Estas son las tres reglas infalibles para ser constante en tu día a día
Estas son las tres reglas para lograr ser más constante en tu día a día con todo lo que te propongas según Tania Sanz
Reunión de propósitos | pixaby
La sociedad actual experimenta un cambio en su enfoque hacia el consumo inmediato. La paciencia ha desaparecido, y ya no hay lugar para la espera, el aburrimiento o la planificación a largo plazo. Existe un constante bombardeo de mensajes breves y fáciles de leer que prometen resultados instantáneos con solo desearlos.
Todo está orientado a la gratificación instantánea: lo quiero ahora, lo pido y lo obtengo, preferiblemente con un solo clic. Se hace creer que se puede perder peso, aprender idiomas, avanzar en una carrera profesional o adquirir nuevas habilidades simplemente cerrando los ojos y deseándolo intensamente o siguiendo recetas simples proporcionadas en listas.
Para ser honestos, según cuneta Tania Sanz, fundadora de Habitualmente, la única verdad en todas estas promesas radica en la magia. Sin embargo, no se trata de la magia convencional con varitas mágicas, abracadabras o conejos saliendo de sombreros. Es la poderosa magia de la constancia, la perseverancia, la insistencia y el compromiso diario.
Las tres reglas de la constancia
1. Empieza fácil e incrementa poco a poco
«En ocasiones, nos fijamos metas desafiantes pero difíciles de mantener a lo largo del tiempo. En cambio, establecer metas cortas y fácilmente alcanzables te impulsa a perseguir objetivos más desafiantes» explica Tania Sanz.
«Este enfoque no solo fortalece la confianza y la motivación de manera gradual, sino que también crea una cadena de victorias diarias sin que te des cuenta». Por lo que, comenzar con una acción pequeña y fácil de lograr, y aumentarla gradualmente con el tiempo, hace que sea una forma fácil y realista de conseguir los objetivo.
Por ejemplo Sanz recomienda:
- En vez de correr por 30 minutos, empieza tan solo por 10 minutos.
- En vez de escribir 1000 palabras al día, empieza tan solo por 100.
- En vez de leer 1 libro a la semana, empieza por un libro al mes.
2. Usa un hábito en tu rutina como recordatorio
Según Tania un hábito comienza con un recordatorio, ya sea consciente o inconsciente. Al formar nuevos hábitos, el recordatorio debe ser lo suficientemente efectivo como para motivar a realizar la acción.»Incorporar el hábito en tu rutina diaria es uno de los recordatorios más eficaces para mantener la constancia. Esto ayuda a evitar la procrastinación, ya que sabes exactamente cuándo es el momento de actuar».
Tania reflexiona sobre las actividades cotidianas, ya que estas pueden ser excelentes recordatorios para establecer y mantener hábitos, como tomar café, dejar las llaves en la repisa, lavar los platos, hacer la cama, ducharte, cepillarte los dientes, pasear al perro, entre otras.
- “Justo después de dejar las llaves de casa en la repisa me pondré mi ropa deportiva para ir a correr”
- “Después de tomarme el café de la mañana escribo 100 palabras”
- “Después de tomar las llaves de casa y antes de salir al trabajo, medito por 15 segundos”
3. No pierdas tu racha (o retómala cuánto antes)
«Los seres humanos tenemos dificultades para estimar el tiempo con precisión y tampoco somos muy objetivos al evaluarnos a nosotros mismos. Por eso, es crucial mantener un registro escrito y visual, especialmente si no estás considerando fechas límite», dice Tania.
«Una sugerencia efectiva es plasmar visualmente tu constancia diaria en tu agenda o calendario. Esto no solo te proporciona un registro tangible, sino que también sirve como un estímulo mental. Sentir que has sido constante durante varios días contribuye a fortalecer tu constancia general». La clave según cuenta la experta es mantener la secuencia de días en los que se ha tenido éxito, y cuando se falla, retomarlo lo antes posible.
¿Por qué no se logra ser constantes después de dar el primer paso?
- Querer tener resultados a muy corto plazo: «Para ser constantes es necesario enfocarnos en el proceso».
- Fijación de fechas límite para ver resultados : Cuando se cumple el plazo que nos fijamos y, no logramos lo que esperábamos (incluso si estamos mejor que antes) sentimos un fracaso. Y este fracaso, debilita nuestra autoestima y, nos desmotiva para volver a intentarlo en el futuro, explica Tania.
- Mentalidad de «todo o nada»: «Habrá momentos en los que tengas que detenerte por alguna razón, habrá días en los que falles a tu meta, pero lo importante es continuar».
- Confiar solo en la motivación: la disciplina es la base del proceso.
