El mejor deporte para practicar este verano si no estás en forma y quieres adelgazar
Aunque ninguna actividad deportiva es mala de por sí, hay una que destaca especialmente sobre las otras por muchas razones
Ningún deporte es malo | Unsplash
El ejercicio no solo es necesario para adelgazar, sino también para mantener una buena salud general. Y aunque ninguna actividad deportiva es mala —si se realiza de acuerdo a las capacidades de cada uno y con seguridad—, hay unas mejores que otras en cuanto a beneficios se refiere.
Hoy en THE OBJECTIVE te vamos a hablar del senderismo, un deporte que es apto para todos los públicos (especialmente para los que no tienen mucho fondo) y que tiene numerosos beneficios para la salud, tal y como nos ha detallado Claudia Martínez, líder de la comunidad en Merrell Hiking Club España:
1. El senderismo es un deporte que mejora de la salud cardiovascular
El senderismo es una actividad física sostenida que impulsa la frecuencia cardiaca y respiratoria, brindando una serie de ventajas para fortalecer el corazón, los pulmones y mejorar la circulación en todo el cuerpo.
«Practicar este deporte de manera regular ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones crónicas como la hipertensión y la diabetes. Estudios han demostrado que realizar ejercicio de intensidad moderada durante al menos 150 minutos a la semana disminuye significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente en aquellos con mayor predisposición», asegura Martínez.
Además, practicar senderismo en la naturaleza «siempre transmite una energía agradable, lo que aumenta la motivación y la probabilidad de mantener una rutina de ejercicio regular».
2. Reduce el estrés y mejora el estado de ánimo
Este deporte es ideal para reducir los niveles de estrés y ansiedad de múltiples maneras. La experta señala que numerosos estudios han demostrado que «pasar tiempo en la naturaleza disminuye los niveles de cortisol y la hormona del estrés. Además, la actividad física involucrada en el senderismo libera endorfinas, conocidas como hormonas de la felicidad, que tienen la capacidad de mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés».
3. Es un deporte que ayuda a adelgazar
Las investigaciones han corroborado que andar puede reducir el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura.
En general, una persona puede quemar entre 700 y 1000 calorías en una caminata de 16 kilómetros. Haciendo cuentas, y teniendo presente que se necesitan unos 13 minutos en avanzar un kilómetro a paso lento, para quemar entre 700-1000 calorías deberíamos caminar casi 4 horas a este ritmo, pero podemos acortar el tiempo si avanzamos más rápido, como es obvio.
4. Ayuda a dormir mejor
Este deporte no solo es beneficioso para la salud física, sino que «también puede contribuir a regular el ritmo circadiano del cuerpo, lo que resulta en una mejor calidad y duración del sueño. Al ser una actividad físicamente exigente, el senderismo fatiga el cuerpo de manera saludable, lo que facilita conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche».
Además, la exposición a la luz natural durante el senderismo ayuda a regular el ciclo sueño, mientras que la actividad física en sí misma reduce el insomnio.
5. Aumenta la densidad ósea
«Al ser un ejercicio que involucra trabajar contra la gravedad, proporciona una carga efectiva para estimular el crecimiento óseo y mantener una buena densidad ósea. Durante la práctica de este deporte, tus pies y piernas soportan de manera constante el peso de tu cuerpo mientras avanzas por los senderos. Esta presión ejercida sobre los huesos estimula la producción de nuevo tejido óseo», asegura Martínez.
Con el paso del tiempo, «esta estimulación continua puede contribuir a mejorar la densidad ósea y disminuir el riesgo de osteoporosis, una enfermedad que debilita y vuelve quebradizos los huesos».
6. Mayor equilibrio y estabilidad
Mejora tu equilibrio y estabilidad al caminar en terrenos desafiantes, reduciendo el riesgo de caídas y lesiones. Este aspecto cobra mayor importancia a medida que envejecemos, ya que enfrentamos un mayor riesgo de sufrir caídas y fracturas.
