El sencillo truco para aguantar más haciendo ejercicio y quemar más calorías

Ahora que ha llegado el buen tiempo, apetece más hacer ejercicio, ya sea porque las prendas se han acortado, porque toca ir a la playa o a la piscina o porque las muchas horas de luz solar que tenemos al día nos animan más a salir de casa.

Si eres una de estas personas que está aprovechando estas jornadas veraniegas para ponerse en forma y, por qué no, quemar calorías y adelgazar un poco, hemos de darte un valioso consejo para que aguantes durante más tiempo tu entrenamiento.

Y no tiene nada que ver ni con estiramientos ni con técnicas ni con tipos de ejercicio, sino más bien con lo que haces antes y durante la práctica del ejercicio.

El sencillo truco para aguantar más haciendo ejercicio

Muchas personas comienzan a hacer ejercicio pero abandonan al poco tiempo porque se cansan mucho. No aguantan el ritmo, y menos con el calor que hace. Pero quizá simplemente no están bien hidratadas.

Así es, el mejor truco de los expertos para aguantar haciendo ejercicio es simplemente hidratarse correctamente. Pero no es tan fácil, ya que existen muchos mitos alrededor de la importancia de hidratarse y cómo hacerlo adecuadamente antes, durante y tras la sesión de ejercicio.

Aunque no siempre se le otorga la importancia que realmente posee, los múltiples beneficios de estar bien hidratado residen no solo en el interior de nuestro cuerpo, sino que también tienen un importante efecto sobre nuestra condición física.

Como ya sabemos, se recomienda el consumo de dos o tres litros de agua diarios en el caso de un adulto, aunque esta cantidad es solo una referencia estándar y dependerá mucho de cada persona.

Un hábito que hay que extremar para práctica del ejercicio, ya que durante un entrenamiento es básico hidratarse con agua mineral o agua con electrolitos (sales minerales esenciales en la hidratación), no solo para prevenir posibles malestares, sino también para aumentar el rendimiento deportivo, ya que que un 2% de pérdida de agua corporal puede suponer un 20% menos del rendimiento deportivo, tal y como afirman los expertos en Nutrición en Club Metropolitan.

Cuánta agua hay que tomar antes y durante el ejercicio si queremos mejorar el rendimiento

Como hay mucha confusión al respecto, los mencionados expertos ofrecen consejos para que nos hidratemos correctamente durante la práctica del ejercicio:

1) Antes del ejercicio: beber medio litro de agua (una hora antes)

«Hidratarse bien antes del entreno nos ayudará a empezar la actividad física con un margen para poder rendir a buen nivel. La cantidad de agua necesaria previa al entrenamiento dependerá de varios factores, aunque especialmente de la intensidad y duración de la actividad que se realice. Para entrenos estándares de una hora y a un ritmo medio, beber un mínimo de medio litro de agua, una hora antes de la práctica deportiva, sería la cantidad óptima», detallan.

2) Durante el entrenamiento: unos 200 ml cada 20 minutos

«Mantener la hidratación de forma constante durante el entreno es vital para reemplazar el sudor que se libera al realizar la actividad, (…) ya que se estima que después de una hora de ciclismo, de futbol o de running pueden perderse entre 1,5 y 2 litros de agua. Por ello es necesario ir bebiendo durante el entrenamiento, pero sin hacerlo de golpe y sin tomar grandes cantidades, más bien poco a poco (unos 150-200ml) cada 15 o 20 minutos».

Una vez finalizado el entreno, el proceso de rehidratación es también muy importante que el anterior. «Además de recuperar energías con una comida sana que contenga las principales fuentes nutricionales (proteína y carbohidratos), si has hecho un entrenamiento intenso, también puedes tomar una bebida con azúcares simples (bebida isotónica, nunca un refresco o cerveza).

Esta será perfecta para reponer todos los nutrientes consumidos durante el entrenamiento. Si eres de las personas que no suele tener mucho apetito justo después de entrenar, puedes probar con una ingesta líquida como un batido o yogur acompañado de frutas y avena», apuntan.

A más agua, más calorías quemadas

Más allá del beneficio en la rutina de entrenamiento, beber agua es fundamental para evitar síntomas de malestar, fatiga, dolor de cabeza o calambres musculares. Por ello, es recomendable acostumbrarse a beber agua frecuentemente, sin esperar a tener sed o beber mucha cantidad de golpe cuando la tenemos.

Además, beber agua de forma frecuente ayuda a eliminar la retención de líquidos y a acelerar el metabolismo, lo que se traduce, también, en una mayor quema de calorías.

Al respecto, las investigaciones sugieren que una gozar de una buena hidratación mejora la función de las mitocondrias, un tipo de orgánulo celular que ayuda a generar energía, lo que a su vez ayuda a adelgazar. Al mismo tiempo, se ha demostrado que beber agua acelera el metabolismo al inducir la termogénesis, un proceso metabólico en el que se queman calorías para producir calor.

Asimismo, la ciencia ha confirmado que una mayor hidratación puede aumentar la descomposición de grasas y mejorar la pérdida de grasa–. Mantenerse bien hidratado también puede ayudar a reducir la retención de agua en el cuerpo, que puede causar celulitis y aumento de peso, detallan los expertos de Health.