Estas son las seis señales de que estás consumiendo demasiado azúcar sin saberlo

En la actualidad, consumimos azúcar sin darnos cuenta a través de alimentos que contienen azúcar añadido o glucosa, la fructosa y la sacarosa, que ingerimos a través de zumos, batidos, mermeladas, dulces, postres, productos precocinados, fiambres, panes…

Un azúcar que cada vez se ha concentrado más y es más accesible que nunca, pues «hemos pasado de comer fruta de temporada en la era prehistórica y cantidades minúsculas de sacarosa en el siglo XIX (si llegabas a comer una barrita de chocolate en toda tu vida, eras un afortunado), a comer, en la actualidad, más de cuarenta y dos kilos al año. Seguimos comiendo cada vez más azúcar porque a nuestro cerebro le cuesta refrenar las ansias de ingerir productos que saben como la fruta. Lo dulce y la dopamina nos proporcionan una sensación de recompensa eterna», apunta la bioquímica Jessie Inchauspé.

Esto ha hecho que muchos de nosotros seamos consumidores habituales de este alimento sin darnos cuenta. De hecho, según cálculos de la OMS, no deberíamos superar los 25 gramos de azúcar añadido diarios (lo cual no significa que sean necesarios), pero lo cierto es que el español medio está bastante lejos de esos guarismos. Así, ya en 2019, los españoles consumíamos diariamente 119 gramos. Es decir, casi cuatro veces más de lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda.

Las formas en las que, de una forma u otra, el azúcar acaba colándose en nuestras casas es preocupante y por eso debemos prestar atención al etiquetado de los productos para comprobar su cantidad así como a las señales que nos indican que estamos consumiendo demasiada azúcar, ya que esto se ha relacionado con un un mayor riesgo de inflamación crónica, así commo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

Estás constantemente deseando azúcar

Si constantemente estamos deseando alimentos o bebidas azucaradas, puede ser una señal de que estamos consumiendo demasiada azúcar, ya que esto provoca picos y caídas de azúcar en la sangre.

Y esto ocurre porque los alimentos azucarados tienen un índice glucémico alto, lo que significa que nuestro cuerpo lo absorbe a un ritmo rápido, lo que a su vez provoca un aumento rápido del azúcar en la sangre, lo que desencadenará en tener más antojos. 

En cambio, si un alimento tiene un índice glucémico bajo, significa que contiene fibra para ayudar al cuerpo a absorberla más lentamente y, por lo tanto, creará una respuesta más equilibrada del azúcar en la sangre. Estos alimentos son las verduras, los cereales integrales, ñas legumbres, etc.

Tus niveles de energía fluctúan demasiado

Otro síntoma que puede revelar que somos adictos al azúcar es experimentar fluctuaciones en nuestros niveles de energía, que pueden ser causadas por picos rápidos en los niveles de azúcar en la sangre previamente descritos.

«Una dieta rica en azúcar puede provocar picos y caídas de energía, y si experimentas fluctuaciones frecuentes de energía, te sientes hiperactivo y luego fatigado repentinamente, podría deberse a un consumo excesivo de azúcar», asegura en Eatthis la nutricionista Amy Goodson.

Sientes hambre e insatisfacción constante

Los alimentos azucarados suelen dejarnos con más hambre tras consumirlos, ya que el cuerpo quema el azúcar rápidamente porque carece de nutrientes reales como proteínas, fibra y nutrientes saludables. Y a medida que esto sucede, aumenta la sensación de hambre, provocando picoteos compulsivos, comidas sin sentido y, en última instancia, el consumo de más azúcar.

Asimismo, consumir elevadas de azúcar también pueden interferir con una hormona de nuestro cuerpo llamada leptina, conocida por regular el hambre. Una disminución en los niveles de leptina provoca más hambre y un aumento del apetito .

Presión arterial alta

Comer demasiada azúcar también puede contribuir a aumentar los niveles de presión arterial en algunas personas. Al respeto, un estudio publicado en Nutrients descubrió que existe un fuerte vínculo entre una mayor ingesta de azúcar añadida y niveles más altos de presión arterial en personas de entre 65 y 80 años.

Problemas dentales

Otro síntoma evidente es tener problemas dentales, como caries. De hecho, una investigación comprobó que el consumo excesivo de azúcar es la causa número uno de caries dentales, que se desarrollan cuando las bacterias de la boca metabolizan el azúcar, lo que crea un ácido que debilita el esmalte dental.

Has engordado

Consumir demasiada azúcar «puede alterar el metabolismo y dañar el ecosistema de nuestro microbioma intestinal. Un intestino sano ayuda a regular los niveles de glucosa e insulina en la sangre, así que cuando ingerimos demasiada azúcar, estamos obligando a ese ecosistema a trabajar demasiado. (…) Cuanto más azúcar comes, más cree tu cuerpo que necesita, lo cual hace que tengas más hambre, lo que puede conducir a un aumento de peso», afirma la dietista Courtney D’Angelo.

Además, cabe destacar que los productos que tienen azúcar añadido tienen más calorías y menor calidad de nutrientes, lo que, de por sí, nos puede hacer engordar.

Cómo huir del azúcar poco a poco

Lo ideal es leer el etiquetado, huir de los dulces y los procesados y controlar nuestro índice glucémico. Una forma de hacerlo fácilmente es siguiendo un orden en nuestras comidas. Al respecto, un estudio de la Universidad Cornell, de 2015, demostró que si consumimos una comida que contenga almidón, fibra, azúcar, proteína y grasa en un orden específico, reduciremos el pico de glucosa general un 73%, y el pico de insulina un 48%. .

Así, para acabar con los picos de glucosa, habría que comer con el siguiente orden:

1. Fibra.
2. Proteína.
3. Grasa.
4. Almidones y azúcares, lo último.