Frutos secos: cuando comerlos para obtener sus beneficios y no engordar
Estos «superalimentos» son ricos en vitamina E y ácido fólico, por lo que ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer
El mito de que los frutos secos engordan es una creencia errónea que ha sido desmentida por numerosos estudios científicos. Aunque los frutos secos son alimentos ricos en calorías debido a su contenido de grasas saludables, no están asociados directamente con el aumento de peso cuando se consumen en cantidades adecuadas como parte de una dieta equilibrada.
Los frutos secos contienen grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Estas grasas saludables, junto con su contenido de fibra y proteínas, ayudan a promover la sensación de saciedad, lo que puede contribuir a un control adecuado del apetito y evitar el exceso de consumo de otros alimentos menos saludables.
Además, los frutos secos aportan nutrientes importantes, como vitaminas, minerales y antioxidantes, que desempeñan un papel clave en el mantenimiento de un buen estado de salud.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los frutos secos son alimentos densos, por lo que es recomendable consumirlos en porciones moderadas. Esto significa que, aunque sean saludables, no se deben comer en exceso, ya que pueden contribuir a un consumo calórico elevado.
¿Es saludable comer frutos secos por la noche?
Al igual que la idea de que comer frutos secos engorda es falsa o no del todo cierta, lo mismo sucede con el mito común de que consumirlos por la noche y antes de irse a dormir engorda más.
la ganancia de peso dependerá siempre del balance energético y por lo tanto, de la cantidad total de calorías consumidas en relación con la cantidad de calorías quemadas durante todo el día.
Esto quiere decir, que si comes más calorías de las que quemas, independientemente de la hora del día, es posible que ganes peso. Lo único que sí deberías tener en cuenta, es que en el caso de cenar muy tarde aumentan las posibilidades de ganar peso.
Cuando se come alimentos en exceso y justo antes de ir a dormir, el cuerpo puede almacenar esas calorías adicionales como grasa. Por lo tanto, al comer tarde por la noche, se consumen más calorías de las que se queman y es posible que haya más probabilidades de aumentar de peso.
Pero esto puede ocurrir con cualquier tipo de alimento y si se cena tarde. Por eso, lo más recomendable es recurrir a una cena ligera y evitar comer al menos dos horas antes de acostarse para que el cuerpo pueda tener tiempo a digerir los alimentos.
¿Cúal es el mejor momento del día para consumirlos?
Según expertos en nutrición, uno de los mejores momentos del día para consumirlos es durante el desayuno. No solo porque aportan nutrientes indispensables para el correcto funcionamiento del organismo, sino también porque pueden ayudarte a perder peso.
Beneficios de los frutos secos
- Mejoran la salud del corazón: contienen grasas saludables y bajos niveles de colesterol, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
- Ayudan a controlar el azúcar en sangre: contienen nutrientes que pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.
- Fortalecen el sistema inmunológico: contienen antioxidantes y otros nutrientes que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
- Contribuyen a la pérdida de peso: son ricos en proteínas y fibra, lo que puede ayudar a mantenerse saciado, reduciendo el apetito y ayudando en la pérdida de peso.
- Mejoran la salud ósea: contienen minerales como el calcio, el magnesio y el fósforo, que son importantes para la salud de los huesos.
- Mejoran la salud del cerebro: contienen nutrientes como la vitamina E y el ácido fólico, que pueden ayudar a mejorar la función cerebral y prevenir enfermedades neurodegenerativas.
- Ayudan a reducir el estrés: contienen compuestos que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar el estado de ánimo.
- Mejoran la salud de la piel: contienen nutrientes como la vitamina E y el zinc, que pueden ayudar a mantener la piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro.
- Son ricos en antioxidantes: que pueden ayudar a proteger el cuerpo contra el daño celular y prevenir enfermedades crónicas.