Ayuno de tres días: lo que sucede en tu cuerpo (y en tu peso) si no comes durante 72 horas
Ahora que se ha puesto muy de moda el ayuno intermitente, conviene saber más acerca del ayuno prolongado y ver qué podemos obtener
El ayuno cada día cobra más fuerza, sobre todo porque tenemos más información que nunca y comemos peor que nunca. En 1987, en España, un 45,3% de los hombres tenía sobrepeso, según la Encuesta Europea de Salud en España. Actualmente, el porcentaje llega hasta el 61,4%, lo que supone una subida enorme en apenas tres décadas. En cuanto a las mujeres, el porcentaje ha subido del 33,5% al 46,1%.
Todo ello ha impulsado las ganas de perder peso. Pero la mayoría fracasa en su intento, ya que siente que no adelgaza con la rapidez que quisiera. Por eso, muchos optan por hacer ayuno.
Numerosas evidencias científicas respaldan los beneficios del ayuno a corto plazo (como el control del peso y la renovación celular), aunque los datos más notables se han registrado en estudios con animales. «Aun así, estos hallazgos son prometedores para los humanos. En esencia, el ayuno limpia nuestro cuerpo de toxinas y fuerza a las células a llevar a cabo procesos que generalmente no se hacen por estar siempre supeditadas al flujo constante de alimentos», señala Susan Puckett, asistente médica del Boulder Medical Center.
¿Cuántos kilos se pueden perder con el ayuno?
Durante el ayuno se puede perder peso y grasa. La siguiente tabla muestra referencias orientativas de cuántos kilos se pierden dependiendo de cuántos días se prolonga el ayuno y de cuántos kilos nos sobren, según datos de Miayuno:
¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando ayunamos tres días?
El ayuno no se hace únicamente para adelgazar, sino para conseguir los otros muchos beneficios que proporciona, según la ciencia. Obviamente, siempre hay que hacerlo de manera controlada y supervisada por un médico. Una vez sabido esto, veamos qué sucede en nuestro cuerpo cuando estamos 72 horas sin comer (durante el ayuno se puede/debe tomar infusiones, café solo y agua).
- De 0 a 4 horas de ayuno. En las primeras cuatro horas de ayuno entramos en la fase de crecimiento anabólico. «Tu cuerpo está usando la energía que acaba obtener de los alimentos que has comido. Tu páncreas produce insulina. Esto le permite a tu cuerpo usar la glucosa que se liberó en tu torrente sanguíneo después de la comida y almacenar cualquier exceso de energía en sus células para su uso posterior», detallan la Dra. Bindiya Gandhi en Mbghealth.
- De 4 a 16 horas de ayuno. En esta fase todos esos nutrientes adicionales comienzan a liberarse del almacenamiento para ser utilizados como energía. Una vez que se agota la energía almacenada en tus células, tu cuerpo comienza a usar la grasa almacenada. El proceso de liberar grasa y quemarla para obtener energía libera sustancias químicas conocidas como cuerpos cetónicos para obtener energía, lo que generalmente ocurre alrededor de las 16 horas. En esta fase también comienza la autofagia, el proceso constante que renueva nuestras células, evitando que se concentren desechos en nuestro cuerpo.
- De 16 a 24 horas de ayuno: cuando superamos las 16 horas, la glucosa en las células y el glucógeno en el hígado y los músculos comienzan a disminuir rápidamente, lo que hace que quemes la grasa almacenada para satisfacer las necesidades de energía de tu cuerpo.
- De 24 a 72 horas de ayuno: en esta fase tu cuerpo entrará en un estado llamado cetosis, en el que se queman tus reservas de grasa para obtener energía. A medida que las células grasas se descomponen para obtener energía, se crean cuerpos cetónicos y se liberan en el torrente sanguíneo. Los cuerpos cetónicos actúan como combustible para el cerebro cuando la glucosa escasea. En esta fase se puede producir un aumento importante en tu rendimiento cognitivo, claridad mental y sensación general de energía y bienestar al iniciar un ayuno de varios días.
¿Y qué ocurre cuando ayunamos más de 72 horas?
Si ayunamos más de tres días, nuestro cuerpo entra en un profundo estado de cetosis. «Y entonces obtenemos los beneficios anteriores: la autofagia, el aumento en la producción de sustancias químicas y hormonas beneficiosas, la pérdida de grasa y la claridad mental, que continúan aumentando. Dicho esto, tus hormonas tiroideas también comienzan a verse afectadas, ya que su cuerpo cree que se está muriendo de hambre», detalla la doctora. Es decir, que tu metabolismo puede verse afectado negativamente.
«Las investigaciones sugieren que los ayunos más prolongados pueden ayudar a tu cuerpo a volverse más resistente al estrés y a la exposición a toxinas, y que ciertas hormonas producidas en esta etapa pueden tener efectos beneficiosos contra el cáncer y el envejecimiento».
En cuanto al hambre, irá disminuyendo a partir del tercer día. Y no deberías preocuparte por ‘morirte de hambre’, pues, un artículo de fondo publicado en el British Medical Journal, comprobó que los seres humanos podemos sobrevivir sin comida durante 30-40 días si nos mantemos hidratados.
Dicho todo esto, las personas con antecedentes de trastornos alimentarios deben evitar los ayunos prolongados, y toda persona sana debe hacerlo, si lo desea, con la supervisión de un médico o experto en nutrición.