Cómo remineralizar tus dientes: seis caminos para cuidar mejor tu boca

A medio camino entre la estética y la funcionalidad, la salud dental es mucho más relevante para nuestro organismo de lo que suponemos. Remineralizar los dientes puede parecer una cuestión caprichosa si creemos que es simplemente una forma de lucir mejor. Sin embargo, nuestros dientes también agradecen que esta remineralización se lleve a cabo.

Lo cierto, como es evidente, es que nuestra dentadura sufre con el paso de los años. A veces hay ataques muy directos, pero la realidad es que la desmineralización es una tarea machacona que, desde diferentes ángulos, perjudica a nuestra dentadura. Es importante insistir en que no hablamos solo de una cuestión que tiene que ver con la estética o la coquetería, sino también con la funcionalidad.

No menos evidente es comprender que remineralizar nuestros dientes es fundamental. Aunque creamos que nuestros dientes, una vez conformados, no se pueden seguir reforzando, la realidad es que podemos seguir cimentando su solidez. Una evidencia que, a medida que envejecemos, se hace más necesaria.

Son muchas las patologías que pueden generarse a través de una dentadura poco saludable. Motivos por el que volver a cargar de minerales, al menos en la medida de lo posible, nuestros dientes es fundamental. Algunos caminos para remineralizar los dientes son más evidentes. Otros, como veremos, pueden pasar más inadvertidos, pero son igualmente útiles.

Cómo se conforman nuestros dientes

La dentadura se conforma en los últimos años de la infancia, tomando forma definitiva a lo largo de la adolescencia hasta el desarrollo de los cordales. Estas piezas, popularmente conocidas como muelas del juicio, no siempre aparecen y son, a menudo, extirpadas debido a su incómoda aparición.

Lo que sí es evidente es que nuestros dientes deben ser entendidos como una suerte de fortaleza con distintos niveles de protección. La más sólida, aunque no lo parezca, es el esmalte dental, primera línea de batalla. A pesar de su finura, es el material más sólido de nuestros dientes y el que protege al resto del diente. Posteriormente aparece la dentina, que también cubre la pulpa, la cual ya empieza a ser la parte realmente sensible de los dientes.

Aunque el esmalte, como tal, no se puede reconstruir, sí se puede cuidar en cierta medida que las afecciones dentales sean las menos posibles. Hablamos del terreno de las caries y todo lo que ellas llevan aparejadas, siendo una de las enfermedades no contagiosas más frecuentes.

Cómo remineralizar los dientes

Hay varios minerales claves en nuestra salud bucodental. El calcio es seguramente el más evidente, pero también conviene conocer el papel que juegan otros elementos como los fosfatos en la conformación del esmalte, así como el hueso o la propia dentina. La realidad es que todos juntos forman parte de un mismo conglomerado que previene la aparición de la caries y, a la postre, el resto de enfermedades que genera. Algunas de las cuales ya te contamos en THE OBJECTIVE.

Por desgracia, a medida que envejecemos vamos perdiendo minerales o vamos debilitando su absorción. También sucede que el castigo que infligimos directa o indirectamente a nuestros dientes es mayor. La buena noticia es que, en cierto modo, podemos poner cierto coto a esta relación al remineralizar nuestros dientes. Sin embargo, conviene saber cómo.

Además, debemos comprender que no todos los caminos pasan por la remineralización, pues es la prevención la mejor herramienta. En este sentido, beber agua con abundancia nos puede ayudar a enjuagar y limpiar nuestra boca, especialmente tras comer productos dulces o ácidos. De un modo parecido, productos ácidos como el café, el té o los refrescos podrían perjudicarnos.

La realidad del azúcar y de los minerales en la salud dental

También convendría reducir el consumo de productos azucarados, los cuales no sólo son ácidos, sino que sirven de alimento para las bacterias bucales que dañan el esmalte. De hecho, hay estudios que corroboran la relación perniciosa entre azúcar y desmineralización.

A ello hay que sumar una correcta higiene bucodental que evite la caries, así como el consumo con precaución de frutas ácidas o dulces, pues también pueden dañar el esmalte. Ya en lo propiamente relacionado con los minerales hay varios factores que han de interesarnos para remineralizar nuestros dientes.

En este sentido, el uso de pastas dentífricas fluoradas evita las caries y fortalece los dientes. De un modo parecido, aunque más externo, puede venir a cierto rescate la intención culinaria. El calcio se produce en los dientes de forma natural, pero los ácidos y la bacterias lo debilitan. Por este motivo, consumir alimentos ricos en calcio puede equilibrar el efecto negativo de productos como el azúcar. Además, también hay ciertas vitaminas como la vitamina D —según este estudio—, que pueden proteger contra la caries, como indica este estudio.