análisis del mañana, del mismo hombre que durante semanas estuvo negando, e incluso ironizando, sobre la posibilidad de que Rusia invadiera Ucrania, como así pasó finalmente?

R.- Mira, desde el punto de vista de la estrategia militar era impensable, pero no solamente dudaba en mi caso personalmente, sino que además era algo generalizado. Había quien no, que parecía que lo tenía absolutamente claro, igual tenía información privilegiada, pero, fíjate, todo el espectro diplomático de toda Europa, la propia Unión Europea, el señor Borrell lo ha reconocido recientemente, que no esperaban que esta invasión se produjera de la manera que se ha producido. Es más, el secretario general de Naciones Unidas, exactamente igual, la propia Ucrania tampoco se había preparado a fondo para una invasión de esta naturaleza. Todavía días antes, Zelensky decía que no se iba a producir, quizá para que tampoco se le fugaran todos los capitales que quedaban o que las personas quisieran salir del país. Incluso, si me apuras, estoy convencido de que había generales rusos que tampoco esperaban que finalmente les dieran la orden. Es verdad, que nos parecía a todos absolutamente descabellado, y por supuesto, no podemos permitir bajo ningún concepto que se convierta en una norma la invasión de los países ni muchísimo menos, pero la diferencia con el libro que…

P.- Era una pregunta malvada, entiéndame. 

R.- No, no, me parece fenomenal, es que hay que criticar las cosas y además, respetar las críticas. Yo lo hago y lo respeto al máximo, nunca silencio ni bloqueo a nadie en las redes sociales.

P.- ¿A nadie? Ni aunque le insulten.  

R.- Yo siempre digo que respeto cualquier comentario, si es sin insultos mejor, pero incluso al que me insulta, puedes comprobarlo, nunca he bloqueado ni silenciado a nadie, pero porque a mí me interesa saber lo que opina todo el mundo. Lo mismo que para este libro he hablado con personas de todos los estamentos, de todas las ideologías, porque quería pulsar el sentimiento de la sociedad. Yo puedo estar perfectamente equivocado, lo que te decía antes del pecado principal, no reconocer en nuestra soberbia que somos los errados, pero por eso quiero saber lo que opina todo el mundo. Si mayoritariamente de un tema concreto, todo el mundo opinará lo contrario que yo, pues seguramente yo estaré equivocado y por tanto quiero oírlo, con lo cual la crítica siempre será total y absolutamente aceptada. Lo que pasa es que en este libro hay tres partes bien diferenciadas.- uno, son las problemáticas de todo orden, social, económico, políticas y geopolíticas.

P.- Las encrucijadas.

R.- Así es, y otra parte es el manual del mañana, en él, lo primero que digo es «no quiero tener razón», ya que efectivamente, no hay ninguna fórmula que sea absolutamente válida y menos de manera universal, pero lo que sí me gustaría es que sirviera este libro para que se abriera un debate en el que todos reflexionáramos, ya que vamos a entrar en un mundo mucho más diferente, que hay fórmulas prácticamente decimonónicas que alguien sigue empeñado en aplicar y es que ya no funcionan, y quiero que se abra un debate nuevo pero no quiero ser el que tenga razón, bajo ningún concepto. Si me gustaría instar a todo el espectro político y sobre todo social, a abrir estos nuevos debates.

P.- ¿A usted la crítica o el ataque que más le duele es que le digan que está a sueldo del Kremlin o que es un rusófilo? 

R.- (Durante la formulación de la pregunta, Baños cierra los ojos y se encoge de hombros) Como tú podrás comprender, si yo recibiera lo más mínimo de ningún país extranjero, aquí tenemos un magnífico servicio de inteligencia, el CNI, y piensa que yo soy militar y estoy en la reserva. Estar en la reserva, a diferencia de estar retirado, significa que estoy sometido a las leyes militares, si yo recibiera cualquier cosa, incluso más allá de económica, de cualquier país o de cualquier servicio de inteligencia extranjero, te puedes imaginar que yo ahora mismo no estaría hablando contigo, estaría en una prisión militar. Para que te des cuenta de los montajes que se realizan. Pero, ¿Por qué se realizan esos montajes? Es muy importante aclararlo, porque en el momento que te sales de la línea oficial marcada de la propaganda y la desinformación en la que estamos inmersos, que es constante, y dices «mira, que yo tengo mucha experiencia, llevo trabajando en estos temas muchos más años de los que tienen alguno de los analistas actuales», ¿Esto qué significa? Que evidentemente yo tengo otra visión, que quiero trasladar como acto de servicio a la ciudadanía, precisamente por ser militar lo que pretendo es, a mi manera, contar cosas que a lo mejor no le están contando a los ciudadanos, para que tengan visiones diferentes y que sean ellos los que hagan su propio análisis. No quiero tener la razón, como te decía antes, pero sí aportar otras visiones diferentes. Y a partir de ahí, tú sabes, que te voy a contar, los ataques son máximos por todos los sitios, sobre todo de testamentos importantes, de estamentos de poder, no te creas que esto viene de la ciudadanía, lo que pasa es que utilizan a terceras partes, muchas veces bots o personas que son pagados.

P.- Hace no mucho fue el diario El Mundo el que hablaba de usted y esa posible relación con el Kremlin. 

R.- Bueno, pero si tú luego lo lees, ya sabes que una cosa son los titulares y otra cosa es el texto. El periodismo, uno de los problemas que tiene ahora mismo es que muy pocas personas se leen el artículo completo, tú sabes que se trata de hacer un titular atractivo, atrayente e incluso casi amarillista, poner dos o tres subtitulares que también sean muy impactantes y luego hay veces que no tienen casi nada que ver con el artículo. Por todo lo demás el artículo de El Mundo era, «se supone, se cree, se rumorea, se dice», pero no concretaba absolutamente nada. Lamentablemente, sabes que hay algunos artículos de esta naturaleza que son artículos de pago, artículos que alguien encarga para desprestigiar a tal persona y sabes que un hoy en día, desprestigiar a alguien, lo que llamo el asesinato social, es cada vez más sencillo, no solamente por los medios tradicionales, sino también por todo lo que significan las redes sociales.

P.- Escribe Baños en el libro, «me acusarán de revolucionario y estarán en lo cierto», pero toda revolución necesita un líder o unos líderes, ¿Quién puede liderar esa revolución?

R.- Es que precisamente las revoluciones son mejorar, no cambiar, mejorar el sistema democrático, político que tenemos actualmente que creo que todos entendemos que nos hace falta una grandísima reforma, porque si no, podemos terminar por perder el sistema que tenemos, y luego otra de las soluciones que doy, para que se abra ese debate, es la necesidad de un nuevo liderazgo. Es que los liderazgos que tenemos ahora mismo, estamos viendo que no nos sirven, necesitamos otro tipo de líderes para enfrentarnos con esos otros líderes autoritarios, con mucho peso, que en muchos casos cuentan con un gran apoyo popular que lamentablemente, no tienen aquí los nuestros. Lo vemos cada vez que se hacen encuestas y preguntas en la calle, no hay ningún líder que apruebe. Entonces, te quiero decir que necesitamos otro tipo de liderazgo, personas que además demuestren eso de ética, estética y épica, pero además de todo eso, que sean verdaderamente eficaces y, sobre todo, algo que hemos perdido, la ilusión. La ilusión de seguir a alguien que te apetezca seguir, y eso es absolutamente clave, en estos momentos que estamos viendo un enfrentamiento cada vez más enconado en todo el mundo. Hace unos días lo decía el señor Borrell, estamos en una situación realmente compleja, aunque hay veces que no emplea las palabras más afortunadas como eso de querer hacer una nueva conquista, hay quién lo puede malinterpretar. También lo dijo recientemente nuestro rey Felipe VI en Georgetown, donde estudió relaciones internacionales, decía que estamos viviendo la fragmentación del mundo y por tanto necesitamos tener, también en las democracias, líderes válidos y que nos ilusionen. 

P.- Aparte de los líderes, ¿cómo uno puede intentar hacer la revolución o contribuir a esa revolución, si tiene que estar pendiente de subsistir, de pagar un alquiler desorbitado, de pagar la comida, de ni siquiera poder plantearse una vida más allá del corto plazo? 

R.- Lo que no podemos, todos y especialmente los jóvenes, es caer en la trampa de la comodidad. Es decir, no tengo hambre, aunque no estoy bien alimentado, pero bueno, me conformo. Es que no nos debemos conformar, la situación puede y debe mejorar, especialmente para los jóvenes. Este es un libro, quiero insistir en ello, dedicado a los jóvenes. Ya has visto que incluso pongo en el libro una carta, que sería la carta estándar, que los jóvenes nos enviarían a los más veteranos, porque de verdad merecen otro mundo diferente. Qué os voy a contar en la situación en la que estáis viviendo, incluso aunque tengas un trabajo, aunque sea un trabajo indefinido, no te da para vivir como vivían tus padres a vuestra edad.

P.- ¿Le gustó que la gente saliese a la calle, por ejemplo, cuando los jóvenes del 15-M? 

R.- A mí me gustan siempre los rebeldes, siempre. Creo que tenemos que estar en fase de rebeldía permanente. Rebeldía en el sentido de ver cómo podemos mejorar la sociedad, no ser acomodaticios, eso me parece absolutamente clave. Hay veces que en alguna conferencia alguien parece que te está importunando porque se levanta, te hace una pregunta, hay gente que le quiera acallar y les digo, «no, por favor, dejadle hablar», es que a mí me encantan los rebeldes, hay que oírle y vamos a ver si de verdad tiene algo positivo que nos diga cómo podemos mejorar la sociedad. El mundo ha evolucionado a base de rebeldes, a base de rebeldía, gente que no se conformaba con la ciencia que había, con los adelantos que había, incluso en contra de la mayoría de la sociedad, de las élites, de los políticos o de los grupos religiosos. Y si hemos llegado hasta donde hemos llegado ha sido gracias a rebeldes que, muchas veces jugándose la vida, no les ha importado decir, «oye esto podemos mejorarlo de alguna manera, vamos adelante». Siempre abogo por hacerlo de una manera pacífica, por supuesto, pero de vez en cuando mover un poco la caja de los ratones, viene bien para el conjunto de la sociedad. 

P.- Escribe Baños en La Encrucijada Mundial, «estamos presenciando el debate entre libertad y seguridad, y va ganando esta última. Vivimos un momento en el que por «nuestra seguridad» se censuran mensajes, contenidos, se marca una línea de pensamiento único mediante el control de los medios. Cada vez es mayor la separación que existe entre gobernantes y gobernados, representantes y representados, élites y pueblo, si es que acaso todavía existe cualquiera de estas categorías.» En lo referente a la política y el estado y al control, ¿La pandemia ha servido como campo de pruebas de hasta dónde llega la docilidad de los gobernados?

R.- Totalmente, pero incluso diría ya un poco más atrás, empezamos a perder libertad y privacidad tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, ya han pasado unos cuantos años. Cuando empezó la pandemia, a mí me llamaban y me preguntaban sobre si veía bien o no las medidas de seguridad y les dije, «bueno, si ahora son necesarias, yo no soy científico, se supone que hay políticos que de verdad están, o deberíamos haber esperado que estuvieran, tomando decisiones amparados por expertos científicos, si hay que tomarlas que se adopten». ¿Qué es lo que me preocupa? Me preocupa que esas limitaciones se vayan a perpetuar en el tiempo como pasó, y lo decía con los atentados de las Torres Gemelas, y vemos que efectivamente es así, que al final todas las medidas, ¿Quién las va a quitar?, ¿Quién las va a anular? Estamos perdiendo permanentemente terreno. Ahora nos viene dentro del ámbito tecnológico, otras serie de medidas como van a ser las famosas CBDC, las monedas digitales soberanas de los bancos centrales, tanto de países como de organización supranacionales como la Unión Europea, y tenemos solamente que ver las declaraciones de hace muy poco tiempo de la señora Lagarde, la directora del BCE, que reconocía ella misma, que eso va a significar un mayor control de la ciudadanía, como no teníamos ninguno ni la menor de las dudas cualquiera que sepa un poco lo que hay detrás de estas monedas digitales.

P.- Hablas de ese declive de las democracias liberales, pero en este 2022 que se nos va, hemos visto como las iraníes protestan fuertemente contra el régimen de los ayatolás a raíz del asesinato de Mahsa Amini, hemos visto protestas inéditas en China por la política de COVID cero, vemos Rusia y el fracaso de su acción de invadir un país… ¿No sería justo también hablar del declive de los autócratas?

R.- Hay que pensar que lo que estamos viendo en China después de todo, es algo muy minoritario, si tú piensas que es un país de más de 1.400 millones de personas. 

P.- Pero nunca antes visto, por lo que tengo entendido. 

R.- Claro, pero lo mismo. Esto ya lo viví en las revueltas árabes, no me gusta hablar de la primavera árabe, más allá de que fue en primavera, esto ya lo vimos. Aquí, inmediatamente nosotros pensábamos, los que vivimos en democracia, esto es la búsqueda de la democracia y no fue así, fíjate que cuando se le da la oportunidad de votar democráticamente en Egipto quienes salen elegidos son los Hermanos Musulmanes. Es decir, para que veamos que muchas veces, nosotros a lo mejor tenemos una idea de lo que está pasando o nos gustaría que fuera eso lo que está pasando e igual no coincide con la realidad. ¿Qué es lo que está pasando, de verdad, en China? Pues que hay personas, que más allá de que el estado, que también está sufriendo como China, también estaban sufriendo las economías familiares y ha habido un momento en que las personas se cansan, evidentemente. Pero es muy curioso, me acabas de decir que nosotros les llamamos luchadores por la libertad, ¿Verdad? Personas que están en contra de ese autoritarismo, cuando aquí en Europa o en España se ha hecho lo mismo, ¿Cómo se les llamaba? Negacionistas. Para qué veamos un poco el juego con las palabras.

«Si yo hubiera recibido algo del Kremlin, ahora mismo estaría en una prisión»

P.- Entonces, ¿usted no diría que los autócratas están en declive?

R.- No, al contrario. Fíjate, lo que hemos vivido con el vigésimo congreso del Partido Comunista Chino es un refuerzo de ese autoritarismo, donde habían reinterpretado la Constitución para que el presidente y el vicepresidente puedan ser elegidos a perpetuidad, lo que ha sucedido con Xi Jinping, que de repente está en un tercer mandato, cosa que, hasta ahora, ya te digo que estaba prohibido por la Constitución. Lo que estamos viendo es un reforzamiento precisamente de lo que significa, y lo pongo en el libro, de esa visión de Xi Jinping, como se estudia en los colegios para reforzar ese sistema autoritario que, naturalmente, ellos llaman de otras maneras, pero no deja de ser un sistema autoritario. Un sistema que no tiene nada que ver con los sistemas democráticos que, por cierto, ellos dicen abiertamente que es que tampoco les gusta nuestro sistema. 

P.- Funciona lo suyo bien y para adelante. 

R.- Correcto. Es más, ellos de lo que presumen es que incluso funciona mejor que nuestro sistema democrático. 

P.- Hablas de los medios de comunicación, de los periodistas, nos das mucha cera y bien está que nos den mucha cera, que hablamos mucho y somos muchos. Escribes, «En la actualidad, lo que prima es informarse sin esfuerzo. La tendencia es convertir a los ciudadanos en borregos irreflexivos, sin voluntad de pensar más allá, incapaces de ser críticos. El objetivo es que el espectador vea, no que comprenda. Por ello, se simplifican los mensajes y se potencian las imágenes –a ser posible muy emocionales- frente a lo escrito. Se trata de que el receptor absorba una gran cantidad de información, pero sin digerirla adecuadamente; de provocar un «empacho» informativo». Estando de acuerdo con algunas ideas que plantea, ya sabe que nos gusta defendernos, por hacer la inversa, ¿No le recrimina nada al oyente, al espectador, al lector, no cree también que tienen parte de culpa?

P.- Sí, es más cuando hablamos por ejemplo de la debilidad que está sufriendo la democracia, yo nos achaco la culpa también a nosotros, a los ciudadanos que no somos lo suficientemente exigentes, por supuesto que sí. Tengo una magnífica relación con muchísimos periodistas, entre otras cosas, una hija mía es periodista por lo cual, te quiero decir, el máximo respeto a la profesión, ¿Cuál es el problema? Vosotros lo sabéis mejor que nadie, el declive que está sufriendo vuestra profesión. Empezando por el declive económico, la situación en la que viven muchos periodistas, quitando los cuatro o cinco más privilegiados, los demás viven casi en un estado de precariedad, hay que reconocerlo. Además existiendo una proliferación masiva de medios, hay unos 2.000 medios digitales solamente en España, entonces cada uno intenta sacar ese titular lo más escabroso posible, que llame más la atención, al mismo tiempo intentar ser el primero en dar la última noticia, muchas veces sin reflexionar, sin haber hecho un análisis de verdad sobre si lo que se está poniendo es cierto o no lo es, y tampoco nos engañemos, hay muchos periodistas que por no mucho se dejan arrastrar hacia ciertas líneas, evidentemente. Y algo hay que tener en cuenta, hay una frase que a mí me gusta mucho, la libertad de prensa es la libertad del dueño de la imprenta, y aquí todos sabemos que al final siempre hay algunos intereses detrás que son los que te van guiando. Incluso, aunque el periodista cuando salga de la facultad y venga con la mejor de las intenciones a hacer un servicio, que considero absolutamente clave y fundamental, el problema es que hay veces que el poder es el que controla a los medios de comunicación. Todos sabemos cómo se hace y tampoco vamos a ser hipócritas, ¿Cómo se hace? Pues a través, por ejemplo, de la publicidad institucional, que es una manera de comprar indirectamente o de manipular a los medios de comunicación, entonces, qué significa, pues que lamentablemente hay veces que no todos los periodistas y no todos los medios cumplen con aquellos principios de obligarse a sí mismos de informar con veracidad a los ciudadanos, y al mismo tiempo ser esos garantes de control del poder político que, como digo, fundamental en una democracia.

P.- ¿Le pareció bien el veto de la Unión Europea a Russia Today, el canal de televisión de financiado por el Kremlin? 

R.- A mí cualquier censura, siempre por sistema me va a parecer mal, venga de donde venga. El problema es saber dónde vas a poner el límite. Porque piensa que ya no solamente es eso, estamos hablando de que muchos países democráticos, incluso la propia Unión Europea, han creado departamentos que se llaman de lucha contra la desinformación, en principio solo son orientadas a esa desinformación geopolítica, dentro de esta pugna geopolítica, pero, claro, no puede ser que terminen siendo los gobiernos los que decidan lo que se publica y lo que no se publica. Escribo en el libro también sobre esas leyes que están sacando muchos países democráticos para controlar a los youtubers, a los influencers….

P.- Por ejemplo, el tema de los verificadores, me parece interesante. 

R.- Ese asunto también lo abordaba en mi libro anterior, El Dominio Mental, que al final todo el mundo depende de algo, es decir, un verificador no come del aire, alguien le está pagando el sueldo para que verifique, una vez más sigue el dinero y a saber exactamente por la línea de este medio. Pero sobre todo lo que te decía, el problema es que cuando entramos en estas censuras, que son censuras al final, ¿Dónde vamos a poner el límite? Es decir, a quiénes vamos a dejar hablar y quiénes no. Creo que todas las sociedades tienen que tener válvulas de escape, cuando tú más trates de cerrar la olla, que sepas que antes o después más rápido te vas a estallar y con más fuerza, con más potencia, siempre. Si un gobierno considera que hay una noticia que es perjudicial para el estado, no para no para ellos como gobierno, sino para el estado y para los ciudadanos, es muy sencillo, hay que debatir con argumentos y hay que ser capaces con personas creíbles, solventes, con expertos de verdad y no muchas veces los teóricos expertos que te ponen son tales, y decir «no, mire usted, esta noticia es falsa por esto, por esto y por esto». Otra cosa es que, si tú empiezas a censurar indirecta o directamente, podemos caer en una trampa tremenda que también nos debilita como sociedades democráticas.

El coronel en la reserva y analista geopolítico Pedro Baños. | Carmen Suárez

P.- Y que la verdad no tiene versiones.

R.- Efectivamente, eso es otra parte que también ponía en el libro anterior. Por ejemplo, el framing, que vosotros conocéis, el framing es que no es lo mismo que de un libro (coge su libro y empieza a ponerlo de distintas formas) poner esta parte, que poner esta otra, que poner la de atrás y tú me puedes decir, «no, si yo lo que te he dicho es verdad, yo te he puesto este lado», y sí, pero yo a lo mejor el que quería ver era el otro o quería ver todos los lados.  Tú piensa que al final todo es polifacético, todo tiene muchas caras, tiene muchas aristas y hay quien magnífica una de las caras, la que interesa y te oculta las demás. Por no hablar que la primera desinformación, no se nos debe olvidar, es no dar la noticia. Cuando no interesa hay noticias que simplemente se silencian y se ocultan. 

P.- Asunto Marruecos, nuestro querido país vecino. La sospecha, importante, de que Marruecos está detrás de ese espionaje al móvil del presidente Sánchez, además de otros miembros del gobierno, con el software Pegasus. Tres cuestiones, si cree que sabremos el contenido de la información que se extrajo del móvil del presidente, si su intuición le dice que detrás de todo eso está Marruecos, y si bajo su criterio, el CNI actuó correctamente.

P.- Lo primero es que es que en el mundo del espionaje no hay amigos, se espían todos a todos. Lo segundo, una lección que tenemos que extraer, que muchas veces las mayores fugas de información se producen por la cúspide, por lo que hablamos antes de esa soberbia, algunos se creen poco menos que intocables, casi dioses. En ese sentido, esto nos debe llevar a que tenemos que ser muy prudentes con todo lo que hacemos y lo que decimos con el móvil, aunque, aparentemente esté cifrado con un sistema maravilloso, porque pensemos que siempre hay otros sistemas mucho más potentes que te pueden descifrar todo lo que tienes. No solamente fue con el presidente del gobierno, que sepamos también fue con la ministra de defensa, también con otro ministro y luego incluso con periodistas, algunos de tanto prestigio como el caso de Ignacio Cembrero, que está en una situación complicada precisamente por ese enfrentamiento que mantiene con Marruecos, mejor dicho, mantiene Marruecos con él, para que veamos que el tema del Pegasus podríamos hablar durante muchas horas. Y eso que es un sistema que no es ni siquiera el mejor, es el más conocido, pero no es el mejor. Estamos hablando de programas muy caros que pueden costar para cada persona incluso más de medio millón de euros, porque lo que sí está claro es que cuando se empeñan en entrar en tu móvil o entrar en tu ordenador, hay métodos para poder entrar, porque hay países que tienen verdaderos ciber ejércitos precisamente para llevar a cabo este tipo de acciones. Con lo cual, pues no sería difícil que lo hubieran empleado países con los que una vez más, somos vecinos, tenemos que intentar llevarnos bien pero también recordemos que los vecinos no dejamos de ser adversarios entre nosotros y en este caso pues no sería difícil que se hubiera producido. 

P.- ¿Pero cree que se sabrá lo que se extrajo del móvil del presidente?

R.- Probablemente no lo lleguemos a saber nunca. Sabes que a lo mejor, había cosas que no interesaban bajo ningún concepto que salieran y no interesaban ni por una parte ni por otra.

P.- La partitocracia, otro de los elementos de la obra de Baños, habla del abuso de los partidos políticos de su poder. ¿Nunca le han tentado para entrar en política? 

R.- La verdad es que sí. 

P.- ¿Esto es exclusiva?

R.- Sí, pero piensa que les pasa a muchísimas personas, evidentemente. 

P.- ¿Le han llamado de un partido?

R.- No, de más. Pero mira, lo que hago siempre es sociedad, no política, en el sentido de que cuando yo escribo un libro quiero que cualquier persona, con independencia de su ideología, se sienta representada. Toco en el libro los problemas que nos afectan a todos, al final son problemas comunes y lo que quiero es buscar otras fórmulas para que las necesidades e intereses de las sociedades se queden mejor satisfechas, con independencia. Entonces si tú buscas, por ejemplo, y te lo digo abiertamente, si tú buscas ahora mismo o cualquiera busca «Pedro Baños Vox», te aparecerán un montón de páginas, pero si buscas, «Pedro Baños Podemos», te aparecen las mismas o más. Yo voy allí donde me llaman, tengo un discurso único, como habrás podido comprobar, porque entre otras cosas, creo que eso también te da prestigio, mantener una coherencia, estés donde estés y más en un momento, en el que por más que insistas siempre alguien te va a estar grabando.

P.- ¿No tiene ningún veto en ir a ningún sitio? Por ejemplo, hemos visto imágenes suyas dando una charla o una conferencia en la sede de España2000, un partido de extrema derecha.

R.- Pero lo mismo he estado con los de Podemos, en distintos sitios.

P.- No, si solo le pregunta si tiene algún veto. 

R.- ¿Personal? En absoluto, pero ya te digo, por ejemplo, me están pidiendo que vaya otra vez, ya he ido varias veces, a la Facultad de Políticas de la Complutense, que normalmente es un núcleo con otra ideología. Te vuelvo a repetir, voy donde me llaman, lo mismo que hago con los medios de comunicación, no pongo ningún veto a nadie. Te dirán, «es que eres de no sé qué», no, yo soy militar y como militar sigo a todos y cada uno de los españoles, el que no quiera ser servido será porque él no quiera, pero yo sirvo a todos y cada uno de los españoles, sin poner ninguna limitación a nadie. Lo mismo que cuando voy presentar el libro, acudo a todos los rincones de España que me lo solicitan, precisamente, para demostrar mi imparcialidad como militar. Es más, me habréis oído decir muchas veces que creo que los militares cuanto menos intervengamos en política o menos nos postulemos en un sentido o en el otro, creo que es uno de los grandes servicios que podemos hacer. Otra cosa diferente es que, como militar en la reserva, estoy a las órdenes tanto de la ministra de defensa, como del presidente del gobierno. ¿Qué significa eso? Que, si a mí me llaman para un puesto, es que aunque quiera, no puedo negarme, es que para eso estoy en la reserva, para que en cualquier momento pueda servir, desde un puesto que puede ser incluso, un puesto político. Pero de ahí a manifestarse abiertamente en un sentido en el otro políticamente, no. También porque, entre otras cosas, tenemos que cambiar esa mentalidad de izquierdas, derechas, extrema izquierda, extrema derecha, pensando en el mundo en el que estamos y el que se nos avecina. Volviendo a lo que te decía, sí que me han propuesto muchas cosas, es cierto, pero yo en todo momento he vuelto a decir lo mismo, es que ni me lo planteo. Lo mismo que cuando me han pedido y me han insistido en algunos casos que vaya a actos manifiestamente políticos, a mítines, no he podido ir, primero porque la ley así me lo exige y lo segundo, es que personalmente me lo exijo a mí mismo, para mantener a toda costa esa imparcialidad política. 

P.- Otro de los asuntos que toca en el libro, es el asunto de la inmigración.  ¿Usted diría que nuestro país sufre un problema con un porcentaje de inmigrantes o de hijos de inmigrantes, o sea, españoles, que tienen problemas de delincuencia, de adaptación, de pobreza…? Sabe que es un asunto siempre polémico. 

R.- Tremendamente polémico, pero lo primero que tenemos que decir es que hay que hablar de todo. Estamos hablando del tema más sensible que existe, porque estamos hablando de personas, de seres humanos, personas migrantes que huyen de sus lugares de origen, que a nadie nos gusta dejar nuestros hogares, pero simplemente en muchos casos, lo hacen por una pura cuestión de supervivencia, hay que pensar que algunos sitios que son verdaderamente dramáticos porque hay guerras, hay hambrunas, hay desertificación, entonces están obligados a salir de allí. Tú piensa, además, que claro nosotros les mostramos muchas veces, de manera artificial, lo que llamo el efecto Instagram, les mostramos un mundo maravilloso en el que todo el mundo es rico, es guapo, está permanentemente de vacaciones…

P.- (interrumpe) Es el mayor generador de envidia del mundo 

R.- Efectivamente, pero también es un impulsor de migraciones. Cuando tú vives en una situación terrible y ves otros que, aparentemente, viven en el paraíso terrenal, en una verdadera arcadia, obviamente, se produce esa apreciación de injusticia y tú quieres también disfrutar de esos bienes materiales, como haríamos cualquiera de nosotros. Lo que pasa es que para no crear problemas ni a los que vienen buscando ese mundo mejor, pero tampoco crea problemas a la sociedad que ya existe, esto hay que, una vez más, abordarlo dejando al margen dogmatismos, ideologías y hacerlo de una manera estratégica y razonada. ¿Qué significa? Vamos a ver las personas que puedan aceptar, sin modificar la estructura principal de la sociedad de acogida, para beneficiar tanto a unos como a otros, a los que llegan y a los que ya están. Podemos poner un ejemplo, imagínate un barco, que tiene una capacidad de personas que puede admitir, tú puedas acoger a 50 personas, pero si acoges a 500, el barco se hunde, entonces no tiene sentido acoger esas 500, porque se van a ahogar todos. Una vez más, hay que hacerlo de una manera razonada, por supuesto que en sociedades envejecidas como las nuestras, no nos queda más remedio que acoger a inmigración. Y además, nosotros tenemos una grandísima suerte, tenemos a nuestros hermanos hispanoamericanos que, al día siguiente de venir, están absolutamente integrados en la sociedad, con matrimonios mixtos, por ejemplo, en muy poco tiempo. Y tenemos la gran fortuna que nos une todo, empezando por algo que para mí es el mayor factor de cohesión, la lengua. Hay que hacerlo de una manera razonada, no rechazar a nadie por rechazar tampoco poner una valla absoluta, ni tampoco, obviamente, como hay quien pretende abrir las puertas sin ningún sentido, para que entre todo el que quiera. 

P.- A los que dicen que Putin es comunista, ¿usted qué les contesta? 

R.- Que evidentemente, no. (Ríe) Se oyen unas barbaridades, todavía hay quien habla de la KGB, que no existe, bueno, ¿Sabes dónde existe? En Bielorrusia, pero en Rusia ya no existe la KGB, hay tres servicios de inteligencia, está el FSB, el heredero de la KGB, pero también está el SVR, que es el servicio de inteligencia exterior y luego, está el GRU, de inteligencia militar. Es como cuando salen personas, incluso personas teóricamente muy importantes, diciendo, «es que los soviéticos», bueno, los soviéticos desaparecieron hace muchísimo tiempo, en 1991. Hay mucha desinformación, muchas veces desinformación intencionada, porque hay que pensar que toda Europa nos hemos embarcado o nos han embarcado en una guerra, eso tenemos que ser conscientes, lo estamos viendo ahora con el tope de del precio del petróleo, con lo cual hay mucha desinformación y mucha propaganda, de todos los frentes.

P.- Y sobre el ejército ruso, del que los más vírgenes de conocimiento militar pensábamos que iba a arrasar Ucrania, pero no está siendo así, con fallos de estrategia, huidas de ciudades como la de Jerson, con una resistencia importante por parte de los ucranianos…Le pregunto, ¿Podemos decir que el ejército ruso ha sido o está siendo humillado en Ucrania? 

R.- Lo primero, es cierto, pensábamos que no se iba a producir la invasión y lo siguiente pensábamos que, si se producía, dada la capacidad que presuponíamos al ejército ruso, la invasión se iba a consumar en muy pocos días. Es verdad que ha habido un desprestigio, en cierto modo, ante la actuación de Rusia, que no ha sido todo la eficaz que se suponía del segundo mayor ejército del mundo dejando incluso al margen las armas nucleares, pero también una vez más, no debemos pensar, como algunos dicen aquí, que el ejército ruso está acabado.

P.- Otra de las ideas sobre Putin es, «cuidado, que estamos pidiendo un sucesor de Putin y puede que el que venga, sea peor todavía». 

R.- Correcto, piensa que, por ejemplo, el partido comunista, aunque es minoritario dentro de Rusia, es mucho más beligerante, está pidiendo una acción más asertiva, pero es que también, seguramente, algunos de sus generales les gustaría que fuera de otra manera, lo vemos en algunos comentaristas de la televisión rusa, que de vez en cuando nos llega aquí alguna noticia, y cómo quieren ser mucho más potentes en el ataque. Parece ser que ya se abre una vía de negociación, con la intermediación de Estados Unidos, que sabíamos que al final iba a marcar la pauta. Hemos visto a Joe Biden, en declaraciones, casi animando a que se lleve a cabo ese proyecto de paz, que ojalá así sea. Hay que tener en cuenta que se ha destrozado un país, Ucrania, por intereses geopolíticos, por intereses económicos, ha habido una verdadera matanza que todavía no sabemos exactamente las cifras, pero que pueden ser escandalosas.  Ojalá se termine pronto esta guerra, primero por la seguridad humana y luego, a ver cómo podemos recomponer toda Europa. Porque el gran problema geopolítico, no se nos debe olvidar, es un Estados Unidos que se ve débil frente a otras potencias que han surgido encabezadas por China, ahora mismo respaldada también por esta Rusia, a la que en cierto modo hemos puesto en sus brazos y, por tanto, es el verdadero problema geopolítico que no va a parar aquí, por más que mañana, ojalá así fuera, se terminara la guerra en Ucrania. 

«Tenemos que estar en fase de rebeldía permanente»

P.- Hablemos de dos 11, primero el 11-S, el 11 de septiembre de 2001, los cuatros aviones secuestrados. El día de los atentados a las Torres Gemelas, el Pentágono y ese cuarto avión que se estrelló en Pensilvania, pero se cree que iba dirección a la Casa Blanca o al Capitolio. ¿Cómo vivió, como miembro del ejército español, aquel día?

R.- No solamente estaba en activo, sino que en ese momento era el jefe de contrainteligencia y seguridad del cuerpo de ejército europeo en Estrasburgo, te puedo contar que me lo tragué de pleno. De hecho, yo creo que era en ese momento el extranjero que mejor conocía todos los planes, incluso los secretos franceses, los planes vigipirate, porque claro, me lo tuve que tragar, estaba en contacto permanente con buena parte de los servicios de inteligencia europeos, tanto de inteligencia como de contrainteligencia, tanto civiles como militares. Vi, por ejemplo, el proceso por ejemplo de radicalización de muchos barrios, más sensibles en Francia, cómo se fueron radicalizando desde el punto de vista religioso y además creándose verdaderos guetos, prácticamente al margen del resto de la ley francesa. Esto fue un gran punto de inflexión, que rompió el mundo. Lo que pasa es que ahora mismo, el mundo está roto por otro fenómeno, que todavía es incluso más importante que este terrorismo salafista, yihadista o este extremismo islamista.

P.- Sobre otro 11. El 11 de marzo de 2004, el mayor atentado de la historia de España, las explosiones de trenes en distintas partes de Madrid. Sabe que hay muchas teorías sobre esto y hay muchos periodistas, opinólogos, analistas que defienden que la investigación tuvo lagunas, que no se sabe toda la verdad, que no se conoce quién organizó realmente esos atentados. Le pregunto, ¿Usted diría que se sabe toda la verdad sobre los atentados del 11 de marzo de 2004? 

R.- En este tipo de atentados siempre hay muchos flecos que tardan en saberse. Fíjate, todavía de los atentados del 11-S, el FBI tiene miles de documentos sin desclasificar, que entre otras cosas pueden afectar algunos países que mejor nos nombrarlos de momento, pero te quiero decir que quedarán seguramente flecos. Yo entonces todavía seguía allí en Estrasburgo en aquel momento, te puedes imaginar que como español todavía la conmoción fue muchísimo mayor, obviamente nos afectaba a nuestro país. De momento, hasta donde yo sé, Al Qaeda se alegró de que se hubieran producido estos atentados, pero no reivindicó nunca como tal estos atentados, hay quien dice que sí, que indirectamente los pudo reivindicar, pero manifiestamente nunca los llegó a reivindicar, entonces, ¿Quién está todavía detrás o qué grupos estaban? Evidentemente hay algo que estaba muy relacionado, todo lo que había significado en el año 2003, la invasión directa por Estados Unidos y algunos países aliados, entre los cuales estábamos nosotros, y entonces pudo ser ese reflejo de aquella situación por parte de grupos radicales. Tú piensa que claro, esto nos daría para estar hablando muchas horas, el concepto que tiene un musulmán de la Umma, la comunidad de creyentes que todo lo que afecta a un musulmán le tiene que afectar a todos los demás musulmanes del mundo, y sobre todo pues a lo más radicales que piensan que ya no solamente les afecta, sino que tienen que actuar contra los judeocristianos que a su vez están ellos atacando a los suyos. ¿Qué probablemente todavía quedan cosas por saberse? Pues seguramente.

El coronel en la reserva y analista geopolítico Pedro Baños conversa con Carlos Padilla. | Carmen Suárez

P.- Para ir cerrando, voy a decir nombres de personajes del presente y del pasado, para que me exprese una opinión breve sobre ellos. El primero es Joe Biden, presidente de los EEUU.

R.- (Se encoge de hombros y arquea las cejas) 

P.- (Ríe) Creo que ha hecho más el gesto que las palabras.

R.- Se merece un buen retiro el hombre y lo antes posible. Es lo que hablábamos antes, es el reflejo de nuestros líderes, que vemos que el pobre hombre comete errores de manera sistemática. Creo que no es lo que necesitamos en este momento, precisamente ellos que pretenden ser el país abanderado de las democracias y del mundo occidental. Necesitamos otro tipo de líderes en este mundo.

P.- Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa.

R.- Le pones precisamente con ese dedo así, lo que refleja sin lugar a dudas pues es mucha astucia. Para llegar a haber sido, saliendo de una familia humilde, director de la KGB y posteriormente presidente de Rusia, primer ministro y otra vez presidente, evidentemente, está claro que tonto no es. Cosa diferente es que a lo mejor no haya acertado en los últimos momentos o por lo menos no le hayan funcionado las estrategias que él tenía previstas.

P.- ¿Tonto no pero malvado sí?

R.- Pero es que, a esos niveles, malvados en realidad son todos, te quiero decir, porque cada uno juega para su propio beneficio. Tú piensa que detrás de Biden, por ejemplo, hay otros detrás que lo que buscan es cómo fortalecer o seguir manteniendo el poder de Estados Unidos. Cuando hablamos de geopolítica no hay buenos ni malos, cada uno está intentando solucionar el problema para su país, y en algunos casos, en caso de líderes autoritarios, también a ser posible para sí mismos. 

P.- Volodomir Zelensky, presidente de Ucrania. 

R.- Hay que pensar, que antes de que empezara la guerra, según las encuestas realizadas en Ucrania su popularidad no llegaba al 25%. Es más, muchos desconfiaban que pudiera convertirse en un verdadero líder en un contexto bélico, lo cierto es que para su país lo ha intentado hacer lo mejor posible, ha dado un ejemplo desde luego de resistencia, es cierto que muy apoyado por otros países, empezando por Estados Unidos, Reino Unido, Polonia, pero es cierto que ha demostrado una fortaleza que en muchos casos nos esperaba de él.

P.- Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. 

R.- No es la señora Merkel, aunque también sea alemana. A mí lo que me preocupa de estos personajes o de nuestros líderes europeos es quiénes los han votado, quiénes los han elegido, porque hablamos de democracia y a lo mejor deberíamos plantearnos que también debería haber una democracia más directa con respecto a los líderes que elegimos o que ostentan el poder en la Unión Europea. 

P.- Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa. Es la persona de Europa que habla con Putin. 

R.- Desde que Macron llegó al poder, ahí puedes ir a la hemeroteca, era de los que abogaba, yo decía exactamente lo mismo, aunque yo no soy nadie, él abogaba por acercarnos a Rusia o por lo menos, no llegar a enfrentarnos con Rusia, y estoy convencido que ahora mismo es de los más interesados por buscar una solución lo antes posible con Rusia. Hay una gran hipocresía, muchos de los que más abiertamente están atacando a Rusia, no tengas ninguna duda, que si se llega una negociación, serán los primeros que salgan corriendo a Moscú para hacer pingües negocios. Macron ha perdido mucha popularidad, pero de momento no ha caído en la falta de popularidad que llegó a tener, por ejemplo, Hollande, que terminó con un 10% de popularidad. 

P.- Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos.

R.- El histrionismo o la teatralización hecha política. De tonto no tiene un pelo, piensa que Trump es un superviviente, ha pasado por todo, ha pasado por situaciones de arruinarse, volver otra vez a enriquecerse y, además, es un gran maestro de la comunicación, si alguien sabe manejar a las masas es él.

P.- Mijaíl Gorbachov, el último presidente de la URSS

R.- Sabes que terminó muy desprestigiado dentro de la propia Rusia, porque hay quien piensa que fue el que le entregó el poder absoluto del mundo, a partir de 1991, a Estados Unidos. Además, Gorbachov, lo que nos decía en sus Memorias, es que la OTAN le había prometido que, si disolvía el pacto de Varsovia, no sólo no se iba a seguir ampliando, sino que se iba a ir desmontando, y de hecho Gorbachov firma la disolución del Pacto de Varsovia, seis meses antes de la propia disolución de la URSS. También hay quien cree que se equivocó al simultanear la glasnost y la perestroika, es decir, la apertura política y la apertura económica. Algo que han aprendido muy bien los chinos y dicen apertura económica, la que quieras, apertura política, ninguna.

P.- Xi Jinping, el presidente chino.

R.- El nuevo Mao. Además, fíjate, ese rostro que tiene que parece casi una careta, esa sonrisa entre burlona e irónica, casi permanente incluso cuando el otro día le echó la bronca que le echó a Trudeau, el primer ministro de Canadá, no perdió el rictus. Estamos hablando de un líder muy fuerte, que se ha fortalecido a sí mismo y que está intentando fortalecer a China. Lo que sí está claro, es que más de uno cuando está en su presencia debe temblar, como vimos en lo que pasó cuando sacaron a Hu Jintao en el congreso del partido comunista chino.

P.- Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. 

R.-  Nadie daba un duro por él y ahora todo el mundo va detrás de él. Recordemos que la Unión Europea, incluido España, había reconocido como presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó, es más, querían meterla hasta en la lista lo mismo de países y de líderes que pertenecían el terrorismo. Pero acabamos de ver lo que ha pasado, Macron, durante la Cumbre de la COP celebrada en Egipto, como fue a intentar llevarse bien con Maduro o incluso vimos a John Kerry, el enviado especial por parte de Estados Unidos, cómo fue también hacerle la rosca porque ahora pretenden, incluso, incorporarle otra vez al sistema mundial. Pensemos que Venezuela, si unimos las breas pesadas, tiene probadas el 25% de todas las reservas de petróleo del mundo.

P.- Mohamed VI, rey de Marruecos

R; Creo que tiene más personalidad su hijo, en el sentido de que el actual rey de Marruecos, sabemos que pasa mucho tiempo fuera del país, en muchos casos en París.  Parece ser que el hijo, Moulay Hassan, es el que va a tener la personalidad que tenía su abuelo Hassan II, que tenía una personalidad más firme e incluso que puede hacerse querer todavía más por el pueblo.

P.- Por hacer un comentario frívolo, el rey Mohamed se parece un poco a Jorge Javier Vázquez. 

R.- (Ríe)

El coronel en la reserva y analista geopolítico Pedro Baños. | Carmen Suárez

P.- Elon Musk.

R.- Un verdadero genio. Pensábamos que Twitter se iba a hundir y en cambio, de repente, ha dado un golpe de timón, por ejemplo, desvelando todos estos trapos sucios del hijo de Joe Biden, de Hunter Biden. Lo que sí está claro es que todo lo que está haciendo con el tema de neuroling, de implantes cerebrales, estamos hablando de los sistemas Stirling, que te van a proporcionar internet y a buen precio, sin latencia o con muy poca latencia, en prácticamente cualquier lugar del mundo, todo lo del SpaceX. De vez en cuando por el mundo, nacen genios como él.

P.- Él último líder mundial es Iker Jiménez.

P.- Bueno, bueno, bueno, Iker Jiménez, lo primero que hay que decir, es que es una persona excepcional, o sea, son buena gente él, su mujer Carmen Porter, la familia, que los conozco. Persona extraordinaria, leal a muerte, es un líder y dentro del mundo de la comunicación, es el mayor influencer de España, con mucha diferencia. Es un valiente, se atreve con temas que otros medios de comunicación no se atreven, a veces, jugándose el tipo y él lo ha reconocido, el propio Paolo Vasile, el gran mandamás de Mediaset, muchas veces le advertía. 

«Los autócratas no están en declive, al contrario»

P.- Para ir cerrando, Pedro, ¿cuál ha sido el milagro de su vida?

R.- El gran milagro de mi vida es que siempre me he considerado, hasta ahora y toco madera, una persona con suerte. Al final, como decía Napoleón cuando le preguntaban, ¿Qué virtud es la más importante en un general?» y él respondía, «que tenga suerte» y me considero un hombre con suerte. Soy de origen muy humilde y si he llegado donde he llegado, efectivamente es porque he tenido suerte. He tenido muchos milagros, te puedo decir que he estado varias veces al borde de la muerte, una de ellas en Noruega, año 2004, donde me dieron no uno, sino tres trombos y me salvaron la vida. Un milagro. 

P.- ¿Alguna vez le han disparado? 

R.- ¿Me han disparado? Con todo tipo de armas. Te voy a contar, me han disparado con armas ligeras, artillería de 20 milímetros, antiaérea y lo último, uno de los más gordos que me dispararon, fue con un misil scud. Dispararon, y para que te hagas una idea de la magnitud, la mitad del edificio voló literalmente, en aquel momento la onda expansiva me levantó de la cama varios metros y cuando caí, me quedé absolutamente inmovilizado, todavía se me ponen los pelos de punta. Piensa que estuve en plena guerra, año 94,95, en Bosnia, como observador militar de Naciones Unidas e íbamos a donde había actividad y a nuestro vehículo, blindado, nos disparaban de manera casi constante. He vivido mil aventuras, como tantos otros militares españoles.

P.- Ha sido un placer, Pedro, gracias por subir a El Purgatorio.

R.- Siempre encantado de estar en El Purgatorio y que no caigamos al infierno, que eso es lo importante. (ríe)

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