Los nutricionistas recomiendan este caldo rico en calcio y fibra que ayuda a perder peso
Se trata de una preparación con efecto saciante, depurativo y antiinflamatorio
Los caldos son una muy buena opción si el objetivo es perder peso por varias razones.
En primer lugar, al ser líquidos, generan una sensación de saciedad que llena el estómago sin añadir muchas calorías, lo que ayuda a controlar el apetito y evita el picoteo entre horas.
Además, actúan como depurativos, ayudando a eliminar toxinas y líquidos innecesarios del cuerpo, lo que reduce la hinchazón y promueve el bienestar.
Los caldos elaborados con ingredientes como verduras y carnes magras aportan vitaminas y minerales esenciales, complementando una dieta equilibrada. En particular, un caldo casero antiinflamatorio rico en calcio y colágeno no solo favorece la salud ósea y articular, sino que también combate la inflamación en el cuerpo, un factor importante en la pérdida de peso.
También, mejora la digestión, un rasgo igualmente importante en el proceso de pérdida de peso, aunque no único. Adelgazar de manera efectiva requiere combinar una dieta equilibrada junto con ejercicio regular y un estilo de vida saludable.
¿Qué ingredientes debe llevar el caldo ideal para adelgazar?
Según Sabervivir, uno de los caldos recomendados para adelgazar es el que se prepara a partir de los huesos de pollo. Esta opción no solo es saciante, sino que también ofrece propiedades depurativas, diuréticas y antiinflamatorias.
Además, es una fuente valiosa de proteínas, un nutriente que estimula el metabolismo, ya que procesarlo requiere un mayor gasto de energía.
Los huesos de pollo son una de las mejores fuentes de calcio y colágeno, una proteína esencial en la salud de las articulaciones, los huesos y la piel.
Cómo preparar caldo de huesos de pollo y verduras
Ingredientes:
- Huesos de pollo: se pueden poner huesos crudos de pollo o los restos de pollo asado. Si lo prefieres, también puedes incorporar piezas de pollo, como alas o muslos.
- Agua: se necesita suficiente agua para cubrir completamente los huesos y otros ingredientes.
- Aromatizantes vegetales: los ingredientes habituales incluyen cebolla, zanahoria y apio. Para agregar sabor, puedes introducir elementos como ajo, puerro, perejil, entre otros.
- Hierbas y especias: hojas de laurel, granos de pimienta negra y sal al gusto son muy comunes en la receta.
- Vinagre (opcional): Si lo deseas, puedes añadir un poco de vinagre (alrededor de 1-2 cucharadas) para ayudar a extraer los minerales de los huesos.
Procedimiento:
- Comienza lavando cuidadosamente los huesos de pollo y los aromatizantes vegetales.
- Luego, en una olla de tamaño adecuado, coloca los huesos de pollo y cúbrelos con agua fría. Si estás empleando restos de pollo asado, asegúrate de que los huesos estén libres de carne.
- Calienta el agua a fuego alto hasta que empiece a hervir. Luego, reduce la temperatura a fuego bajo y elimina cualquier espuma o impurezas que se formen en la superficie con una cuchara.
- Añade las verduras aromáticas, las hierbas, las especias y, si optas por ello, el vinagre.
- Deja cocinar a fuego lento durante varias horas. Cuanto más tiempo cocines, más sabroso y concentrado será el caldo. Puedes optar por cocinarlo durante 4-6 horas o incluso más, según tu tiempo y preferencias.
- Asegúrate de que el caldo no hierva con demasiada intensidad y agrega agua si es necesario para mantener los ingredientes sumergidos.
- Una vez que el caldo esté listo, retira los huesos y las verduras con una espumadera.
- Filtra el caldo a través de un colador fino o una gasa para eliminar cualquier partícula sólida restante.
- Corrige el nivel de sal y disfruta.